Capítulo 10.

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Maratón 2/3

Jean.

—¿La viste?

—¿Puedes ya dejar de hacer tantas preguntas?

—¡Sólo quiero saber si la viste!

—Sí, Mae, si la vi.

—¿Y qué tal?

—Mae, ya, tengo que ir a trabajar.

—Está bien, amargado, dame un abrazo.

—No, ¿necesitas algo?

—Un abrazo.

—Nos vemos luego.

—¡Te amo, hermano!

Es lo último que escucho cuando salgo de casa de mis padres, mi chófer me lleva a la empresa donde ya me esperan en la sala de juntas.

—Señor León, buenos días —saluda mi asistente.

—¿Ya están todos? —paso de ella.

—Sí, señor, sólo falta usted.

—Que termine rápido.

Dos malditas largas horas después me encierro en mi oficina cancelando los pendientes que sea que tenga.

—¿Cómo vas con la producción? —pregunta mi papá al otro lado de la línea.

—No te llamo para eso. ¿Puedes decirme por qué carajos organizas juntas cuando ya no formas parte de esto?

—Bueno, quería darte una ayuda.

—No la necesito, así que reserva tus ayudas.

—Jean...

—Ahora al frente estoy yo, que te quedé claro que, por muy mi padre que seas, no voy a dejar que te entrometas en lo que ya no te incumbe —cuelgo.

—¿Señor León? —habla mi secretaria.

—¿Qué?

—Tiene una llamada en la segunda línea.

—¿Quién es?

—La señorita Mila Ferrer —sonrió.

—Ya la atiendo —levanto el teléfono— Muñeca.

—¿Cuándo pensabas decírmelo?

—¿Decirte qué? —preguntó confundido.

—¿Esa empresa de armamento es una fachada para toda esa mierda que haces?

—Muñeca, ¿de qué hablas?

—¿Cuánto tiempo más pensabas en ocultarme los negocios ilegales que tienes? ¿Cómo es que te llaman? ¿El Rey de la Mafia Colombiana?

Genial.

—Mila...

—No vuelvas a buscarme, y olvídate de esa salida —cuelga.

De inmediato salgo de la oficina dejando de encargado a Evan, mi mano derecha en la empresa, y sólo extiendo la mano hacia Max para que me entregue las llaves del auto y salir rápidamente a la mansión Ferrer.

—Vengo a ver a Mila, no le digan que soy yo.

El guardia entra y sale pocos segundos después.

—La señorita viene en un momento.

No pasa mucho tiempo cuando ella sale, va descalza y únicamente lleva puesto un short de algodón junto a un crop top, en un de sus manos descansa un cigarrillo que lanza al suelo en cuanto me ve.

Boss. [JeanCarlo León]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora