Si el Mundo se Acaba Mañana - [YoonKook]

014: Tortugas. Chispas. Y mentiras.

Yoongi

Todo lo que estaba en mi mente comenzó a tomar sentido. Jungkook me comentó que su papá estaba desempleado y que habían quebrado. Solo habían pasado 4 años desde que ocurrió aquel incidente y siguen en las mismas condiciones. De solo pensarlo me daba tanta impotencia. Me sentía mal conmigo mismo.

—Yoongi... ¿todo bien?

Su papá ya no estaba entre nosotros. Fue Jungkook quien se acercó a mí tomando de mi hombro sacándome de mis pensamientos, con esa mirada de preocupación en sus ojos. Tenía tristeza, no quería arruinarle el día, ni tampoco el mío. Debería hablar con el señor Jeon, desde hace varios días sentí la necesidad de hacerlo, pero no justamente estos días. Ni siquiera hoy, ni mucho menos mañana.

Traté de mostrarle la mejor de mis sonrisas pero fallé. —Si, todo bien.

Cuando los 4 estábamos sentados para comer. Me entraron nervios con mezcla de ansiedad, que ni siquiera tenía hambre, es más, sentía asco de la propia comida aunque se viese deliciosa esa sopa de algas. Tenía al señor Jeon enfrente, ni siquiera pude mirarlo a los ojos durante el trayecto de la comida pero quise mantenerme sereno aunque no lo logré.

—¿A qué se dedicaban tus padres Yoongi?. —lanzó el señor Jeon de la nada y mis alertas se encendieron, me tensé al escuchar aquella pregunta, no quería mentirle pero traté de mantener ocultas ciertas cosas.

—Ambos trabajaban en la misma empresa. —hubo un temblor en mi hablar. El señor Jeon me observaba con detenimiento como si aquella conversación no me era cómoda.

—Jungkook me contó que fallecieron en el Sewol. —el tonó del señor Jeon era más con calma y con cautela, teniendo el cuidado de no sonar duras aquellas palabras.

—Así es.

—Todavía me pregunto... —habló su mamá esta vez. —...¿cómo dieron para conocerse? De la nada fueron muy unidos. Jungkook al instante nos habló de ti.

Oí como Jungkook se atragantó con su propia saliva. Me imagino que no le contó que se coló a mi casa en la medianoche para robarme. Sonreí recordando ese día.

—Fue algo extraño. —agregó Jungkook.

—Empezamos a hablar de la nada en el puerto. Recibimos el mismo día la noticia. —hablé yo ahora.

—Ahora entiendo por qué Kook no queria irse de Incheon. —ahora era la señora Jeon que se dirigía a mi.

—¿Disculpe?...

—Hace mucho que no se emocionaba tanto por hacer una amistad nueva...

—Mamá. —chistó Jungkook entre dientes y sonreí por su reacción.

—Entiendo eso. —reí un poco nervioso. —A mi eso me extraña de mi mismo.

—¿Porqué?

—Me resulta muy difícil confiar en las personas. Y más socializar. Cuando Jungkook se acercó a mí la primera vez, me incitaba a que fuéramos amigos.

La madre de Jungkook me observaba con bastante detenimiento, como si me estuviese analizando.

—Todo eso me llega a la mente a Jungwon. —comentó con una sonrisa sincera a pesar que veía dolor de en ella. —A lo que he visto de ti, y a lo que mi hijo me cuenta de ti, veo que eres un muchacho increíble. No todas las personas estamos echas para que nos amen. Y creo que te lo mereces. Es bueno que le hallas dado una oportunidad a Jungkook.

Él me dio la oportunidad de seguir viviendo.

Dije para mí mismo. Sus palabras me llegaron tanto pero solo asentí con la cabeza ante su comentario y seguimos con la conversación dejando que fluyera, aunque no ayudaba mucho a Jungkook ya que sus padres sacaban datos raros sobre él en su pasado.