Until I meet you (Chaelisa)

Chapitre huit

Había sido un día agotador y sentía el cansancio en su cuerpo. Es por eso que no entendía por qué después de haber tomado un baño, se vistió para volver a salir. 

Al llegar a su destino, bajó de su auto y le entregó las llaves al valet parking. Entrecerró los ojos al ver a la distancia a una persona tomando fotografías a lo lejos y suspiró. 

Malditos paparazzis. 

No dejó que eso la detuviera y entró saludando a un par de personas que se cruzaron en su camino, tanto empleados como asistentes. No quiso socializar demasiado con nadie asique se dirigió directamente a la barra y pidió un whisky doble. Su tarde había sido brutal lidiando con su empresa y buscando alguna solución para la empresa de Richard.  

—¡Roseanne! No me dijiste que vendrías— 

La empresaria se giró para ver a Sophie Bernardin, una de las dueñas del Crazy Horse. Le sonrió cuando cuando se acercó y besó ambas mejillas. 

—Fue una decisión de último minuto—explicó la rubia dejando su whisky sobre la barra. 

—Pues somos afortunados de esta decisión de último minuto—repuso Sophie pidiendo un trago para ella también—¿Buscas distraerte después de un día difícil en la oficina?— 

—Ya sabes como es—repuso Roseanne tomando nuevamente su whisky para beber un poco. 

—Christine estará muy triste al saber que te perdió esta noche—comentó Sophie mientras miraba alrededor—Sabes lo feliz que es cada vez que tiene oportunidad de compartir contigo— 

Roseanne sonrió de medio lado pero no hizo comentario. Christine Bernardin era la sobrina de Sophie y sus intenciones con la empresaria fueron claras desde el inicio. No se conformaría solo con algo casual, ella quería un anillo en el dedo y la rubia no estaba dispuesta a eso por muchos motivos. 

—Déjame acomodarte en los asientos preferenciales. Tendrás la mejor vista del espectáculo—dijo Sophie. 

—No te preocupes, estaré bien aquí en la barra—repuso Roseanne. A decir verdad, no estaba segura si quería que la pelinegra supiera de su presencia en el cabaret. Y lo mejor sería quedarse fuera de su vista hasta que lo decidiera. 

—¿Estás segura? Sabes que puedo conseguirte el mejor lugar—insistió Sophie—Hoy por fortuna estamos llenos pero siempre puedo hacer una excepción por mi empresaria favorita— 

—Agradezco la oferta pero sé que le dices lo mismo a todos—repuso Roseanne y Sophie rio pero no lo negó. 

—Bien. Iré a asegurarme que todo esté listo con las chicas pero prométeme que no te irás sin despedirte—

—No lo haré—le aseguró la empresaria. 

—¿Debería decirle a las chicas que estás aquí?—preguntó Sophie dubitativa—Estoy segura que se esforzarán el doble si saben que viniste. Hace mucho que no te ven— 

Roseanne negó de inmediato. Dos veces había cometido el error de llevarse a casa una de las chicas y desde entonces ellas se emocionaban pensando que serían las próximas. 

—No. No es necesario—

—De acuerdo. Si cambias de parecer, házmelo saber—dijo Sophie marchándose con su trago rosa. Roseanne terminó su whisky  y pidió otro de inmediato. 

A los pocos minutos las luces bajaron y todos comenzaron a tomar asiento rápidamente para disfrutar del espectáculo. Solo ella y un par de personas se quedaron en la barra para disfrutar del show desde ese lugar.