Ultima vez
Mirabel; ¡bien! Ven, vamos a buscarte algo que ponerte, ya que donde vamos no llevas falda.
Ahora
*Después de media hora de búsqueda Mirabel pudo vestir a Dolores para el viaje, salieron de allí y se dirigieron al cuarto de Luisa*
Con Luisa unos segundos antes
*Luisa se despertó sintiéndose bien descansada luego de que Mirabel le dijera que tenían día libre. Luisa se sentó en la cama y miró el libro, ese libro rojo que Mirabel le regaló hace tanto tiempo, ese libro rojo que de color rojo brillante se volvió rojo opaco por estar expuesto a la luz solar directa durante años, ese libro rojo opaco que ha acumulado suficiente polvo. que el enrojecimiento era difícil de ver desde*
Luisa: ok....no hay excusas esta vez
*Dijo Luisa agarrando el libro, Luisa escuchó un pequeño rasgón cuando la tinta de la contraportada se derritió y se pegó a la mesa de noche. Luisa limpió el polvo del libro y finalmente se disponía a leerlo cuando escuchó un golpe en la puerta. Suspiró y caminó hacia la puerta abriéndola, vio a Mirabel allí y se sorprendió cuando Dolores estaba detrás de ella vistiendo un atuendo similar al de Mirabel*
Luisa: oye Mirabel, ¿ya es esa época del mes?
Mirabel: si, pero como....por mi propia voluntad, he decidido traer a Dolores. Estaré fuera hasta probablemente un par de días.
*Dijo Mirabel con una sonrisa forzada, ya que sabía que Dolores tenía una sonrisa engreída en su rostro*
Mirabel;si alguien se queja dile que me llevo a Dolores para que fortalezcamos un vínculo o alguna mierda así. ¡Ay!
*Mirabel hizo una mueca cuando Luisa le dio una palmada en la nuca, Luisa tenía una mirada severa en su rostro*
Luisa: sabes que no puedes maldecir
Mirabel: si, si. No tenías que golpear tan fuerte
*Mirabel refunfuñó, Luisa se rió arrodillándose y besó la frente de su hermana pequeña dándole una suave sonrisa*
Luisa: Lo hago porque me importa, ahora sigue, yo te cubro.
Mirabel: gracias luisa nos vemos mañana. Y no te preocupes, finalmente te conseguiré un libro nuevo, ya que te gustó tanto el último.
*Dijo Mirabel, disparando sin querer una flecha de culpa directo al corazón de Luisa, ya que para no herir sus sentimientos, Luisa le mintió a Mirabel diciéndole que leyó y amaba el libro. Mirabel saludó a Luisa y ella y Dolores se alejaron, Luisa cerró la puerta y caminó hacia la cama, sentándose tenía una mirada determinada en su rostro mientras tomaba el libro*
Luisa: ok, puedo hacer esto, es mi día libre, puedo leer y terminar este libro totalmente antes de que regrese Mirabel, comencemos, título. Guerra y paz de León Tolstói
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Amame como tu
Hayran Kurgu"es lo mejor para el encanto" una frase que todos los madrigales han escuchado desde el día de su nacimiento. pero ¿cómo puede casarse con su propio primo por el bien del encanto y no por el deseo egoísta de una mujer que ha tenido el control durant...