Todas las cajas contienen sacos grandes de droga. Alyssa y yo nos miramos sin acabar de creernos lo que estamos viendo, sin embargo, es tan real como la vida misma.
–¡Santo cielo! –exclama mi padre atónito.
–Esto es mucha droga –comenta Jake llevándose una mano al cuello en señal de nerviosismo.
–Tenemos que avisar a la policía –propone Chris.
De repente, diviso a un marinero que se acerca, pero al vernos sale corriendo.
–¡Eh! –grito.
Sir Byron y Chris salen detrás de él para atraparlo. Pasan unos segundos y lo traen a la fuerza; menos mal que lo han atrapado.
–Trabajas para el conde, ¿cierto? –le interroga mi padre.
–No.
–No te atrevas a mentirme, sabemos que esto es obra del conde.
El marinero sigue con la cabeza baja y no vuelve a decir ni una palabra.
–Lo llevaré a la justicia y que ellos se encarguen –dice Jake.
–Te acompaño –se ofrece Chris.
–Nosotros regresaremos a casa –me comenta mi padre.
Alyssa y yo asentimos con la cabeza y oigo que él le dice al futuro conde:
–Gracias por todo, Sir Byron.
–A usted.
Mi padre camina con nosotras hasta casa mientras Jake y Chris se ocupan del marinero. Alyssa y yo nos damos la mano todo el camino de regreso sabiendo que siempre nos tenemos la una a la otra.
🌸
Al día siguiente, decido ir a la mansión Byron para hablar con Jake porque tengo muchas dudas al no saber qué le ocurre. Del marinero de anoche no se ha sabido nada más, solo que lo entregaron a la justicia y la policía requisó todo el cargamento de droga.
Llego en carruaje a casa de los condes y me bajo a toda prisa. Camino hasta la puerta y me abre una doncella.
–Hola, vengo a ver a Sir Byron.
–Futura condesa, adelante.
Me hace una pequeña reverencia y se hace a un lado para que pueda pasar. Le agradezco con una sonrisa y le pregunto:
–¿Dónde se encuentra?
–Está en el salón.
–De acuerdo, gracias.
Camino hasta la sala que me ha dicho la doncella y abro la puerta. Me encuentro al futuro conde mirando pensativamente por la ventana y le digo:
–Jake.
Él se gira rápidamente y yo decido acercarme más a él mientras noto que se pone cada vez más nervioso.
–¿Qué haces aquí, Lily?
–Quería saber si hay alguna novedad del marinero –digo como excusa.
–Aún no sabemos nada.
–De acuerdo...
Él vuelve a mirar por la ventana y yo no puedo aguantar más, así que pregunto:
–Jake, ¿qué te ocurre?
–Nada que deba preocuparte.
–No estoy muy convencida de tus palabras...
–¿Y qué quieres que te diga? –responde molesto.
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ESENCIA DE LIRIOS
RomanceLily Barnes acaba de rechazar su tercera propuesta de matrimonio, pues no cree que pueda encontrar a un hombre digno de merecerla en la Inglaterra de 1825. Su madre, cansada de la actitud de su hija, decide recurrir a una familia en particular para...