Despertó. En la cueva reinaba un silencio sepulcral, interrumpido solo por los ronquidos suaves de Revali. Link parpadeó varias veces, las figuras de su sueño desapareciendo de su vista. Otra vez había tenido una pesadilla de sombras, de gritos agudos, de fuego en un día de tormenta. Y... de la voz rogante de un hombre, afilada con amargura. Link se frotó los ojos. Estaba bien. Revali lo abrazaba. Estaba bien. Estaba bien.
Se encogió contra Revali, cerrando los ojos. Permaneció ahí un rato, inmóvil, disfrutando el cosquilleo cálido de sus plumas y de la intimidad mundana de estar cerca de alguien. El sol aún debía estar deslizándose hacia el horizonte. Era temprano y Revali era suave: lo hacía sentir en casa. Cuando el alba dorada embalsamaba el bosque, cuando Link y Revali descansaban juntos, fingía que esto era normal y que podría seguir por mucho tiempo.
La idea de que Revali pudiera descubrir su identidad en cualquier momento le ponía los nervios de punta. Aún no sabía cómo confesar la verdad. "Oye, Revali, soy el monstruo que te ha estado dando tanta lata. Soy el que te hundió las garras en el pecho, más por instinto que por odio. Si te hace sentir mejor, lloré bastante. Sé que le prometiste a Zelda que me matarías, pero tú me quieres (al menos eso creo... yo sí te quiero) y...no sé. Creo que eso es razón suficiente para permanecer juntos . ¿Has ido a Farone? Es una selva y vivo ahí. Podemos ser felices ahí. Pero si no te gusta podemos mudarnos a la aldea orni."
Link suspiró. Recitó su discurso en su mente, dándole vueltas. Deseaba extender sus palabras hacia Revali como un regalo. Solo que él estaría desenvuelto, desnudo, mientras que un regalo se esconde cuidadoso en papel decorado. Link no tenía idea de cómo reaccionaría. Se pasó la mano por la frente, sintiéndose ridículo. Revali lo quería, pero era extraño saber eso. Hacía recientemente que había conocido al amor, así que tal vez estaba confundido.
Los mortales eran criaturas extrañas. Amaban aunque significara tener llagas en el corazón. Se mentían entre ellos. Jugaban a odiarse cuando se querían y a conocerse cuando eran extraños. Construían puentes de ilusión con ladrillos resquebrajados.
¿Se estaba volviendo así? Esa era una pregunta que lo atormentaba a veces, pero menos que antes. Le preocupaba que...
Link apretó los párpados con sus dedos. Ya. Era temprano. El sol vestía de oro la nieve. No debía preocuparse mucho a esta hora. Cuidadosamente, apartó las alas envueltas en su torso y se incorporó. Revali tenía el pico abierto y sus ronquidos llenaban la cueva. Una risa suave escapó de los labios de Link. Incluso dormido sabía dar lata. Cubrió a Revali con la sábana y le plantó un beso en el pico, frío como la superficie de una concha.
Link se acercó a la fogata, que ahora era una cama de cenizas. Se hincó y, sin saber por qué, hundió el puño en el montón. Suspirando, recogió leña sobrante y la puso sobre el polvo. Link cerró los ojos. El calor se arrastró hasta las yemas de sus dedos y se desbordó en una llama débil. Tragando saliva, Link le lanzó una mirada de soslayo a Revali. Seguía dormido, envuelto en la sábana y cojines.
Acercó su mano a la leña, la cual ardió segundos después. Listo. Revali no pasaría frío.
Abrió su baúl, se puso una capa, sacó una bolsa de lino y se la colgó en el hombro. Pensó en llevarse la caña de pescar para disimular, pero temía romperla. Con pasos suaves, salió de la cueva. El sol ardía, al punto que Link se cubrió los ojos con el dorso de la mano. La nieve brillaba como cristales. De vez en cuando, copos se extraviaban de las ramas de los árboles y surcaban el cielo. La paz era contagiosa. Y solitaria. Link clavó la mirada en el suelo. Sin Revali aquí, se daba cuenta de lo desierta que era Hebra. Farone bullía de ruido: la tierra tenía un latido; los árboles excedían de savia. La tundra era distinta. Link se preguntó si este ambiente (solitario, solitario, solitario) había moldeado el carácter de Revali.
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Verloren (Revalink)
FanfikceRevali está dispuesto a hacer lo que sea por obtener el reconocimiento de su tribu. Link es un hyliano que ya le robó el protagonismo una vez. Cuando aparece un dragón que amenaza su aldea, Revali se compromete a matarlo. Irónicamente, para cumplir...