26. GIA

2.4K 90 3
                                    

MENSAJE DE LUCAS

-- Hola!, ¿te apetece dar una vuelta?

Leí aquel mensaje un poco extrañada, mi padre me acababa de decir que cenábamos con sus amigos, o sea el padre de Lucas, ¿cómo es que me invitaba a dar una vuelta?... no entendía.

Tampoco entendía, obviamente la quedada de mis padres con los suyos y que Lucas me enviara aquel mensaje, ¿por qué quería quedar conmigo?... Bueno, era un chico simpático, me vendría bien alguien normal con quien relacionarme, porque Sienna y sus amigas... normal normal no eran.

-- Creo que te vas a cenar con tus padres – le respondí

No tardó ni dos segundos en contestar, de hecho salía el tic azul al momento de enviarlo, lo que significaba, que estaba dentro de la conversación. Vaya.

-- ¿yo?, ¿cómo sabes eso?

-- información privilegiada jajajaja

-- no en serio

-- pues que cenamos juntos!!!! Tus padres y los míos han quedado para cenar

-- pues no tenía ni idea, aún no he llegado a casa, pero vale, tengo un plan, si te apetece claro

-- depende

-- cenamos y luego vamos a dar una vuelta, tu te conoces muy bien Altea, no estaría mal un poco de turismo antes de irme

-- ¿de verdad no has visto nada?, Altea es espectacular

-- no puedo decir lo mismo, estoy deseando irme ya, si consigo salir vivo de aquí

-- ¿por qué dices eso?, no digas tonterías anda!!!

-- bueno me lo tomo como un sí, luego nos vemos!

- xao!

Este chico era jodidamente mi prototipo de chico, 100% lo que siempre me había gustado de los chicos en los que me había fijado en el instituto. Pero ahora no me interesaba, estaba bien tener un amigo aquí pero ya está, mi corazón por fin era feliz y estaba viviendo una historia de esas de cuento con la persona que siempre había soñado, Oliver.

Quería ponerme un outfit chulo pero cómodo, así que estaba bastante indecisa, pero nada que no solucione una llamadita a tus amigas. Cuando iba a marcar para hacer una videollamada por 'las supernenas', me asusté, pegué un brinco de lo mas inesperado. Oliver apareció otra vez, por mi ventana, cual príncipe enamorado de Disney. No entendía por qué no me avisaba antes de hacer eso, aunque en el fondo me gustaba, no os voy a mentir.

Aquella visita fue rápida, él parecía tener mucha prisa, cosa que me dejó un poco rayada, pero decidí no darle importancia, tendría muchas cosas en la cabeza o estaría deseando dormir, ese chico nunca para quieto. Preferí no pensar mal, darle un voto de confianza, qué ilusa de mí.

Mis padres salieron a la puerta (allí estaban los padres de Lucas esperándoles), pero no sin antes decirme que Lucas pasaría a por mi en diez minutos. ¿Conducía?, joder qué nivel Maribel.

Estaba en el aseo, frente al espejo, retocándome el pintalabios, cuando escuché la bocina de una moto, ¡si hombre que viene en moto!, pensé. Me asomé a la ventana y observé el panorama, ahí estaba él, gritándome que saliera. Cogí mis cosas y me fui directa a la puerta, jamás me había montado en moto con un desconocido, porque sí, Lucas aún era un desconocido, me extrañaba mucho que mis padres supieran que iba a venir a recogerme en moto, no le hubieran dejado, creo.

-- ¿Mis padres saben que venías a recogerme en moto?. – le pregunté

-- No tengo ni idea, sabrán que yo te recojo, el cómo, da igual, ¿no?. –me respondió bromeando.

Agárrate fuerte (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora