Los Bonnet y los Leclerc se conocían desde hace muchos años, familias adineradas y que aún creían en las alianzas familiares para cerrar tratos y negocios. Cuando Charles y Alisson nacieron, sus padres decidieron desde un principio que se casarían p...
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Montecarlo, Mónaco - diciembre 21, 2021
Allison POV
La fría brisa del mediterráneo se sentía renovadora para mis pulmones, trataba de inhalar profundo para seguir calmándome. Toda la noche anterior me la pasé terrible. Mis parpados se sentían pesado, mis ojeras parecían más intensas de lo normal, no podía verme peor. Pero ahí estaba, en la terraza de la casa de los Leclerc en Montecarlo.
Lorenzo había mandado por nosotros al aeropuerto y nos recibió aquí en la casa de su familia. Por el momento, su madre estaba encargándose del salón de belleza que había tenido por años, el menor de los Leclerc ni si quiera estaba en Mónaco y Charles había decidido irse a entrenar un rato antes que recibirnos.
Di una última mirada al paisaje del hermoso Mónaco y entré a la casa nuevamente.
—En serio disculpa a Charles otra vez Allison, estoy seguro que solo quiso despejar su mente.—Dijo Lorenzo mientras me pasaba una taza de chocolate caliente y yo agradecí en un susurro.
—Bueno, hubiera sido preferible que estuviera aquí.—Mi padre dijo sentado desde el sofá junto a mi madre.
Tomé asiento junto a ellos, el sofá era lo suficientemente grande para los tres y me sentiría incómoda en cualquier otro lugar que no fuera cerca de lo que yo ya conocía.
—Pero en fin ¿Qué tal estuvo el vuelo?—Lorenzo desvió la plática y los negocios comenzaron.
Pasó un buen rato en que tanto mis padres como Lorenzo no dejaban la conversación en paz y yo lo percibía como algo bueno, ellos dos podrían llevarse bien y esperaba que así mismo pudiera ser con Charles.
Al cabo de una media hora, Lorenzo revisó su teléfono el cual había sonado un par de veces y anunció que Charles estaba por llegar.
Al instante se me formó un nudo en el estómago, me puse nerviosa pensando en que vería a mi futuro esposo y en mi mente no cabía la posibilidad de que esto estuviera pasando. Hoy por la mañana antes de tomar el vuelo hasta Monaco, traté de hablar con Patrick pero no respondió. Le dejé un mensaje diciendo que necesitaba hablar lo más pronto posible con el pero por el momento no había respuesta.
De repente se escuchó como la puerta principal de la casa se abrió y los pasos firmes resonaron.
La figura de hombre en abrigo y pantalones negros apareció en el salón. Su cabello, recortado por los lados y desordenado de encima que parecía un mal corte usualmente, pero el podía lucirlo bien.
Sonrió parcialmente al vernos y noté como tenía los hoyuelos marcados. Algo de lo que también me percaté de inmediato al examinarlo, fue que en su mano traía un ramo de tulipanes amarillos con un listón al rededor.
—Hola, que bueno verlos por fin aquí.—Dijo educadamente.
—Charles, que bueno que no tardaste en llegar.—Lorenzo se paró a recibirlo con un abrazo.
