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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ╰┈➤En la frialdad de una celda, cautiva como un ave de las islas del sur, sus ojos vislumbran la esperanza en forma de hombre con rostro pecoso y una sonrisa capaz de derretir barreras que había creado durante su sufrimiento.
Ace... la...
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Los dedos tersos y delgados de la pelirroja trazaban el tatuaje de la tripulación de Barbablanca en la espalda de Ace, quien tenía una expresión relajada y pacífica tras una tarde apasionada entre ambos; a Nahir le parecía hechizante ver cómo la tinta se enmarcaba mejor en los músculos definidos del pecoso, haciéndolo más hipnotizante para ella.
───Dices que es tu orgullo, ¿cierto? ───Preguntó en voz baja, no queriendo alterar la atmósfera pacífica entre ellos.
El azabache sonrió con los ojos cerrados.───Por supuesto, ser parte de la tripulación de padre es lo mejor que pudo pasarme en la vida, aunque al principio no lo viera así.
Nahir tuvo un rostro confundido ante esas palabras, cesando sus caricias en la espalda de Ace para verlo con más curiosidad, ¿desde un principio él no quería a Barbablanca?
───¿En serio? ¿Podrías contarme esa historia?
Ante la pregunta de la chica, Ace se giró quedando boca arriba para poder verla a la cara; sus ojos se pasearon traviesamente por el cuerpo escultural de Nahir, notando las marcas de mordidas y succiones que él había ocasionado en su cuerpo minutos atrás. Era como ver una obra de arte hecho por él mismo, y le encantaba en demasía.
───Bueno, preciosa. ───Suspiró acariciando los brazos de la chica suavemente, mirando hacia el techo del camarote tras rememorar esos dos años atrás cuando tenía diecisiete.─── empecé a andar en altamar a los diecisiete, me despedí de mi hermano pequeño por juramento para convertirme en pirata.
Nahir colocó sus brazos sobre el pecho de Ace, apoyando su mentón sobre estos para mirarlo con atención mientras él trasladaba las caricias a la espalda blanquecina de la chica.
»───Había comenzado una pequeña tripulación llamada Ace of Spades, una combinación de mi nombre y ese juego de póker. Mi meta era convertirme en el rey de los piratas tras conseguir el One Piece, sin embargo... también estaba esa idea de que si vencía a uno de los piratas más grandes del mundo, podría ser un Yonko.
La pelirroja escuchaba con total asombro la narración de Ace, y es que jamás pensó que él era ambicioso en ese aspecto.
El azabache sonrió volviendo a cerrar los ojos.───Fue estúpido de mi parte creer que podía ganarle a Barbablanca, como esa vez que lo enfrenté y derrotó a toda mi tripulación sin esfuerzo. Pero jamás olvidaré esas palabras que me invitaban a ser su hijo.
Esa palabra hizo eco en Nahir también, Barbablanca le había pedido convertirse en su hija y la verdad era que se sentía en casa tras esas semanas casi ya en meses que vivió en el barco; tampoco pensó que iba a formar parte de una de las tripulaciones más temidas en todos los mares.
───¿Y te uniste a él al instante?
───Heh, podría decirse que intenté matarlo muchas veces en su camarote y demás, pero siempre terminaba derrotado por él hasta que simplemente lo acepté en algún punto, dándome cuenta de que... Padre siempre haría lo que sea por sus hijos, y nunca tuve un padre conmigo a excepción del anciano Garp. ───Una risa brotó de su boca al recordar a su abuelo adoptivo, aunque ahora no estuvieran en buenos términos debido al rumbo que tomó.─── Barbablanca me dio un propósito, y ese es convertirlo en el próximo rey de los piratas.
