IV: Pecas

510 62 0
                                    

Al momento de terminar la conversación con Barbablanca, Ace y Nahir dejaron el barco ya que estaban junto a una isla para abastecerse y conseguir insumos que faltaran; estuvo pensando en que al haber aceptado ser parte de la tripulación de Barbabl...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al momento de terminar la conversación con Barbablanca, Ace y Nahir dejaron el barco ya que estaban junto a una isla para abastecerse y conseguir insumos que faltaran; estuvo pensando en que al haber aceptado ser parte de la tripulación de Barbablanca, iba a necesitar algo de ropa para sí misma ya que la mujer que había venido a cambiarla en su tiempo de inconsciencia, no había traído suficiente para ella.

───Ace... yo... necesito ropa, no creo que pueda estar siempre en camisola o algo similar. ───Nahir le había detenido el andar con esas palabras, al igual que ella se detuvo detrás de él.

¿Le habría enojado esa petición?

───Lo sé, por eso vamos a la isla, voy a conseguirte todo lo que necesites. Estás bajo mi cuidado después de todo. ───El tono que el azabache usó de alguna forma la hizo sentirse extraña.

Era un tono amable a la vez que jovial, algo que no había recibido en todos esos años de cautiverio en el que estuvo.

La mermoniana asintió mientras lo seguía, la vergüenza adornando los rasgos delicados de la chica ante la molestia que podía causarle a Ace.───Lo siento... esto debe ser una carga para ti cuando tienes otras obligaciones como comandante.

Cuando ambos estaban bajando por la rampa del barco para tocar la arena de la isla, el pecoso le miró con ojos entornados y algo de molestia.

───¿Carga? Hey, hey... no eres una carga, eres parte de mi división ahora y siempre procuro velar por todos y las necesidades que tengan. ───Ace colocó sus manos grandes y cálidas sobre los hombros de Nahir, un toque que causó algo extraño en ella.─── déjame ayudarte en todo lo posible, ¿de acuerdo?

La chica pudo percibir algo detrás de sus palabras, ¿sería posible que antes Portgas D. Ace hubiera estado a la defensiva como ella? No queriendo recibir ayuda o algo similar, o sentirse cohibido ante la idea de que alguien le tendiese una mano. Mientras más pensaba en las posibilidades, más incrementaba la curiosidad que se desarrollaba en sí misma por conocer más a Puño de Fuego.

───Está bien... ───Murmuró resignada a aceptar la ayuda ya que no habían otras opciones.

No tenía berries, ni nada de valor que pudiera usar para comprar ella misma ropa y demás que pudiera necesitar.

Ace por otro lado siguió caminando con ella detrás suyo, pero tenía una sonrisa ligera y ladina en su rostro ante haber ganado la discusión porque, en serio deseaba ayudarla en todo lo posible y que pudiera olvidar al menos un poco todo el horror que vivió mientras estuvo capturada por esos piratas.

Se había autoimpuesto una nueva misión de vida, y esa era: darle felicidad a Nahir cuánto pudiera.

El pueblo era bastante animado pese a que piratas hostiles causaban destrozos de vez en cuando, era una zona que no pertenecía a Barbablanca por lo que piratas de cualquier lado llegaban y hacían lo que querían; Nahir estaba algo maravillada de ve...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El pueblo era bastante animado pese a que piratas hostiles causaban destrozos de vez en cuando, era una zona que no pertenecía a Barbablanca por lo que piratas de cualquier lado llegaban y hacían lo que querían; Nahir estaba algo maravillada de ver un pueblo luego de tantos años cautiva, y es que sí había visto islas y pueblos antes pero nunca entraba ya que siempre la mantenían en cubierta.

Siendo una herramienta de aniquilación masiva debido a su Haki.

Ace pudo notar la curiosidad y asombro asomarse en el rostro de la pelirroja, especialmente el cómo admiraba todo lo que veía como si fuera un descubrimiento nuevo para ella.

───¿Es tu primera vez andando por una isla? ───Preguntó sin poder contener su curiosidad, y es que todo de ella le parecía fascinante y cautivador de alguna manera.

Ella era un enigma que quería descifrar por él mismo.

Nahir asintió con un suspiro leve, esbozando por primera vez una sonrisa pese a que era pequeña y poco animada.───Así es, admiré desde cubierta las islas y pueblos ya que solo era usada para fines hostiles... pero esta es mi primera vez andando por mí misma en una isla, especialmente en un pueblo.

Y aquella respuesta solo causó pesar y rabia dentro del usuario de la fruta de fuego, porque le parecía inaudito y horrible que ella no hubiese podido tener una vida normal como merecía.

───Ya veo, pues... hoy haremos lo que quieras, nos quedaremos unos días para reabastecer el barco así que vamos primero por tu ropa y luego lo que quieras, ¿de acuerdo?

Sus ojos cobrizos miraron el rostro pecoso de Ace quien le observaba desde su altura con una sonrisa cálida, una que causó muchas sensaciones en ella.

¿Qué estaba pasándole?

───Yo... está bien. ───Asintió con un rubor leve en el rostro, no comprendiendo muy bien qué más decir al respecto.

Y su respuesta solo dio pie a que el azabache la llevara de la mano a diferentes locales de ropa, donde la dejó llevarse montones de atuendos que iban acorde a ella y todo lo que era, aunque había sido bastante chistoso la parte en la que fueron por ropa interior ya que él era muy ingenuo con ese tipo de cosas, y Nahir tuvo que tomar todo a velocidad inhumana por tan solo verlo estirar unas bragas con los dedos como si fuese un juguete o algo similar.

Ace en verdad era...

───Bien, tenemos todo incluyendo tus artículos de uso personal, ahora... ¿a dónde quieres ir? ───Preguntó con expresión monótona aunque no estaba aburrido, simplemente se sentía relajado llevando las bolsas de compra con todo lo que Nahir necesitaba.

Ella por su parte se detuvo de forma abrupta al ver una vitrina con dulces, diferentes tipos de dulces exhibidos en una tienda de pastelería que prácticamente le estaba gritando a que entrara y degustara cada uno de ellos.

Ace notó a dónde estaba mirando, y realmente también sintió antojo por uno de esos dulces.

───¿Quieres uno? ───Le preguntó tras haber acercado su rostro al de ella observando la vitrina, cosa la que hizo sobresaltarse.

Miró a Ace de reojo, y asintió despacio.───No he comido uno desde que fui raptada.

El chico sonrió de lado, y con un gesto de que le siguiera caminaron ambos dentro de la pastelería.

Para Nahir, ese era uno de sus pequeños sueños por hacer realidad desde que estuvo cautiva. Con Ace sentía que ya no tenía que mantener la guardia alta, como si una atmósfera tranquila y segura la rodeara al respecto.

Y verlo allí pagar por uno de cada tipo de dulce para que ambos pudieran probar solo le confirmó una cosa: ese chico con rostro lleno de pecas era diferente al resto de piratas.

Él era su excepción.

Me disculpan la tardanza ayyyy dkgkkdkf pero al fin! Pude sacar algo 🤭 de aquí empieza la historia de amor de estos dos 🥹 gracias por leer y no olviden votar por fas ✨

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me disculpan la tardanza ayyyy dkgkkdkf pero al fin! Pude sacar algo 🤭 de aquí empieza la historia de amor de estos dos 🥹 gracias por leer y no olviden votar por fas ✨

━━𝙒𝙖𝙧𝙢𝙩𝙝 | portgas d. aceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora