Hyunjin caminaba por el pasillo del hotel con una actitud relajada, como si los sucesos recientes en la habitación no le afectaran en lo más mínimo. A su lado, su compañero de rizos le tomaba de la mano mientras se dirigían a recepción para recoger las llaves del auto y finalmente poder ir a desayunar.
La recepcionista les recibió con una sonrisa contagiosa, la calidez de su saludo invitaba a sentirse como en casa. Con una eficiencia envidiable, les informó que su auto estaba listo para ser recogido de inmediato. Hyunjin apenas tuvo que esperar unos minutos antes de que la misma chica les avisara que ya lo estaban esperando afuera, listo para llevarlos hacia su siguiente destino con el estómago lleno y el corazón contento.
En la acera, un hombre vestido con el uniforme negro del hotel aguardaba con seriedad, su vehículo estacionado detrás de él en una posición impecable. Era evidente que se tomaba su trabajo con seriedad y profesionalismo.
—Buenos días, señor Hwang— saludó con respeto, extendiéndole las llaves del Cadillac con cortesía.
Hyunjin respondió al saludo con una sonrisa amable, aceptando las llaves con gratitud. —Gracias— expresó, sacando un billete de cien euros y entregándoselo al hombre en señal de agradecimiento.
El empleado del hotel recibió el gesto con una sonrisa de aprecio y se despidió con cortesía antes de desaparecer de nuevo hacia sus deberes, dejando a Hyunjin listo para continuar con su día.
Jisung observó sorprendido la generosa cantidad de dinero que Hyunjin entregó al empleado del hotel, pero fue sacado de sus pensamientos cuando Hyunjin abrió la puerta del vehículo y lo invitó a subir, tomando su cintura con delicadeza.
Con una sonrisa radiante, Jisung obedeció de inmediato, sus hoyuelos marcados añadiendo un toque encantador a su expresión facial.
Hyunjin se apresuró a rodear el auto y se sentó al volante, con la determinación de llegar al restaurante en el menor tiempo posible. Habían elegido uno cercano al hotel, a petición de Hyunjin, quien no quería alejarse demasiado de la zona.
En menos de diez minutos, llegaron al restaurante, cuyas puertas ya estaban abiertas, revelando en letras cursivas negras el nombre del lugar: Bill's.
La vista era prometedora.
Hyunjin buscó cuidadosamente un lugar adecuado para estacionar el auto, y una vez que lo encontró, bajó del vehículo acompañado por el rizado. Juntos, se dirigieron al interior del encantador restaurante, que estaba decorado con una gran variedad de plantas que adornaban el lugar, brindándole una atmósfera relajante y fresca. Las paredes estaban pintadas en colores vibrantes y los amplios ventanales dejaban entrar la luz natural, creando un ambiente acogedor y luminoso.
Una vez dentro, ambos tomaron asiento en una de las mesas para dos cerca de las ventanas, disfrutando de la vista del exterior mientras esperaban ser atendidos. La tranquilidad del lugar y la promesa de un delicioso desayuno creaban una sensación de anticipación en el aire.
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Be My Daddy | Hyunsung
FanfictionHyunjin, un famoso empresario británico que busca agregarle una pizca de diversión a su monótono vida llena de contratos, reuniones y viajes de negocios, así que una noche decide ir a un bar a las afueras de Londres junto a uno de sus amigos, sin es...