Harry sonreía a la cara malhumorada de Severus.
-¿Cuántas veces vendrás a mi casa? Esto se considera acoso en este mundo y en el Muggle.
-Dejaré de venir cuando me aceptes esa cita.
Severus sonrió sin humor y le dio la espalda. Se tocó la cicatriz y suspiró.
-La batalla entre mi ahijado y los mortifagos fue hace 3 días señor Potter y usted ayudó mucho, no necesita convertime en su nuevo proyecto de caridad. Además he recibido mi buena dosis de malas experiencias como para no detectar que esta será la peor decisión que hayamos tenido.
-Severus, por favor. Una cita, es solo lo único que pido.- Dijo Harry en un murmullo.
Snape se volteó y vio a Potter. Hace años había pensado que era la viva imagen de su padre y que sólo sus ojos eran lo más hermoso que tenía el chico, pero ahora, luego de tantos años, podía ver en el gran hombre que se estaba convirtiendo. Era leal, fuerte y ayudaba a todos sin dudar.
-Estúpido Griffindor.- Pensó en voz alta.
-¿Qué?
-Si crees que aceptaré tu cita y volver a lastimar mi corazón, estás muy equivocado. Tú aún sigues siendo joven, Potter, tu interés en mi persona pronto se quitará, siempre me dejan en cuanto las cosas se ponen complicadas y te lo aseguro, yo me encargaré de ponerlas complicadas. Olvidemos este pequeño momento de tontería griffindor y ahórrate un gran problema. Sabes donde está la salida. Al menos que quieras irte por el lugar que utilizas siempre que vienes, la ventana.
Cuando Snape se iba a volver a dar la vuelta, fue sorprendido por una fuerza de un cuerpo que lo incapacitó y lo hizo caer en el sofá más cercano. En menos de un segundo Harry estaba encima de él con las piernas a cada lado de sus caderas, mientras le tomaba los brazos. Si bien, podía safarse del agarre, la cara del más joven le hizo permanecer quieto.
-Escúchame, pequeño gruñón hijo de puta. Eres tan terco y obstinado. Me dan ganas de golpear esa deliciosa cara que tienes. Yo quiero hacer las cosas bien, pero no me dejas, así que a la mierda las etiquetas. Te voy a decir que desde hace 3 días no duermo, no hago más que otra cosas que pensar en ti.- Luego en un susurro se acercó y juntó sus narices. -Día y noche sueño con tu voz, tus gestos, tu gran porte y esa boca que solo me dan ganas de que me beses todo el cuerpo hasta dejarme sin aliento.
-Potter....
Lo interrumpió groseramente.
-Nos hemos odiado por años. Y ahora, entiendo tu resentimiento hacia mí, pero te juro por Merlín que yo no soy como mi padre, ni siquiera conocí al hombre, Severus. Te juro que yo no voy a lastimarte. Solo quiero saber a donde va esta emoción tan intensa que siento cuando estás cerca.
-Pott...
-Si me das esta oportunidad juro que no fallaré. Será la mejor cita que hayas tenido. -Luego con un movimiento del chico empezó a frotar sus miembros, sacando un gemido compartido de ambos.
-Harry.- Dijo Severus sin aliento. Sabía que eso estaba mal. Sabía que debía sacar al chico de su actual posición y ser el adulto responsable de los dos.
Eso sería una buena acción.
Sin embargo...
Severus no era un buen hombre.
Tomó a Harry de la cintura y lo obligó a acercar aún más sus pollas. Los movimientos eran tan sensualidad que Severus pensó que había muerto y estaba en el paraíso. Harry se movía hacia adelante y luego bajaba su polla. En un segundo dejó el miembro de Severus justo en su apretado agujero.
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Mi Hermoso Dragón
FanfictionDraco sabía que correr entre lo alto de las montañas, no era su mejor idea, pero él también sabía que si los Mortifagos lo atrapaban por ser un traidor, iba a recibir un Avada muy doloroso. Él sabía que ahora estaba solo. Lo que Draco Malfoy no sabí...