Capítulo 24

487 51 3
                                    

—Mi amor, ya debes despertar— Hyunjin estaba sentado en la orilla de la cama, del lado en el que Jisung se encontraba profundamente dormido, tratando de que éste despertara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Mi amor, ya debes despertar— Hyunjin estaba sentado en la orilla de la cama, del lado en el que Jisung se encontraba profundamente dormido, tratando de que éste despertara. —Sol, se te hará tarde para tus clases—volvió a intentar, y por suerte teniendo éxito al hacerlo.

—Mmmh, no quiero ir— se quejó con su entrecejo fruncido, aún sin abrir los ojos. Sus rizos rebeldes estaban totalmente revueltos por todos lados. —¿Nos podemos quedar acostados y abrazaditos todo el día?— preguntó en un balbuceo mientras se acurrucaba un poco más entre las sábanas.

—Suena muy tentador cariño, pero no, debes asistir a tus clases o tú padre me golpeará si se entera que no fuiste por mi culpa— dijo medio en serio medio en broma.

Jisung arrugó su nariz y abrió los ojos para protestar.

—No te hará nada, Hyun— aseguró. Se relamió los labios antes de seguir hablando.—Él me dió permiso hasta antes de las 10 de la noche, aunque tal vez sí quiera golpearte si se entera que me follaste cuando te advirtió que me dejaría venir con la condición de que no estuvieras de mano larga— dijo con burla.

—Si no mal recuerdo fuiste tú el que se me lanzó encima totalmente desesperado porque te follara— le recordó. —Así que es hora de que te levantes si no quieres llegar tarde a tus clases.

Jisung hizo un chasquido con la boca en desacuerdo, aunque eso no evitó que observara a su novio lo mejor que pudiera.

Hyunjin ya estaba vestido, listo para ir a su trabajo con un pantalón de vestir color gris y con una camisa blanca, no llevaba su corbata ni su saco como suele llevar siempre, pero se veía malditamente atractivo con su barba bien recortada, sus pómulos marcados, su cabello un poco revuelto dándole una imagen más relajada y oliendo a perfume caro.

—Pero es que aún me duele— se quejó con un mohín en sus labios, tratando de salirse con la suya para estar más tiempo con Hyunjin en su apartamento, aunque sabía perfectamente que éste tenía que ir a su empresa.

Tal vez repetir lo sucedido en la oficina del ojiazul no sonaba tan mal en esos momentos, se estaba volviendo insaciable.

—Pero lo bien que gemías pidiéndome que te diera más fuerte— se burló haciendo borrar el mohín de los labios del menor y hacerlo enrojecer por la vergüenza. —Me sorprende que no te despertaras con la voz ronca después de tanto gritar que querías más rápido y duro— siguió molestando a su novio.

Jisung quería que la tierra se lo tragara, era vergonzoso que Hyunjin se lo recordara pero no lo podían culpar, tener a su hombre completamente desnudo encima de él, presionando su cuerpo contra el colchón de su cama y estando totalmente dispuesto a follarlo casi toda la noche, alborotaba a sus necesitadas hormonas de adolescente, incrementando su deseo sexual y eso hacía que le fuese inevitable no tener que pedirle entre gemidos necesitados que le diera más duro cuando era lo único que su boca podía emitir en esas circunstancias en las que el placer inundaba todos sus sentidos.

Be My Daddy | Hyunsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora