XII: En esta vida y en la otra

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Solo unos milímetros más

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Solo unos milímetros más... solo era eso.

───Ace... ───La voz débil de Nahir tras la batalla contra Teach lo llamó como pudo.

Ambos estaban tirados en el suelo, estirando los brazos para siquiera poder sentir el tacto de las puntas de sus dedos aunque solo fuese un momento, solo para que los piratas de Barbanegra se llevaran al pecoso a la fuerza, listos para entregarlo a la marina.

───Nahir...

El dolor y arrepentimiento en su voz era palpable, había hecho que la lastimaran y ahora veía cómo la alejaban de él en ese momento tan desesperante y humillante para sí mismo, cuando pudo hacerle caso a padre de no ir por Barbanegra cuando no era rival para él. Pero no iba a perdonarse nunca que Nahir fuera la que saliera peor parada en todo esto al oír las palabras más tenebrosas a continuación:

───La chica es la última mermoniana con vida, llévenla a Sabaody para que sea vendida y luego reclamamos el dinero.

«No... demonios, ¡no!»

───¡Maldito Teach! ¡Déjala fuera de todo esto! ───El coraje en la voz era notorio, la frustración y el dolor pintaban con dolor encarnizado su interior.

¿De nuevo estaría cautiva? ¿De nuevo estaría privada de la libertad que ella se merecía?

───¡No! ¡Déjenme ir! ¡Quiero que me lleven contigo! ¡ACE! ¡ACE! ───Fue demasiado doloroso oír los gritos angustiantes y desgarradores de ella al verla ser tomada por la fuerza por los piratas de Teach.

La cólera y el dolor se veían en sus orbes oscuros mientras cada vez más ambos eran alejados el uno del otro, rumbos distintos que solo terminarían en suma agonía al no estar juntos, separados por algo que él pudo prevenir si tan solo su sed de venganza por su camarada no hubiera sido mayor que su amor por ella.

Por el orgullo que caía como una maldición sobre sí mismo, alejándolo de lo que más amaba y era más importante para él.

Barbanegra solo se rió palmeando el hombro de Ace que seguía arrodillado en el suelo, atado de manos mientras ya no veía la silueta de Nahir al frente suyo, solo dolor y la ira latente en su ser como una llama que jamás se apagaría.

───Tú vas a pagar con creces por esto, una cosa es llevarme a mí como perro a la Marina... pero una muy distinta es tocar a mi mujer y llevarla como un animal cazado a un lugar donde no hay humanidad alguna... ───La voz de Ace era bastante intimidante a pesar de estar malherido luego de aquella batalla.

───Bah, muchacho... te falta mucho por entender cómo es realmente la vida pirata.

Y eso era solo el comienzo del sufrimiento de ambos.

Y eso era solo el comienzo del sufrimiento de ambos

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━━𝙒𝙖𝙧𝙢𝙩𝙝 | portgas d. aceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora