Jisung miró a Hyunjin con incredulidad, incapaz de creer lo que le estaba haciendo.
Hyunjin estaba a punto de levantarse del cuerpo de Jisung cuando se vio interrumpido por unas largas piernas que lo empujaron hacia adelante, desequilibrándolo y haciéndolo caer sobre él. El contacto repentino provocó que sus cuerpos se rozaran, creando una fricción que envió escalofríos de placer por sus espinas dorsales y los hizo jadear al unísono, tan abrumados por la sensación exquisita que les costaba contenerse. Era como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante, y el mundo entero se redujera a la intensidad de sus sensaciones.
—No— negó. —Yo quiero— pidió cuando Hyunjin ya se había incorporado un poco sobre él.
—Nos estamos quedando sin tiempo, la reserva para el desayuno es a las nueve y ya son las ocho y cuarto— respondió con un esfuerzo titánico por contenerse, resistiendo la tentación de tomar al chico allí mismo y reclamarlo como suyo nuevamente sobre la cama, hasta que ninguno de los dos pudiera resistir más. Ansiaba escuchar sus gemidos una vez más, pero la idea de llegar tarde le molestaba profundamente, y sabía que debían apresurarse.
—Pero yo quiero, por favor— pidió con mohín que hizo que el autocontrol de Hyunjin trastabilllara. —Sera rápido, papi— Susurró con un tono sensual lo último.
Jisung demostró ser un maestro en el arte de seducir al magnate, pues en el momento en que esa palabra alcanzó los oídos de Hyunjin, este dejó de lado todo su autocontrol, el cual había mantenido en vano ante la presencia de aquel hermoso chico de ojos verdes, rizos rebeldes, una sonrisa encantadora y un cuerpo que ansiaba poseer por completo.
Si el chico lo quería, ¿por qué no dárselo?
Con ese pensamiento resonando en su mente, se lanzó hacia los labios entreabiertos y carnosos del chico, entregándose a un beso ardiente y voraz que provocó gemidos de placer en respuesta a su arrebato repentino. Chupó y saboreó la dulce boca del chico, perdiéndose en la delicia de su sabor mientras ambos se entregaban al fervor del momento.
Hyunjin continuó su exploración con una mezcla de anticipación y deseo palpable en el aire. Cada gesto estaba imbuido de una pasión ardiente, como si estuviera desentrañando los misterios de un tesoro preciado y deseado. Con manos hábiles, deslizó con delicadeza el top del chico por sus brazos, sintiendo la suavidad de su piel bajo sus dedos mientras el tejido caía al suelo con un susurro apenas perceptible. La ansiedad por sentir más de esa piel cálida y tentadora lo impulsaba a avanzar con determinación.
Cuando sus labios volvieron a encontrarse con la tersa piel del joven, una corriente eléctrica de excitación recorrió su cuerpo, avivando aún más el fuego que ardía en su interior. Descendió lentamente hacia los pezones del chico, consciente de cada pequeño detalle que adornaba esos botones rosados de placer. Los pequeños aretes que decoraban los pezones eran como pequeños tesoros que descubrir, y Hyunjin los exploraba con devoción, utilizando tanto sus labios como su lengua para provocar gemidos de éxtasis en su amante.
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Be My Daddy | Hyunsung
Fiksi PenggemarHyunjin, un famoso empresario británico que busca agregarle una pizca de diversión a su monótono vida llena de contratos, reuniones y viajes de negocios, así que una noche decide ir a un bar a las afueras de Londres junto a uno de sus amigos, sin es...