Mi Hermoso Dragón

Pelirrojos celosos

Si había algo que los trillizos Weasley-Malfoy se caracterizaban era por los celosos que podían ser cuando se trataba de su amado niño, Lylien Snape-Potter.

Draconis (por su padre), Luc (diminutivo de Lucius, por su abuelo) y Arth (diminutivo de Arthur, por su otro abuelo) se hicieron rápidamente una reputación en la escuela. Y pronto establecieron varias reglas en su reinado.

Uno: los reyes de las bromas de esa generación eran ellos.

Dos: Nadie podía igualar su inteligencia, físico y corazón.

Tres y la más importante: Nunca, jamás, bajo ningún concepto toques, mires o estés cerca de Lylien Snape Potter.

El primer hermano era el líder de los tres. Draconis Weasley era conocido por su físico y talento en los deportes. Su cabello blanco y el mechón rojo lo hacía irresistible para las chicas. Sin embargo, su mal carácter las ahuyentaba rápidamente. Pero se volvía un algodón de azúcar cuando Lylien lo veía.

El segundo hermano, Luc, con el cabello todo rojo y varios mechomes rebeldes de color blanco, lo hacían ver exótico y rebelde, era el más divertido y bromista de todos, la vida la tomaba como una gran risa, pero la diversión se terminaba cuando su niño lo veía con seriedad porque alejó a varios estudiantes que querían ser sus amigos.

Y luego tenemos al menor de los pelirrojos, Arth. Con la mitad del cabello rojo y la otra de color blanco, es el sensible de esta triada, el chico que odia las peleas y los puños, muy diferente a sus otros dos hermanos, pero se vuelve un hijo de puta cuando alguien le levanta la voz a Lylien, su hermoso niño.

Lylien, era simplemente perfecto. Todo en su hermoso príncipe era perfecto. El nombre elegido por Severus y Harry fue muy acertado. Lylien era la versión masculina del nombre de Lily. No sabían la historia detrás con la madre de Harry, pero ellos decían que era para honrar el corazón de una gran bruja y madre.

Cuando llegaron a Hogwart, Draco y Harry podían jurar que Minerva lloró en el segundo en que leyó los 4 nombres de los hijos de las parejas. Y creían que a Snape le daría un ataque al corazón cuando su hijo, su primogénito, fue seleccionado en Griffindor. Harry solo sonrió y Snape solo susurró: malditos genes Potter.

Ese día Severus durmió en el sillón.

Pero si de sorpresas se habla, la mayor de ellas fue saber la casa donde pertenecían los trillizos.

Slytherin.

Lucius se rió tan alto y fuerte que todos abrieron la boca de la conmoción al ver como el patriarca Malfoy se mofaba delante de Arthur Weasley. El rubio con grandeza le decía "Mis nietos son Slytherin, son verdaderos Malfoy"

Arthur solo le sonrió con arrogancia y le respondió "Te recuerdo que mi hijo embarazó al tuyo. Y que también son Weasley"

Luego de eso, la selección de las casas pasó a un segundo plano porque ambos hombres empezaron a discutir y lanzar hechizos.

Muchos empezaron a apostar por ver quien ganaría. Incluso los trillizos reían y le daban todos sus chocolates a favor de Lucius.

Harry y Draco solo sonreían con emoción a sus hijos.

Severus y Charlie estaban más preocupados que emocionados, ya que nadie parecía prestarle atención a como los trillizos no le saltaban la mano a Lylien para que el niño fuera a su lugar en la mesa con los leones.

Pero solo se necesitó una sonrisa del niño pelinegro para que los tres hermanos se derritieran y olvidaran todo.

Eso no calmó el mal presentimiento de ambos padres. Pero suponían que los años en Hogwart ayudarían a controlar la dependencia que todos los niños tenían.