Cinnamon Boy (L.S Omegaverse)

Were chaos and beauty intertwined

Dos golpes secos y precisos resonaron en la gran puerta de la oficina de Harry, quien había estado concretando tratos desde muy temprano en la mañana.

- Adelante- dijo el alfa levantando la vista por primera vez en horas del mapa de rutas comerciales.

- ¿Me llamabas?- dijo Zayn a modo de saludo mientras ingresaba a la habitación y tomaba asiento frente a Harry.

- Sí, quiero que investigues a alguien. Es un chico llamado Louis, de baja estatura, ojos azules y cabello castaño. Tráeme toda la información que encuentres sobre él, te enviaré la ubicación del lugar donde podrías encontrarlo.-dijo Harry sin mostrar ninguna emoción en su rostro. Zayn se quedó mirándolo por unos segundos antes de asentir y retirarse de la oficina sin decir nada más, sabía que a Harry no le gustaban las preguntas.

El rizado seguía intrigado por Louis y todo lo que representaba su presencia, en sus ojos cristalinos y mejillas levemente sonrojadas, y en especial su olor. El olor de Louis era como un rayo de luz luego de muchos años de oscuridad, hacía que se sintiera parte de este mundo otra vez. No podía dejar ir algo así tan fácilmente.

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Al cabo de unos días Zayn volvió a llamar a su oficina sosteniendo un sobre en sus manos, el cual dejó sobre el escritorio.

- Louis Tomlinson de 20 años, nacido en Doncaster pero vive actualmente en Londres junto a su papá, madrastra y hermanastro. No tiene hermanos de sangre y no se registran datos de su mamá biológica. Su actual familia es dueña de una de las cadenas farmacéuticas más relevantes del país, sin embargo él no está involucrado en dichos negocios. Se graduó de la secundaria hace un año y medio y ahora tiene trabajos de medio tiempo en un supermercado y un café. Parece un chico solitario, no lo he visto junto a ningún amigo y tampoco tiene redes sociales. Su rutina es la misma todos los días, solo sale de casa para ir a sus trabajos y ocasionalmente a una tienda de utensilios e insumos de repostería.-le informó Zayn hablando fluidamente y con facilidad, muy propio de alguien que llevaba haciendo el mismo trabajo por años.

- Ya veo, quiero que lo traigas, sé discreto.-soltó a secas Harry.

- No parece ser del tipo que se metería en estos problemas- dijo Zayn con ojos preocupados, casi como si le pidiera a Harry que tuviera piedad de ese chico. El ojimiel tenía un corazón demasiado blando cuando se trataba de casos como este, lo cual Harry siempre señaló que le causaría problemas perteneciendo a un mundo como ese. 

- No importa, solo tráelo y ya está- respondió Harry mientras se paraba de su silla y caminaba hacia la ventana, dándole la espalda a Zayn.

- Uhh... ¿A qué bodega debería llevarlo entonces?- preguntó Zayn luciendo confundido y teniendo los hombros tensionados.

- A ninguna, te dije que lo traigas aquí- respondió Harry empezando a perder su paciencia y volteando a mirar a Zayn.

- ¿Estás seguro, H? Sabes que es un riesgo grande, puedo conseguirte a otro chico si es lo que quieres- dijo Zayn con una voz calmada, la que siempre usaba cuando Harry estaba a punto de tomar una mala decisión.

- Que sí, mierda, solo tráelo- gruñó Harry mientras su olor se hacía más picante y se regaba por la habitación.

- Está bien, lo entiendo, fiera- dijo Zayn alzando ambas manos en señal de paz y riendo al ver que, en ese punto, Harry ya lo estaba apuntando con su pistola.

- Sé cuidadoso- dijo Harry en voz baja, como si estuviera compartiendo un secreto.- No quiero un solo rasguño en su cuerpo.- Y con esa última orden, Zayn emprendió camino hacia el vecindario de Louis, sintiendo una gran inquietud y formulando cada vez más interrogantes. 

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La presión en el pecho del alfa aumentó con el paso de los minutos. Zayn se había ido hace tres horas, por lo que debería llegar pronto. Harry se había rendido definitivamente luego de media hora sin poder encontrar coherencia en las palabras que aparecían en sus documentos, lo único que hacía era jalar sus rizos sin cuidado y juguetear con los anillos en sus dedos. Para cuando el alfa se sentía cerca de la locura, Zayn ingresó a su oficina.

- Está en la habitación del segundo piso, tal como ordenaste.- anunció Zayn luciendo un poco pálido.

- Bien, yo me encargo desde ahora.- dijo Harry y salió prácticamente corriendo en dirección a las escaleras, sintiendo su corazón agitarse al subir cada escalón. Se detuvo al llegar a la habitación que había mandado preparar para Louis, cerrando sus ojos intentando ordenar sus pensamientos.

Es probable que lo que estuviera haciendo fuera incorrecto, aunque ese nunca había sido un factor determinante para alguien como él. Siendo honesto no tenía idea de qué haría una vez que entrara a la habitación, o mucho menos qué haría en los siguientes días. Realmente no lo pensó en detalle cuando le dio la orden a Zayn. 

Louis va a odiarme- Ese pensamiento hizo que Harry se sintiera como un cachorro. Se sentía torpe en su cuerpo increíblemente grande.

El calor en su pecho lo sacó de sus pensamientos y, retomando su rostro inexpresivo, tomó firmemente el tomo de la puerta. Al entrar, unos ojos azules ya lo estaban mirando, como si hubieran advertido su presencia desde hace rato. Harry se quedó paralizado al ver la expresión en el rostro del omega; tan delicado, con una piel que parecía tan suave, tan limpia... todo lo contrario a él. Desde ese momento la vida de ambos empezó un camino sin retorno, tal vez Harry era el principal responsable de lo que estuviera ocurriendo, o quizá era obra del universo mismo. De cualquier manera, en esa noche estaban el caos y la belleza entrelazados, mirándose fijamente con corazones retumbando fuertemente en sus pechos.