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- ¡Que alegría encontrarte! – ese muchacho aún estaba sollozando. Matsumoto lo había entrado a él y a Rita con ayuda de Mory. Estaba claro que iba a llamar la atención de todos en el lugar. Muchos notaron el trato especial de Matsumoto con él, incluso notaron como Shikamaru, el que aún no se acercaba a ese chico tenía un rostro de sorpresa y melancolía algo extravagante.

Cuando Shikamaru paso a la acción se abrazó con tanta fuerza a su hijastro que, este también se fundió en ese abrazo.

Era obvio, Shikamaru había perdido a su familia, tuvo una pequeña luz de esperanza con Naruto y luego de quince años... también lo perdió a el sin poder defenderlo.

Sin embargo, la vida aquí también le daba revancha.

- Naruto perdóname – para muchos, esta fue la primera vez que vieron a Shikamaru soltar una lagrima – No pude protegerte... no...

- volví – el rubio le sonrió a su padre – estaba... desesperado por volver aquí – el miro a Matsumoto que también le sonrió para luego palmear su hombro.

- has crecido mucho muchacho – Matsumoto le sonrió feliz - debes tener una interesante anécdota que contarnos... precisamente me interesa saber por que andas con estas cosas – Matsumoto dejo aquel rifle a un lado de la pierna del rubio – o donde conociste a esta apuesta chica – Rita estaba parada a un lado de Mory que, había curvado su rostro en unos perfectos noventa grados observando con detenimiento a Naruto – ah... no te la presente – Matsumoto estiro su mano hasta aquella maldición que camino hacia el tomándola – mi esposa. Mory Matsumoto – la Maldición estiro su mano hacia Naruto que, algo consternado la observo llegar a él. esta acaricio su mejilla y luego su dedo paso hacia su mentón.

- ...S...S...Si... si tu...tuviésemos... - esta miro a Matsumoto – un hijo... me... me gustaría que sea como el – Kiorichi se sonrió acariciando su espalda y ella dijo algo más – aunque... quisiera... quisiera que no estuviese maldito por los reyes.

- ¿reyes? – Naruto miro confuso a Mory que, al mirarlo a los ojos suspiro.

- Orcus, Morrigan... Eva – Matsumoto cerro sus ojos para luego sonreír.

- de ahí vienen las premoniciones – Shikamaru frunció su ceño y luego suspiro.

- ¿Cuándo... me ibas a... a decir que Orcus también estaba en ti? – El rubio bajo su rostro.

- ya es indistinto. El daño ya está hecho – Naruto observo a Matsumoto – hoy tenemos otras preocupaciones Naruto – el asintió y Matsumoto miro a Shikamaru – no lo escarmientes al pobre. Tres años muerto y de la nada volver a la vida en un mundo tan distinto debe ser una experiencia horrible. Además, ya barajábamos ese asunto ¿no?

- si... - Shikamaru suspiro y acabo por sonreírle al rubio – ya... - palmeo su espalda – ven, vamos a presentarte al refugio.

Aquellos que habían escuchado las historias contadas por Matsumoto o Shikamaru no daban fe de que realmente Naruto sea "real". Sin embargo, ahora lo tenían de pie, en carne y hueso... ver a un muchacho como este no daba para nada la imagen que todos se habían hecho.

Claro, que te digan que un joven de quince años era capaz de luchar mano a mano con demonios, regenerar su cuerpo, utilizar muchas técnicas especiales para defenderse... vaya, era de locos.

Lo primero que te puede llegar a la mente es que, este debe estar lleno de cicatrices, que debe tener una cara de pocos amigos, probablemente, que no sonría nunca y que por seguro, una actitud horrible. Sin embargo, Naruto era todo lo contrario.

Si bien no era amor y felicidad, se lo veía contento de volver a reencontrarse con sus maestros.

Cuando todo el circo de saludos y los recorridos acabaron, Naruto al fin se sentó a hablar con sus mentores. Les explico lo ocurrido con Karma, el trato que él y ella tenían... la repercusión de esto en su cuerpo y la prácticamente nula energía maldita que él tenía ahora en su interior.

Damnatus (NaruHina Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora