Until I meet you (Chaelisa)

Chapitre dix

Su beso fue interrumpido por un golpe en la puerta y Roseanne maldijo por lo bajo antes de separarse de ella. La mujer de antes -Ashley- entró lentamente pero se detuvo a unos pasos de la puerta. 

—Roseanne, te recuerdo que tienes una reunión en cinco minutos—

—Cancela la reunión—dijo Roseanne con calma. 

—¿Cómo dices?—

—Cancela todas las reuniones de esta tarde—añadió la empresaria para sorpresa de la pelinegra—No volveré hoy. Y puedes llamarme sólo si se trata de una emergencia—

—Pero...—

—Lo digo en serio, Ashley. Sólo en caso de una emergencia— 

Ashley entrecerró los ojos y miró a Roseanne, luego a Lisa y luego a Roseanne nuevamente. Una sonrisa divertida se formó en sus labios antes de asentir. 

—Bien. Pero tendrás que hacer horas extras... de nuevo—repuso Ashley antes de darse media vuelta y marcharse. Lisa estaba algo sorprendida por la familiaridad con que se trataban. Pero más estaba sorprendida por la decisión de la empresaria.

—¿Por qué cancelaste todas las reuniones?—preguntó Lisa. 

—Porque deseo pasar tiempo con mi chica—respondió la rubia con una sonrisa. Lisa se mordió un labio al escuchar a Roseanne llamarla "su chica". No podía decir que no le gustaba que Roseanne fuese posesiva con ella. Lisa también quería reclamarla como suya—¿Ya comiste?— 

—¿Eh? No... Iba a comer cuando las hermanas me dijeron que estuviste en el hogar y...— 

—Perfecto. Entonces comeremos juntas—dijo Roseanne sin dudar. Se puso de pie ayudando a Lisa a hacer lo mismo y se dirigió a su escritorio donde tomó su celular y su abrigo. 

Luego tomó la mano de Lisa y la condujo hasta la puerta, pero antes de abrirla, se detuvo abruptamente y volvió a besar los labios de la menor. No podía tener suficiente de ella. 

—Creo que me volví adicta a tus labios—susurró Roseanne con una sonrisa antes de volver a tomar su mano y retomar el camino. 

Lisa seguía aturdida por todo lo que había ocurrido en los últimos minutos ¿Realmente estaba pasando o sólo se trataba de un sueño? Si era un sueño no quería despertar. 

Lisa notó las miradas curiosas de las personas en el edificio cuando la vieron caminar de la mano de Roseanne. Probablemente todos se preguntaban quién era ella y qué estaba pasando.

Bueno, ya eran dos. 

Roseanne llegó a su auto donde un hombre ya tenía la puerta abierta para ella. 

—Lisa, déjame presentarte a Christopher Bang. Es un viejo amigo que decidió trabajar como mi conductor personal y guardaespaldas—dijo la rubia con diversión y el hombre enarcó una ceja divertido—Christopher, ella es Lisa Manoban...—Roseanne miró con curiosidad a Lisa y esta esperó con ansias que terminara. Quería saber cómo la presentaría ¿Una amiga?—... mi chica— 

Lisa se ruborizó nuevamente y estrechó la mano que Christopher le había ofrecido. 

—Es un placer, señorita Manoban— 

—Lisa, por favor—dijo Lisa sintiéndose incómoda con las formalidades—El placer es mío—

—Tengo que decir que estoy sorprendido—confesó Christopher—No sabía que tenías a una chica tan guapa escondida— 

—No la tenía escondida—repuso Roseanne—Sólo que aún no llegaba a mi vida—

Lisa se ruborizó y Christopher comenzó a reír.