Chapitre cinquante-cinq

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Lisa sintió un fuerte dolor en el costado de su cabeza. Fue ese mismo dolor el que la hizo abrir los ojos. La luz la molestó y tuvo que pestañear varias veces antes de poder enfocar la vista. Reconoció de inmediato la sala de estar de Roseanne pero no recordaba cómo había llegado ahí. Intentó recordar lo último de lo que fue consciente y entonces el apagón, los disparos y gritos aparecieron en su memoria. Abrió los ojos con sorpresa y se sentó rápidamente. 

—Calma—Ashley apareció rápidamente a su lado obligándola a recostarse nuevamente en el sofá. 

—¿Qué sucedió?—preguntó la pelinegra negándose a sentarse nuevamente. 

—Déjame llamar al doctor. Dijo que lo llamáramos en cuanto despertaras—dijo la joven pero Lisa la detuvo antes de que pudiera moverse. 

—Ashley ¿Qué sucedió?—

Sólo entonces la pelinegra notó lo pálida que estaba la asistente. Sus ojos estaban rojos y a pesar de intentar mantenerse serena, el temblor en sus manos no podía ser controlado. 

—¡Dijiste que era seguro!—Lisa saltó al escuchar el grito de Jeon. No estaba en la sala de estar pero definitivamente estaba en la casa—¡DIJISTE QUE NADA PASARÍA!—

—Sabíamos que intentarían algo pero nunca algo tan arriesgado ¡Había cientos de personas ahí!—respondió Xavier.

—¿Qué sucede?—repitió Lisa sintiendo su corazón latir rápidamente—¿Dónde está Roseanne?— 

—Lisa...— 

La pelinegra no esperó respuesta y poniéndose de pie comenzó a seguir las voces de Jeon y su padre. Los encontró en la cocina pero los gritos se escuchaban a pesar de tener la puerta cerrada. 

—Ella aceptó el riesgo—le recordó Xavier a Jeon que lo fulminaba con la mirada—Sabíamos que intentarían algo. Estábamos preparados pero no contábamos con el tiroteo en pleno evento— 

—¡¿Se supone que eso debe hacerme sentir mejor?!—le dijo Jeon perdiendo por completo los papeles.

—¿Qué sucede?—

Ambos hombres se giraron para ver a Lisa que acababa de entrar a la cocina con Ashley siguiendo sus pasos. El alivio fue evidente en el rostro de ambos hombres pero también había algo más. 

¿Pesar? 

¿Angustia?

—Lisa... estás bien—suspiró su padre con alivio. 

—El doctor debe revisarte. Dijo que le avisáramos en cuanto despertaras—dijo Jeon desviando rápidamente la mirada. Era como si no quisiera hacer contacto visual con la pelinegra. 

—¿Qué sucede?—repitió Lisa sintiendo sus piernas temblar—¿Dónde está Roseanne?— 

—Hija...—

—¡¿Dónde está mi esposa?!—preguntó alzando la voz. Cada segundo sin que nadie le dijera qué sucedía era una agonía. 

—No tenemos idea—respondió finalmente Jeon—Se la llevaron. Los hombres que invadieron el centro de eventos...— 

Lisa sintió que sus piernas le fallaron pero por suerte Ashley estaba a su espalda y logró sujetarla. Lisa no podía dar crédito a lo que había escuchado ¿Habían secuestrado a Roseanne? ¿Cómo era posible? 

—Estamos haciendo todo lo posible por encontrarla—informó su padre—Pero ha sido un caos. Hubo muchos heridos y algunas bajas—

La desesperación de saber que se habían llevado a Roseanne la consumía por completo. Pero no podía permitir que la desesperación se apoderara de ella. Si lo hacía, entonces se caería a pedazos y no eso no era algo que podía permitirse en este momento. 

Until I meet you (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora