Hyunjin se sumergía en el undécimo trago de whisky de la noche, pero a pesar de ello, mantenía una sobriedad envidiable. Su cabello castaño ondeaba con una pizca de arrogancia, confiado en su capacidad de resistir los efectos del alcohol. Para él, consumir grandes cantidades de bebida no era más que un juego, y seguía luciendo tan normal como si estuviera bebiendo simplemente agua; una destreza que exhibía con orgullo una vez más esa noche.
Seungmin compartía la misma habilidad, mostrando una resistencia igualmente impresionante. Juntos, disfrutaban de una charla animada sobre sus trabajos y vidas, creando un universo propio donde los demás asistentes pasaban a segundo plano, insignificantes en comparación con su interacción.
En medio de su conversación absorbente, ambos ignoraron por completo a la mujer que trataba de llamar su atención con su discurso confuso. A pesar de captar vagamente que solicitaba a alguien para cantar, decidieron apartar ese detalle de sus mentes; simplemente no les interesaba. Incluso los aplausos y los murmullos de la multitud, dirigidos presumiblemente a la valiente alma que había subido al escenario, no lograban perturbar su burbuja de intimidad y comodidad en la velada.
—Le dije que debía ser paciente pero simplemente me comenzó a arrojar cosas por todo el departamento— estaba contando Seungmin. —A veces puede llegar a ser una pequeña mierda muy molesta, es que en verdad te digo Hyunjin, no se cómo soportabas a tus hermanas, o bueno, como soportas a los niños, mi sobrina solo es un demonio con un rostro angelical— dió un largo suspiro en dramatizaciones.
Hyunjin comenzó a reír. Seungmin le había estado contando como fue cuidar a su pequeña sobrina cuando su hermana tuvo que salir de viaje tres días por su trabajo y cómo aquella niña casi lo volvía loco.
Le hizo un ademán al ojimiel para que siguiera platicando sus desdichas, estando atento a la conversación. Pero todo cambió cuando a sus oídos llegó la voz más hermosa que podía haber escuchado en toda su jodida vida, la voz era suave pero ligeramente grave así que supuso que era de un chico y eso hizo que buscara al dueño de aquella magnífica voz con más afán.
Hyunjin experimentó una sorpresa inesperada al finalmente divisar a un hermoso chico. Este joven lucía una falda plisada que, a juicio de Hyunjin, resultaba estar extremadamente corta, combinada con un suéter blanco y zapatos del mismo tono. La armonía de su atuendo era sublime, fusionando lo bello con lo sensual de una manera que atrapó por completo la atención de Hyunjin. Quedó impresionado por la apariencia del chico, encontrándola perfectamente fascinante.
Mientras tanto, Seungmin continuaba compartiendo con entusiasmo toda la odisea que había vivido gracias a su sobrina, sin percatarse de que Hyunjin ya no le prestaba atención. Intrigado por la repentina distracción de su amigo, decidió investigar qué era lo que había capturado tan completamente su interés.
Al seguir la mirada de Hyunjin, se percató de que estaba casi hipnotizado por algo en particular, descubriendo con una sonrisa que su amigo estaba cautivado por un chico que brillaba en el escenario, deleitando al público con su voz y presencia magnética.
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Be My Daddy | Hyunsung
FanficHyunjin, un famoso empresario británico que busca agregarle una pizca de diversión a su monótono vida llena de contratos, reuniones y viajes de negocios, así que una noche decide ir a un bar a las afueras de Londres junto a uno de sus amigos, sin es...