Capítulo 13.

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Yoongi estaba atado completamente a una silla, totalmente inmovilizado al igual que Jungkook. Había un par de cuerpos en el piso a los que identificó como la seguridad de esta zona, la señora Min estaba completamente rígida en un sillón al igual que el señor Min ¿Qué demonios era todo esto? El gran salón estaba lleno de hienas, lo peor era que sabía quienes eran.

—¿Ahora haces golpes de estado? —quiso saber cruzándose de brazos.

—¡Jimin vete! —gritó Yoongi completamente impotente

—Park Jimin —canturreo el rostro demasiado conocido. —Cuanto tiempo, amor. Si hubiera sabido que te estabas escondiendo aquí te juro que habría venido antes.

—¿Correr? ¿Para qué? —no había forma de llegar vivo a avisarle a los refuerzos ya que ellas eran demasiadas y más grandes. —Un placer volver a verte Woojin.

—Lo mismo digo, Jimin —respondió sonriéndole de manera coqueta. —¿Sigues pensando que soy desagradable cómo la vez que escapaste?

—En ese entonces era un niño y tú un pobre subordinado que me compró por poco —contestó con aires de superioridad. —Ahora vas a adquirir poder mediante un clan poderoso como el de los leones, ya no eres tan desagradable.

—Me gusta cómo piensas, le haces honor a tu naturaleza zorro ¿No es por eso que estabas aquí? ¿Querías el poder de los leones seduciendo al hijo del líder? —Jimin sonrió llevándose una mano a la boca. —¿Te descubrí?

—Te me adelantaste —le dijo desfilando hacia el interior de la habitación bajo la intensa mirada de los presentes.

—Ahora puedo ofrecerte un lugar de poder junto a mi, siendo mi esposo claro —aseguró ofreciéndole su mano la cual Jimin miró por unos segundos y tomó. —Buena elección, precioso. —Jimin sujetó ambas mejillas del hombre para besarlo, hasta mordió su labio provocando. Jimin sabía que la mirada de Yoongi estuvo todo el tiempo sobre él y seguro lo estaria odiando pero no importó. —Eres tan caliente —le murmuró el hombre antes de hacer una mueca.

—Y tú eres tan imbécil —decidió alejándose.

—¿Qué mierda me hiciste? —quiso saber mientras sentía su cuerpo entumecido.

—¿Mi padre no mencionó sobre mi naturaleza escorpión cuando me vendió? ¿Y se saltó la parte del veneno? —quiso saber sonriendo con malicia. —El veneno es muy poco pero suficiente para inmovilizarte y matarte en unos minutos ¿De verdad creías que iba a elegirte a ti sobre mi dignidad? Eres un ser despreciable.

El líder del clan de las hienas terminó en el piso, cuatro hombres de alto mando se posicionaron frente a Jimin. El zorro miró sus manos sonriendo mientras se relamía los labios.

—¿Saben qué es curioso? —cuestionó tomando un pequeño cuchillo que había tomado de la cocina para lamerlo. —El veneno puede salir hasta por debajo de mis uñas y en mi saliva, me costó tiempo tenerlo bajo control. Esa fue la razón por la que padre no me quería cerca pero ¿Adivinen qué? No voy a tenerme en control con ustedes.

Dos de los hombres se abalanzaron sobre el zorro, solo un corte en un brazo y un arañazo en el rostro para que sus cuerpos terminaran en el suelo completamente débiles y siendo consumidos por el veneno.

—¿Van a arriesgar su vida por una causa tan vil? —quiso saber dispuesto a seguir luchando.

Uno de los hombres retrocedió.

—Todos nosotros podemos contigo —dijo uno de ellos.

—No pueden matarme sin ataque directo y solo necesito tenerlos al alcance par inyectar el veneno —y al decir esto, supuso que la mitad de las hienas valoraban su vida porque dejaron el gran salón hasta que quedó un grupo. —¿Crees que los que quedan podrán conmigo?

El hombre que fue el primero en rotroceder habló. —Nuestro líder está al borde de la muerte sin poder salvarlo, ya no tenemos porque obedecerlo y una guerra con los leones en este momento sería nuestra destrucción.

—Hombre inteligente —alagó Jimin.

—No le veo el caso en seguir con esta causa, es estúpido —opinó el hombre.

—¡Pero Mingi! —protestó el que digo que iban a poder con él, pobre tonto. —¡Este zorro le pertenecía al jefe!

—Si y mira cómo terminó —respondió Mingi señalando el cuerpo inerte en el piso. —Será mejor irnos ahora antes de que nos manden a cazar —le hizo una seña al resto de los hombres para salir del lugar. —Fue un placer, Jimin —saludó Mingi antes de irse.

Al ver que se quedaba solo el hombre restante también se fue, Jimin suspiró mirando a los leones y el tigre que ahora lo miraban con incredulidad. El zorro guardó el cuchillo, la señora Min quien antes estaba rígida en el sillón había aprovechado la distracción de la discusión para desatar a Yoongi y a Jungkook.

—¿Y ahora qué? —quiso saber volviendo a sentirse tímido bajo la intensa mirada de Yoongi.

—Me disculpo —dijo Jiyong desde su lugar. —Con lo que has hecho has dejado en claro que tienes carácter, eres leal y fuerte —medio gruñó dejando el gran salón.

—Eso significa que te aprueba —le dijo la señora Min. —Estoy muy agradecida y feliz contigo, gracias Jimin —la mujer besó su mejilla. —Ire a darle una patada en el culo a mi esposo por su mal comportamiento últimamente, nos vemos mañana.

ChaeRin saludo a su hijo mayor y a Jungkook para después abandonar el gran salón. Las cosas se ponían tensas mientras se reducían las personas.

—Voy a hablar con seguridad y encargarme del papeleo —informó Jungkook. —Pedire que vengan a buscarlo más tarde —dijo señalando el cuerpo del líder de las hienas. —Y a los médicos que vengan por ellos —añadió señalando a los de seguridad. —Están muy mal heridos, también tengo que ir a ver a Taehyung, nos vemos —dijo abandonando apresuradamente el gran salón.

Zorro y León quedaron completamente solos, Jimin se estaba preparando para una mala reacción pero Yoongi se limitó a acortar la distancia y abrazarlo con fuerza, Jimin enterró su rostro en el cuello del mayor, ahí donde su aroma se hacía más intenso y tranquilizaba todos sus sentidos, el peli naranja se permitió a sí mismo dejar caer silenciosas lágrimas.

—Admito que estaba muy enfadado y la sangre me hirvió cuando lo besaste —admitió el rubio sin apartarlo. —Pero ya pasó, eres muy fuerte Minnie. Estoy orgulloso de que lo enfrentarás, el chico que me gusta es realmente valiente —Jimin no pudo tragarse el sollozo que escapó de su garganta. —Todo está bien ahora, amor —trató de tranquilizarlo sobando su espalda. —Ahora se que no debo hacerte enojar —dijo intentando bromear. —Literalmente nos salvaste el culo, todo el clan te debe agradecimiento.

Por fin se separaron efímeramente, Yoongi ahuecó las mejillas húmedas del menor en sus manos.

—¿No estás para nada molesto? —quiso saber Jimin en un hilo de voz.

—No tengo razones para molestarme —contestó el león acariciandolo con los pulgares. —Dejaremos que las cosas se calmen y calmarnos nosotros mismos para hacérselo saber al resto del clan, lo que hiciste por nosotros es algo que los demás deben saber y agradecer...

—No hace falta —murmuró el zorro evadiendo la mirada del león. —No podía permitir que te dañaran a ti y a todo lo que quieres como lo hicieron conmigo.

—Oh, cariño —em rubio hizo que Jimin lo mirará. —Se que es apresurado pero ¿Me dejarías cortejarte? —las mejillas del peli naranja adquirieron un torno carmesí y no pudo evitar sonreír ante tal petición. Asintió con entusiasmo contagiando su alegría con el mayor. —No voy a permitir que nunca nadie te haga daño otra vez, es una promesa.

Jelou? Its mi ahr

Creo que este es uno de los caps finales, gracias por el aguante y leer las fics que estoy volviendo a subir ♡ las tkm

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