Capítulo 7

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—A ver si comprendes Kim —dijo Jiyong perdiendo la paciencia. —Tú tienes que quedarte con mi hijo y no me interesa lo que hagas para obtenerlo, sedúcelo o sabotea a Jimin, si quieres ambas pero no puedes dejar que ese asqueroso zorro se quede con mi hijo y el liderazgo de este clan.

—Es difícil teniendo en cuenta que Yoongi no me interesa —contestó Taehyung cruzado de brazos. —No voy a sabotear a Jimin, parece un buen chico.

— ¿Hace falta que te recuerde tu lugar y el de tu familia? —inquirió el señor Min.

—Por algo estoy aquí ¿No? Se perfectamente la condición de mi familia —respondió el omega pantera evitando la mirada del león.

—Entonces será mejor que cumplas o sabes lo que puede pasarle a tu familia —comentó el líder sonriendo. —Sería una lástima que tu rostro se vea arruinado, eres una pantera realmente preciosa.

Taehyung suspiró y asintió, abandonó el despacho de Jiyong conteniendo las lágrimas. Sin duda estaba condenado a estar con alguien quién no le atraía en lo más mínimo, los tipos de carácter tan volátil como el de Yoongi no le iban en lo más mínimo, rebeldes desde la cuna y luchadores natos. Taehyung no tenía madera para ser solo una pieza de decoración al lado de un líder, él quería algo más que eso pero no le quedaba de otra.

Se encontró con Jeon en los pasillos, sabía que el tigre aspiraba a consejero del futuro líder y ese era un lugar más práctico e interesante. Ya conocía al tigre, de hecho fueron a la secundaria juntos y aunque jamás lo hubiera admitido en voz alta desarrollo cierta atracción por Jungkook la cual persistía pero era una distracción de su verdadero objetivo.

Aprovechó que Yoongi estaba ocupado y Jimin había salido con las leonas para poner su plan en marcha.

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Jimin estaba de lo más emocionado, las leonas lo habían invitado a cazar pero el problema era que él no podía morder a la presa pero si acorralarla. No debía mostrar esa parte híbrida, debía enterrar la parte de él que heredó de su madre. 

—Vamos, Jim —lo alentó Moon. —Nosotras haremos el trabajo pesado, tu solo finge ser la única amenaza.

— ¿Cuántas veces hacen esto? —preguntó tímido.

—Una vez por semana —respondió Suran.

Habían recorrido kilómetros en camionetas para llegará un campo lleno de diferentes animales, las leonas estaban por una cebra.

—Se ve y suena cruel pero los leones necesitamos carne, al igual que el resto de la manada. —comentó Mon antes de tomar su forma animal.

El resto de las leonas imitaron a su líder, Jimin simplemente no pudo ¿Un pequeño zorro entre leonas enormes y fuertes? Él no era competencia para una cebra, solía cazar presas más pequeñas pero bueno, no quedaba otra que ser el cebo.

El zorro tomó su forma animal y empezó a correr hacia la cebra mientras las leonas tomaban su lugar acorralando a las presas escondiéndose entre los pastizales.

Jimin hizo lo que le pidieron, las asustó y estás corrieron directamente a la trampa mortal.

Ahí se dio cuenta de que así era el mundo, o te cazan o eres el que va por ello. Jimin se sentía una cebra bajo la caza de las hienas, aunque ahora contaba con la protección de un enorme León no se sentía tranquilo. Miró hacia todas direcciones, sus perseguidores podrían estar por cualquier lugar.

La leona de Suran se le acercó con el hocico manchado de rojo y le hizo una seña de que la siguiera de vuelta a las camionetas. Todas volvieron a su forma humana notando lo diferente que se veía su pequeño amigo.

—Ya entiendo porque Yoongi te escogió —habló una de las leonas, WheeIn. —Eres un zorro hermoso, tu pelaje es precioso —alagó.

Pero Jimin seguía perdido en sus pensamientos al nivel que llegó a preocupar.

—Moon —la llamó Suran tomando la mano helada del zorro.

— ¿Qué pasó, Minnie? —cuestionó la mujer líder. —Si Yoongi te ve así después de cazar con nosotras va a matarme. —al escuchar el nombre del León, Jimin pareció volver a sí mismo. —Puedes contar con nosotras.

Suran abrió la puerta de una de las camionetas para que el omega pudiera sentarse, Jimin suspiró mirándolas a todas. Las leonas estaban expectantes a cualquier cosa que fuera a decir.

—Cuando Yoongi me encontró me estaba escondiendo de las hienas —confesó abrazándose a sí mismo. —Mi padre me vendió a las hienas cuando era adolescente, después de presentarme como omega.

— ¡Maldito hijo de puta! —protestó Moon.

—Estás seguro aquí, cariño —contestó Suran. —Además de ser de interés del futuro líder de la manada eres nuestro amigo, no permitiremos que nada te dañe.

—Suran tiene razón —dijo otra leona, Hyejin. —Eres uno de nosotras.

—Exacto —añadió WheeIn.

Todas las leonas estuvieron de acuerdo, Jimin se sintió parte de algo después de tanto tiempo ¿Era cosa del destino? Se sentía valorado y querido por esas mujeres, ellas eran lo más parecido que tenía a una familia.

Volvieron en las camionetas con sus presas lo más rápido que pudieron, Jimin apenas se bajó del vehículo tuvo la necesidad de buscar a Yoongi. El zorro estaba muy emocionado, preguntó a varias personas de servicio pero cada persona contestaba algo diferente. Jimin se decidió por esperarlo en su habitación pero su sorpresa fue otra cuando entro a la alcoba del futuro líder.

Toda su emoción se esfumó, la cama estaba desordenada y el aroma de la pantera por todas partes, incluyendo prendas íntimas. El animal en Jimin quiso mostrar los dientes pero se contuvo y respiró hondo, cerró la puerta de golpe.

Jimin cerró los ojos tratando de rastrear al león pero había muchos aromas diferentes, decidió dejarlo pasar e ir a la cocina por algo de comer. Ahora por lo menos sabía dónde estaban los lugares básicos: la cocina, la biblioteca y su habitación en el mismo pasillo que la de Yoongi a pedido del mismo.

— ¿Cómo le va joven Jimin? —el zorro identificó al padre de Jungkook.

—Bien, supongo ¿Y usted? —respondió tratando de ser cortés.

—Bastante bien ¿Te apetece comer algo? —Jimin le sonrió y asintió. —Dime lo que deseas y lo prepararé para ti.

—Sorpréndame —respondió sentándose en la isla de la cocina.

El hombre se dio media vuelta moviéndose en la cocina como todo un experto, Jimin vio ingresar a Jungkook al lugar maldiciendo entre dientes.

—Hola Kook —lo saludó fingiendo una sonrisa.

—Hola, Jimin ¿Te probaste los trajes que dejaron en tu habitación para esta noche? —el omega se mordió el labio inferior mientras negaba. —Es una noche importante, por la diosa luna.

—Apenas va a ser medio día —intervino el señor Jeon. —Déjalo respirar.

—Por cierto Jungkook ¿Dónde está Yoongi? Necesito hablar con él cuando termine de comer —pidió amablemente.

—Voy a buscarlo y decirle que necesitas verlo.

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