35. GIA

2.1K 74 3
                                    

Aquella mañana amanecí diferente. Desde el primer día que pisé aquella ciudad despertaba feliz, con ganas de vivir cada momento allí, pero esos sentimientos poco a poco iban desapareciendo. Mi subconsciente sabía que esta aventura se acababa, que tenía fecha de caducidad, y eso realmente me preocupada mucho, porque desde que había llegado ese paraíso me había abrazado con su olor a sal, cada cielo me había regalado un color azul más bonito que el anterior, y la arena cada día me dibujaba un sueño diferente. Sin duda este verano me había regalado su magia, y una lluvia de perseidas que tenía pendiente...

Agarré el móvil, y por primera vez tenía un mensaje de él, algo que no había hecho aún, escribirme.

-- Buenos días hoyuelitos, espero que tengas un precioso día, así como tú.

Sonreí automáticamente nada mas leerlo, ¡cómo para no hacerlo!.

-- ¿Oliver?, qué raro tú escribiéndome por aquí, no te pega nada.

-- Me apunté tu número sin que te dieras cuenta, deberías tener mas cuidado con tus cosas.

-- Vaya, lo tendré en cuenta. Por cierto, feliz día a ti también.

-- Oye Gia.

-- Sabía que querías algo... te conozco demasiado.

-- Te llamo mejor.

No me dio tiempo a penas a terminar de leer aquella respuesta, me llamó a la velocidad de la luz.

-- Qué te ocurre... -- le pregunté, sabiendo que tramaba algo.

-- Te lo digo para que te enteres por mí y no volver a cagarla.

-- Dime.

-- Esta noche voy a correr contra Derek.

-- ¿Vas a hacer otra fiesta Oliver?... – le dije sorprendida, agotada ya de la situación.

-- No no, no tiene nada que ver ni conmigo ni con Gino, te lo prometo.

-- ¿Entonces?. – pregunté confusa.

-- Vi a Derek anoche, estaba esperándome en la puerta de mi casa y me retó.

-- ¿Otra vez ese chico?, ¿no se cansa?. – resoplé.

-- Me propuso esta carrera y no puedo rechazarla, llevo años luchando por tener esta reputación, no puedo cagarla ahora y menos por su culpa.

-- Oliver no deberías entrar en su juego.

-- Lo sé, y tienes razón, pero es una guerra que tenemos él y yo, entiéndeme por favor.

-- Te lo juro que si la fiesta fuera tuya te mataría, no soporto ni una mentira más.

-- Te lo prometo, de hecho no la organiza ni él. Tengo entendido que esas carreras no son nada parecidas a las mías, siempre son diferentes y no corren solo dos, hay más participantes.

-- ¿Y estás seguro de querer hacerlo?, jamás has hecho algo así.

-- Si tiene que ver con Derek estoy segurísimo, voy a ganar. – dijo con seguridad.

-- De verdad Oliver acaba con esto ya, todo esto no va a acabar en buen puerto, te quiero, no te haces una idea de cuánto, pero así no.

-- Te lo prometo, esta vez de verdad. Voy a acabar con toda esta mierda, dejar todas estas locuras a un lado y volver a ser la persona que fui, tienes mi palabra.

-- Confío en ti. – y colgué, sin ni siquiera dejarle contestar.

Tenia un mar de dudas, ¿cómo confiar en su palabra si me había mentido varias veces?. No sabía cómo confiar en él pero tenía que hacerlo, lo amaba con todas mis fuerzas y a pesar de todo sabía cómo era realmente, y así no.

Agárrate fuerte (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora