•Cap 14•
Jeongin afirmaba de la cintura a Han mientras ambos se besaban sentados en la cama del de pelo negro. Recorría sus labios con la lengua, delineando a detalle todo su contorno.
Nunca pensó que se sentiría tan bien el poder volver a besarlo.
El castaño mordió el labio inferior de Yang, estirándolo, haciendo que este soltara un suspiro cuando el mas bajo se volvió a adentrar en su cavidad.
Han tomó el rostro de su amigo y le dio varios besos cortos para luego volver a profundizar pasando una pierna por encima de Jeongin sentándose en su regazo.
—¡Hijo llegó Seungmin! —gritó su mamá desde la planta baja haciendo que ambos saltaran en sus puestos separándose enseguida y frenando su excitante sesión.
—¿Seungmin? —preguntó el castaño con desagrado mientras acomodaba su ropa y cabello.
—Si, es que lo invite a la fiesta, quiero que conozca a los demás y se integre al grupo —dijo Jeongin poniéndose una polera.
—¿No que a ese no le gustan las fiestas? A parte para qué quieres que se integre —frunció el ceño.
—Ya no seas así, Hannie, él es bueno.
La puerta se abrió revelando al motivo de su charla.
—¡Hola Innie! —se lanzó a sus brazos con emoción, notando de pronto al otro chico en aquella habitación —. Oh... Han —pausó su emoción al ver al castaño.
—Oh, Seungmin —lo saludó de vuelta de igual forma.
Yang apretó su tabique. Quizás juntar a esos dos primero no había sido buena idea. Solo esperaba que se llevara bien con los demás.
La alarma de Chan sonó en algún lugar de la cama despertando primero a Felix. Con los ojos cerrados palpo el lugar sintiendo el cuerpo fornido pegado a su espalda.
Se despegó de este totalmente adolorido y con la cabeza punzando. Chan dormía con la boca abierta causándole una risita.
Al final sí había logrado estar en la fiesta bajo los reclamos constantes de Minho, claro, pero no podía quedarse encerrado en su habitación para siempre. Al menos se había controlado con el alcohol y solo había bebido un vaso.
Ambos tenían el famoso polvo blanco pegado en sus cuerpos, al de pelo naranjo se le había dado vuelta.
—Oh, mierda —se quejó Felix con dolor de cabeza mientras apagaba la alarma del móvil ajeno.
—¿Pasó algo, bonito? —despertó, sintiendo su cuerpo pegajoso.
El más bajito estaba desnudo y con el pelo alborotado. Una imagen que simplemente le encantaba.
—Solo me siento adolorido —se restregó un ojo con sueño.
—Te ves tan hermoso con este look de recién folladito —le dijo besándole el cuello.
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Sweet Secret ◇ Hyunlix
JugendliteraturLee Felix disfruta de las fiestas y los excesos que estas le otorgan manteniéndose en un estado de descontrol. Sabe que debe parar, ya que acaba de titularse como profesor y ha entrado a trabajar en una escuela donde inesperadamente a logrado despe...