Chapitre dix-huit

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Lisa comenzó su actuación como de costumbre pero Roseanne podía notar lo tensa que estaba. Tal vez para el resto de los espectadores no era evidente pero para ella sí. Su sonrisa coqueta con la que solía encantar a sus espectadores había desaparecido. 

En mitad de la actuación sus miradas se encontraron. Roseanne estaba confundida y preocupada ¿Qué estaba pasando con la pelinegra? Entonces la empresaria notó que los ojos de la pelinegra se llenaron de lágrimas y desvió la mirada. La armonía de su actuación se perdió por un segundo al olvidar realizar unos pasos. 

Joder, Jeon tenía razón y había memorizado su actuación. 

Pero eso no era lo importante ahora. Algo había sucedido ¿Pero qué? 

—De acuerdo, entiendo por qué estás de cabeza por esa chica. Es caliente—dijo Jeon divertido cuando terminó el espectáculo. 

En cuanto las luces se apagaron, Roseanne notó la silueta de Lisa desaparecer rápidamente por el costado. La empresaria se puso de pie para sorpresa de su acompañante. 

—¿Eh? ¿No puedes esperar a que termine el show antes de poner las manos sobre ella?— 

Roseanne lo ignoró y se encaminó a los vestuarios. Sabía que los espectadores tenían prohibida la entrada a esa zona pero estaba segura que ella no tendría problema. 

—¿No es un poco cruel de tu parte?—Christine se interpuso en su camino con una sonrisa maliciosa—Es decir, ilusionaste a una pobre chica aclamándola como tuya frente al mundo para abandonarla al otro día— 

—¿De qué estás hablando?—preguntó la empresaria. 

—Sigues olvidando que eres una persona de interés...—suspiró Christine negando con la cabeza—Se supone que eras más lista, Roseanne— 

La empresaria entrecerró los ojos. No le gustó lo que estaba insinuando Christine y tampoco tenía tiempo para sus juegos. Necesitaba encontrar a Lisa. 

—Lo siento, no tengo tiempo para tus acertijos—dijo pasando por su lado rumbo a los vestuarios. Como supuso, había seguridad resguardando el área pero la dejaron pasar en cuanto se dieron cuenta de quién se trataba. 

Roseanne se apresuró hasta el final del pasillo y abrió la puerta del enorme vestuario. Este parecía estar vacío a excepción de Lisa, que estaba sentada frente a uno de los tocadores mirando el suelo con los hombros hundidos. 

—¿Lisa?—llamó Roseanne y su corazón se detuvo al ver la manera en que la mencionada se tensaba al escucharla—¿Princesa, qué sucede?—

Lisa no respondió pero la empresaria escuchó un sollozo ahogado y supo que la menor estaba llorando. Se acercó hasta quedar frente a ella pero Lisa seguía mirando el suelo, negándose a mirarla por lo que Roseanne se puso de cuclillas frente a ella. 

—¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?—volvió a preguntar sintiéndose angustiada al verla así. 

Lisa negó con la cabeza pero no habló. 

¿Qué había pasado? 

—Odio verte llorar... Dime qué sucede, por favor—le pidió Roseanne y apoyó sus manos en las rodillas de la menor. 

—Sé... sé que no llevamos demasiado t-tiempo juntas...—comenzó a decir Lisa—... pero siempre he s-sido honesta contigo... Nunca te he mentido ni o-ocultado cosas importantes...— 

Roseanne la escuchaba con atención pero no sabía de qué estaba hablando. Iba a preguntarle a qué se refería pero decidió darle tiempo para que hablara. 

Until I meet you (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora