Cap 13.

286 29 3
                                    

Todos terminaron de cenar y se retiraron de la mesa, tubbo agarro de la muñeca a Alex antes de que este entrara a su habitación y lo llevó a jalones hacia la suya.

—¡Oye! Me duele— dijo después de que el contrario lo empujara hacia la habitación de este y cerrara la puerta con seguro. El castaño se recargó en la puerta con los brazos cruzados y una expresión seria.

—...— suspiró—. Entonces. ¿Está persona es la razón por la cuál siempre sales de casa, no?.

—Si— dijo asintiendo.

—Ahhhh, Alex no tengo ningún problema con eso, pero. Sabes como son mis padres... mierda.

El azabache solo se quedó callado mientras el contrario pasaba las manos por su cabellos.

—Está bien, solo no lo traigas a la casa y mucho menos se besen aquí, imagínate que hubiera pasado si no hubiera sido yo quién entró.

—Está bien.

Pasaron algunas semanas, Alex le contó a Wilbur lo qué pasó y recordar la cara que puso tubbo cuando los vio besándose les daba risa.

Los últimos días Wilbur había estado demasiado ocupado con sus entrenamientos de básquetbol, era el líder del equipo así que tenía que dar el ejemplo. Claro que esto no significaba que no se veía con Alex, sus besos siempre se hacían más profundos que los últimos pero estos siempre paraban cuando había alguna interrupción.

Aquella noche Wilbur se encontraba practicando para su torneo, nada nuevo pero tuvo una gran idea. Hace algunas semanas le había dicho a Alex que le enseñaría a jugar, y así no solo practicaría el azabache si no que igual el castaño.

Lo iba a llamar pero ni siquiera sabía si tenía número, jamás se le había ocurrido así que fue rápidamente a la casa de azabache. En donde lanzó pequeñas piedras a la ventana de este para que saliera.

Paro de lanzar estas cuando vio al azabache asomarse a la ventana con una expresión neutra, al ver al castaño se sorprendió un poco y miró hacia otro lado pues parecía estar con otra persona.

Este le hizo una seña de que se esperara un momento.

Con Alex.

Mi tío estaba dándome una platica totalmente innecesaria, pero igual trataba de fingir interés. Un ruido empezó a ser molesto, este provenía de la calle, al parecer estaban lanzando piedras demasiado pequeñas.

—¿Qué es ese ruido?— preguntó el hombre.

—Creo que viene de allá afuera, revisaré— dijo para acercarse a la ventana, cuando miró hacia a fuera vio a su novio con un uniforme de basquetbol y una mochila colgando de su hombro. ¿Qué hacia allí? Aunque, se sonrojó un poco por lo bien que se veía.

Le hizo una seña de que esperara un poco, ojalá la entendiera, así que se dirigió directamente hacia el mayor.

—¿Entonces qué era el ruido?— preguntó el hombre,

—Ah, eran unos niños que estaban jugando.

—Ya veo, entonces me voy.

—Si tio, hasta mañana.

El hombre salió de la habitación y el azabache cerró la puerta con seguro para después asomarse a la ventana, para después salir por esta.

—¿Qué haces aquí?— preguntó el azabache dirigiéndose hacia el castaño.

—Vine a verte, porqué quiero practicar contigo.

—¿Practicar qué?.

—Básquetbol e igual estaré encantado de enseñarte a jugar.

¡STARS!★ / QUACKBUR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora