Capítulo 2.

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Jimin tragó duro cuando el chico rubio se quedó solo ahí, observándolo semi desnudo ¿Iba a violarlo? Su cuerpo se tensó y el miedo lo azotó.

— Tu dulce aroma se está volviendo agrio —comentó el león pensativo. —No debes temer, mi intención no es lastimarte. Realmente me sorprende que mi animal haya escogido por traerte aquí.

Yoongi quiso reír de la ternura ante el rostro confundido del peli naranja. Mordió su labio inferior tratando de tragar todas las preguntas que amenazaban con salir de su boca, no quería presionarlo.

—Yoongi —lo llamó otra voz fuera de la habitación. —Papá te busca, deberías bajar o va a enfadarse y no quiero lidiar con él en ese estado.

—Ahora voy —respondió el rubio de mala gana mientras maldecía entre dientes. — ¿En qué momento no está enfadado? —pero su hermana no le contesto, ByulYi solo se fue.

Yoongi suspiró caminando hasta su enorme armario, buscó unos jeans negros y un suéter del mismo color para ponérselos con rapidez. El chico en la cama observaba todo sin moverse y con paciencia ¿Que se suponía que iba a hacer? ¿Huir? Estaba muy cómodo en las sábanas, parecían de alta costura.

—No puedes irte —dijo el rubio terminando de vestirse llamando su atención. —Mi nombre es Yoongi, hijo del líder de la manada de leones y si te encuentro al volver prometo protegerte en lo que comprendo a mi animal aunque estoy casi seguro de lo que quiere.

—Jimin —dijo con voz suave, hace años no usaba sus cuerdas vocales. —Mi nombre es Jimin.

—Muy bien, Jimin —el alfa león sonrió complacido. —Puedes bañarte y usar lo que tengas ganas de mi armario, puedes hacer lo que se te venga en gana siempre y cuando no abandones la habitación por ahora ¿Está bien?

Jimin asintió desde su lugar viendo a Yoongi mirarse una última vez en el espejo antes de irse. El peli naranja suspiró abandonando la cama ¿Hijo del líder de la manada, eh? Exploró la enorme habitación en la cual había muchas puertas, una de ellas daba a un espacioso baño el cual el omega zorro encantado iba a usar ¿Hace cuánto no se daba un baño con agua caliente? Gimió ante la idea del agua caliente relajando sus músculos y shampoo de calidad lavando su cabello, no quería pensar en lo que le podía esperar cuando el alfa león volviera. Tenía que aprovechar en momento.

***

Yoongi bajó de mala gana al comedor donde el servicio estaba preparando la mesa, sabía que su padre estaba en el gran salón tomando el té con algún invitado más los ignoró. Se escabulló hasta la cocina donde estaba el padre de su mejor amigo preparando la cena.

—Señor Jeon —llamó cantarina mente al cocinero, este le hizo reverencia en señal de respeto y de que lo estaba escuchando. —Necesito que prepare hamburguesas para más tarde, dos.

—Puede pasar por ellas después del postre —informo, Yoongi adoraba que no se entrometieran en sus cosas y no estuvieran preguntando. Los Jeon eran una familia realmente agradable, algunas veces deseaba ser parte de ellos. No estaría mal ser híbrido tigre.

Abandonó la cocina yendo al comedor, había un chico desconocido ahí.

—Ah, hijo mío —saludó JiYong al rubio mientras se sentaba seguido de su esposa. —Él es Kim Taehyung, una pantera —Yoongi se reverencio en señal de respeto y el chico lo imitó. —Un omega, como tanto querías —el rubio rodó los ojos tomando asiento en su lugar. —Hay leones en su familia.

Yoongi no pudo evitar pensar en el lindo y dulce zorrito en su habitación. El león se había fascinado con el extraño ¿Qué hacía un zorro solo? Cenó sin demasiado interés en la comida, la charla o el omega pantera frente a él. Ahora que le prestaba atención no estaba nada mal, de hecho era hermoso pero no lo cautivaba.

—Yoongi —la voz de su madre irrumpió sus pensamientos. —Luces distraído, ni siquiera le prestas atención a nuestro invitado.

—Está así desde que volvió del otro lado del río —delató su hermana.

—Moon —gruñó el rubio en advertencia.

— ¿Es así, Yoongi? ¿Atravesaste la frontera? —había reproche en el tono de voz de su padre.

—No estoy de humor para esto —admitió lo suficientemente alto como para que todos lo escucharán claro. —Lamento no prestar atención, Taehyung —el otro asintió en silencio. —Simplemente no estoy de ánimos.

—No hay problema —respondió con amabilidad. —Podemos conversar después, tu padre me invitó a quedarme durante unos días.

Yoongi sonrió a la pantera y miró a su progenitor de mala gana mientras se levantaba de su lugar para abandonar el comedor a paso apresurado. Pasó por la cocina donde el chef había preparado unas jugosas hamburguesas con papas ordenadas sobre una bandeja la cual tomó para subir a su habitación.

Una vez en el pasillo frente a su puerta, sujetó la bandeja con firmeza en una mano mientras abría la puerta con la otra. Se adentró a su habitación cerrando detrás de él, dejó la bandeja sobre la mesa de centro a uno de sus costados para prestar atención a una dulce melodía, alguien tarareaba una canción y ese alguien estaba en el baño.

Frunció el ceño caminando hasta la puerta que daba con su baño privado la cual no estaba del todo cerrada, se asomó un poco para darse cuenta de que se trataba de Jimin dándose un burbujeante baño.

— ¿Disfrutando de los lujos del heredero al liderazgo? —preguntó ingresando al baño.

Jimin se hundió más en la bañera, el agua llegaba a su cuello dejando su cara y rodillas a la vista. Las mejillas del zorro adquirieron un adorable carmesí. Yoongi amo la forma en que el agua que escurría de su cabello delineaba el contorno de sus mejillas hasta una parte de su cuello.

—Pasé mucho tiempo viviendo a la intemperie en mi forma animal —explicó sin mirarlo, agradeció mentalmente haber puesto jabón para las burbujas o su cuerpo desnudo se vería a través del agua. —Pensé que lo primero que podría hacer era ducharme con agua caliente, el agua del río está fría.

— ¿No viven en manada los omegas? —preguntó procesando la información. —¿Fuiste marginado?

Jimin no respondió, estaba pensando si contarle o no porque era un extraño el cual apenas conocía su nombre y línea jerárquica pero ¿Y si moría? No quería ir con su secreto a la tumba.

—Huí —aceptó en voz alta. —Y no te lo digo porque confíe en ti —admitió bajo la mirada evaluadora del león. —Siento que voy a morir en cualquier momento, prefiero sacarlo fuera antes de morir con ello.

—No vas a morir, no voy a permitir eso —el león tomó el control durante unos segundos, Jimin se dio cuenta de que el iris del chico cambiaba cuando su animal hacia acto de presencia.

—Como sea —el peli naranja suspiró. —Era huir o vivir condenado a maltratos y esclavitud.

— ¿Qué?

Antes de que Yoongi pudiera seguir hablando el zorro lo interrumpió. — ¿Podrías irte? Quiero vestirme —le pidió amablemente.

Yoongi asintió pensativo. —Claro, te espero afuera con la cena. —y se fue cerrando la puerta.

Jimin abandonó la bañera con precaución, tomó una toalla y la ropa que había tomado del armario del león. Trató de calmar su corazón pero no fue simple, el rubio le daba la impresión de que podía leerlo como a una revista. Simplemente era extraño, después de unos minutos estuvo listo y abandonó el baño.

La habitación de Yoongi no parecía una, de hecho era una especie de mono ambiente sin cocina. Caminó a lo que parecía la parte de la sala, un enorme sillón frente a una mesita de centro y un plasma después.

El rubio contempló a Jimin con uno de sus suéteres favoritos el cual le quedaba como dos talles más grande, unos jeans color vino ajustándose a sus musculosos muslos los cuales no sabía que tenía. Ahora los labios del peli naranja tenían un tenue color rosa y su piel parecía más bronceada, simplemente hermoso.

El rubio palmeó el sillón para que el zorro se sentara y este obedeció.

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