Amame como tu

capitulo 90

Mucho después con, con Luisa

*la vemos trabajando, mientras cantaba suavemente para sí misma, ya que Mirabel no era la única madrigalista a la que le encantaba cantar, aunque Luisa definitivamente no tenía la confianza de Mirabel en su propia voz, ser utilizada para atrapar mulas durante 14 años le hace eso a una persona. Pero Mirabel sostiene que Luisa es mejor cantante que ella. Solo necesita mostrarle eso al mundo.*

Luisa:Y baila lento flor morada que me recuerdas a mi amada Ella me está esperando en casa y yo muriendo por volver

*Luisa cantó suavemente, mientras agarraba una pila de libros, los ponía en el carrito y comenzaba a caminar hacia donde pertenecían los libros de retorno, tenía un pequeño rubor en su rostro, ya que su madre la hizo hablar más sobre Chad, y ahora Luisa no puede dejar de pensar en él, por eso está cantando. ¿Hablando del chico que le quitó su primer beso? El primer chico que la llamó hermosa, que realmente la vio a ella y no a Isabela. A Luisa se le aceleró el corazón.*

Luisa: Así es la vida flor morada a veces sueles ser malvada De mí está enamorada y yo muriendo por volver
Muriendo por volver, muriendo por volver

*Luisa cantaba mientras disfrutaba de su trabajo de medio tiempo. En lugar de perseguir burros, estaba organizando libros de la A a la Z en la biblioteca. Disfrutaba del silencio pacífico, hasta que alguien le tocó el hombro, se dio la vuelta y vio a su padre allí, luciendo nervioso. Luisa lo miró confundida sobre por qué estaría allí, Agustín nunca viene a la biblioteca, es más una persona de radio.*

Luisa: Uh, hola papá. ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan sonrojado?

Agustín: Nada, nada, solo... visité el nuevo salón de masajes y aprendí lo que era un final feliz. Salí corriendo antes de que pasara algo.

*dijo Agustín con un rubor inquietante pero avergonzado en su rostro. Él solo espera que Julieta nunca se entere de lo que su bien intencionado pero muy ingenuo esposo casi hizo, ya que ella sí sabe lo que es un final feliz. Y se aseguraría de que nunca más tenga uno en su vida. Luisa miró a su padre, confundida con casi todo lo que decía. Tenía curiosidad sobre lo que se supone que es un final feliz.*

Luisa:.....¿qué es un final feliz?

Agustín: Por favor, no me preguntes eso. Realmente no quiero decirle algo así a mi hija.

*Agustín dijo con un poco de quejido, ya que nunca podría darle una charla sobre los pájaros y las abejas a su hija, dejó que Julieta se encargara de eso. Preferiría que las abejas lo picaran de nuevo que tener que explicarle a Luisa lo que era un final feliz en un salón de masajes. Luisa, al ver lo incómodo que estaba su padre, simplemente se encogió de hombros*

Luisa: ¿Ok? Entonces, ¿quieres ayudarme aquí? ¿O quieres hablar de otra cosa cuando me tocaste el hombro?

Agustín: Quiero hablar. Tu... tu madre me contó sobre ese hombre que conociste

*Dijo Agustín en un tono muy severo. ¿Pero para Agustín? Su tono severo no significaba nada ya que todas sus hijas sabían que todo lo que tenían que hacer era soltar un sollozo triste y él cedería al instante. Entonces Luisa se cruzó de brazos, sin siquiera verse preocupada por el tono de Agustín, y definitivamente sin comenzar a fingir llanto, ya que esto era algo de lo que Luisa se ocuparía personalmente.*

Luisa: muchacho. Soy dos años mayor que él

Agustín: me mostró la foto de ti y él, ese es un hombre de veintitantos años

*Agustín dijo absolutamente indignado, su hija era demasiado joven para estar con alguien tan mayor, no le importa lo que digan los demás, ese hombre no era dos años menor que Luisa, de ninguna manera, de ninguna manera. Luisa la sacudió con una sonrisa torcida por sus payasadas*