Mi Hermoso Dragón

¡Corre!

Todo sucedió muy rápido.

Muchas varitas fueron utilizadas al mismo tiempo.

Muchas personas se movieron rápido y atacaron. Entre ellas Charlie y Blaise. Apuntándose directamente entre ellos

Los Weasley peleaban valientemente frente a personas entrenadas para matar, debía reconocer que hasta la comadreja estaba ayudando.

Todo era un caos en esa sala, eso me impidió ver como un mortifago se acercaba sigilosamente por detrás y me tomaba prisionero con sus sucias garras, torciendo mis brazos con dolor.

-Hola Malfoy. ¿Nos extrañaste? Sigues tan hermoso como el día en que decidiste traicionarnos.

La voz de Fenrir me hizo temblar de miedo. Pensé que el hijo de puta había muerto. Al parecer ese perro tenía todas las vidas de un gato. Vaya ironía.

-¡AMIGOS, EL TRAIDOR AL FIN ESTÁ CON NOSOTROS!- Gritó el hombre lobo, llamando la atención de todos en la sala.

Inmediatamente los Weasley, Harry, Hermione y Fleur se detuvieron para tratar de ayudarme y varios mortifagos utilizaron eso para atraparlos con hechizos y maleficios y ponerlos a todos en un lado de la sala y quitarles sus varitas. Blaise sonrió desde abajo y vio como Fenrir me hacía bajar las escaleras de forma brusca.

-Mira todo lo que nos haces hacer amigo. No había necesidad de venir a este asqueroso lugar, pero supongo que tu siempre has sido experto en llamar la atención de todos. Debo decir que me sorprendes, Draco. Es decir, no puedo creer que alguien de tu categoria esté en esta pocilga, tal parece que perder a tus padres te ha hecho caer en lo mas bajo.- Decía con odio mientras yo intentaba salir de los brazos de Greyback y darle siquiera un buen golpe a Zabinni y borrarle esa maldita sonrisa.

Mientras nos acercábamos más a su dirección, más podía identificar la locura en su mirada. -Basta de juegos Draco. Llevamos días buscándote, ¿Dónde está?

No dije nada.

Un segundo después le escupí justo en su mejilla.

Blaise rió.

-Oh, supongo que debo obligarte, ¿cierto? Te crees mejor que nosotros, ¿no es así?

-No me creo mejor que los demás, pero sé con certeza que soy mejor que tú en todo. Siempre lo he sido y siempre lo seré.- Excelente Draco, esa es una increíble idea, enojar al que puede usar magia ilimitada y tiene la locura en su mente. Que genio eres.

-Draco, no es necesario hacer tanto drama, solo necesito la gema y me iré y así...- Apuntó a la familia Weasley. -Esta gentuza podrá estar tranquila. ¿Qué dices?

Miré a las personas que estaban recluidos en una esquina y no vi ningún miedo en sus caras, de hecho, Charlie me miró con furia y negó con la cabeza lentamente ante la petición de Blaise y luego sus ojos siguieron un punto en la cocina. Me giré en su dirección y medio sonreí por su plan. Con ello, volví a ver al maldito mortifago.

-Primero muerto, antes que seas el portador de la gema Higanbana.- Blaise furioso levantó su varita y justo cuando iba a arremeter contra todos ellos, Charlie utilizó magia no verbal y causó que todos los objetos de la cocina levitaran con violencia hacia los mortifagos y fueran duramente golpeados o lastimados con ellos. Hasta Fentir estaba peleándose con platos y vasos que le cortaban poco a poco por atrás de la cabeza. Generando que yo pudiera salir de su prisión.

Esos pocos segundos de confusión de parte de los mortifagos sirvieron para que los Weaslye, Harry y , Fleur y Hermione pudieran tomar sus varitas de los hijos de puta que se las habían quitado y volver de nuevo con los hechizos y protecciones.