Capítulo 11.

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Yoongi y Jimin despertaron en los brazos del otro algo alarmados por ruidos fuera de la carpa. El león no dudo en pedirle al zorro que se quedara adentro en lo que salía a inspeccionar el lugar.

Yoongi se encontró con gente de su clan, a pedido de su padre habían salido a buscarlo ya que no había rastro de él, Taehyung o Jimin dentro de la gran mansión.

Yoongi les pidió a su gente que volviera, que le dijera a su padre que lo único que necesitaba saber era que estaba vivo y sus hombres obedecieron. El león volvió a los adentros de la carpa contándole a Jimin lo sucedido y este no hizo más que abrazarse a sí mismo mientras se mordía las uñas.

—Taehyung y Jungkook no volvieron —dijo lo obvio. —Tengo miedo por ellos.

—Están bien, los dos saben defenderse si eso es lo que realmente te preocupa.

Jimin no dudó en acurrucarse en los brazos de Yoongi, el zorro permanecía algo somnoliento y que el león acariciara su cabello naranja no ayudaba mucho. El zorro volvió a dormirse, en lo que Yoongi se mantenía pensativo. Iba a proteger a Jimin de cualquiera aunque eso lo lleve a enfrentarse a su propio progenitor porque lo que su padre había hecho con Taehyung no tenía nombre.

Se recostó en una de las colchas en el piso con Jimin en brazos, definitivamente iba a volver a dormir.

🦊🦁

Esta vez lo que puso alerta a la pareja fue un jadeó y maldiciones. Jimin vio como la mano de Taehyung tomaba uno de los bolsos. El zorro abandonó los brazos del león para salir de la carpa, Taehyung y Jungkook estaban vistiéndose mientras se miraban con molestia.

—Ve el cuello de Taehyung —murmuró Yoongi en su oído.

Una mordida.

—Ustedes... —empezó Jimin.

—Creí que eras lo suficientemente fuerte para controlar a tu estúpido animal —se quejó la pantera.

—Y yo pensé que eras lo suficientemente inteligente como para detenerte antes de que me anudara a ti —respondió Jungkook en el mismo tono. —Y si tanto te molesta que sea tu compañero podrías...

—¿Aun no lo entendiste idiota? —cuestionó Taehyung terminando de vestirse. —El problema no es que seas mi compañero, tuve el maldito mejor orgasmo de mi vida ¡El problema es que puse en juego el cuello de mi familia poniendo mis deseos por encima de mi lado racional!

Los cuatro se quedaron en silencio, era tan incómodo que Taehyung quería gritar histérico ¿Qué iba a hacer ahora? Empezaba a desesperarse hasta que sintió la mano de Jimin sobre su brazo.

—Todo va a estar bien —aseguró el zorro. —Deberíamos volver y buscar medicina para ti, sé cómo cubrir la mordida pero tú debes encargarte de...

—No puedo dejarlo ahora —se apresuró a hablar Jungkook. —No puedo permitir que...

—Primero deberían calmarse —habló Jimin con tranquilidad. —Segundo, pensemos en frío y con cuidado, para nadie va a pasar desapercibido que están enlazados. —el peli naranja trató de transmitir su calma para que Taehyung se relajara. —Y tercero, dejen de pelear porque ahora están enlazados. Creo que es demasiado tarde para dar un monólogo porque no hicieron caso y fueron imprudentes.

Jungkook hizo una mueca. —No hagas eso Jeon, porque Jimin tiene razón —habló Yoongi. —Fueron imprudentes cuando sabían los peligros que corrían.

—No me arrepiento de nada —admitió el alfa tigre.

Taehyung se soltó del agarre del zorro con delicadeza para darle un zape al castaño. —¡Tú no tienes que cargar con la marca e ir corriendo por pastillas!

Jungkook se sobó la zona del golpe y Taehyung volvió con Jimin mientras este lo consolaba. Definitivamente estaban en medio de un gran conflicto, no sabían cómo el líder de la manada iba a tomarse que el chico que esperaba casar con su hijo ahora estaba relacionado con otro.

—Será mejor que no volvamos a casa —opinó Yoongi. —Deberíamos quedarnos en otro lugar en lo que Jungkook y Taehyung se acostumbran a la unión además de descansar nosotros también —el rubio miraba al peli naranja con seriedad. —Podemos quedarnos en la casa que tenemos para vacacionar a unos kilómetros de aquí cerca de un lago, es muy agradable.

—¿Cómo se supone que haremos? —quiso saber Taehyung.

—Podemos quedarnos en algún motel cerca de la entrada en lo que llamo a una persona de confianza —propuso el león.

—Jungkook podría avisar que te vas con Taehyung para que tú padre esté tranquilo —dijo Jimin. —Es su oportunidad para pensar en algo mientras las aguas se calman y la familia de Tae estará a salvo durante ese tiempo.

—No puedo permitir que hagan tal cosa por mi —se apresuró a decir la pantera. —Debo hacerme cargo de mis errores, no creo que tú padre...

—Él es de los que cumplen su palabra, Taehyung —lo interrumpió Yoongi con una expresión sombría. —No confío en él.

—¿Y si sacamos a su familia de la mira de tu padre? —cuestionó Jungkook a Yoongi.

—Ellos no van a dejar la casa y su prestigio reciente por su estúpido hijo menor —se quejó Taehyung, se estaba poniendo histérico. —Por favor, ellos no moverían un dedo por mi y menos ahora que tienen lo que siempre quisieron.

—¿Y por qué haces todo esto por ello entonces? —quiso saber el castaño. —Tienen lo que tienen gracias a ti, gracias a que tú sacrificas tu felicidad por un puesto en el poder, puesto que no obtendrás porque no soy más que el mejor amigo del hijo del líder.

—¡Mantengan la calma! —exclamó Jimin tratando de calmarse él. —Me ponen nervioso diciendo todas esas cosas, por la mierda, vivir a la intemperie en mi forma animal era más relajante que esto. —se quejó respirando hondo. —Por favor, Yoongi enfrenta a tu padre por una vez y tú Jungkook haz lo mismo por tu compañero ¿Dónde quedaron sus agallas? ¿Tanto miedo le tienen a un simple león? Porque sin el apoyo de las personas Jiyong sería uno más.

Los tres se quedaron en absoluto silencio, demasiado enfrascados en sus propios pensamientos mientras Jimin se quejaba en voz alta ¿Por qué tenían que hacer las cosas tan difíciles y lloriquear por todo? Por el amor de la diosa luna.

—Jimin tiene razón —habló Taehyung. —Deberíamos volver y voy a renunciar a todo esto, si no saben nada de mí o mi familia ya tienen una idea de quién fue.

—No puedo perderte de esa forma —sr apresuró a decir Jungkook. —No ahora, yo...

—No vas a perder nada —interrumpió Yoongi. —Voy a resolver esto, a demás, no falta mucho para mí nombramiento. No olvides que aspiras a mi mano derecha, Jungkook y cuando eso pase no tendrás tiempo para el cortejo.

Se dispusieron a volver pero no esperaban encontrarse con el inicio del caos.

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