¿Por qué ser diferente afecta a los demás?, y no hablo de la típica chica que no usaba tacones y las demás sí, en la época de los 1900 las mujeres tenían reglas que seguir, Rachel no lo hacía, ella no seguía reglas, seguía a su corazón, y estaba tan...
-Aún siendo privada invitaron mucha gente, ¿no lo crees cariño?.
-Eso no importa, lo que en verdad me sorprende es que decidieron no invitar a personas que siempre han sido un amor e invitaron a personas que solo les interesa comer.
William y yo íbamos detrás de mis padres mientras ellos hablaban.
-En ese caso- interrumpí- no entiendo el por qué nos invitaron a nosotros.
-Rachel Johnson- me reprendió mi mamá en voz baja, notoriamente molesta- es tiempo de que dejes de ser tan desagradecida, ¿o es que acaso quieres dejar en mal a tu papá y a mi?.
-E-está bien mujer- le dijo mi papá- vayamos a saludar a los Campbell y tratemos de llevar bien la noche.
A mi lado William suspiró.
-Oh ya nosotros saludamos a la malcriada de Rebeca- dije con mi voz endurecida.
-Rachel no digas eso- me regañó William.
-Rachel pero que falta de respeto, po-
-Nos alegra tanto que hayan venido a nuestra reunión.
Olivia y Martín Campbell aparecieron con su molesta hija, interrumpiendo a mi mamá.
-Oh, nosotros nos alegramos tanto de haber Sido invitados- dijo mi mamá con una sonrisa, voz suave y mano en el pecho.
Que exageración.
-Rachel, William, se ven de maravilla- nos dijo Olivia, obviamente fue mi esposo quien contestó.
-Muchas gracias, ustedes igual- quisiera fingir como el, ¡oh esperen!, lo está diciendo en serio.
-Nos... pareció que tal vez estaban molestos, debido a que desde la última reunión no recibimos ni un saludo de su... parte.
-¿Enserio?- preguntó mi madre mirándome con sus ojos apunto de salirse.
-Bueno estábamos ocupados ¿sabe?- dije en un tono un poco alto por lo que William acarició mi espalda en busca de calmarme.
-Mmm...ya veo, bueno, Rebeca, ¿por qué no vas a tomar algo con ellos?
-¿Tengo que hacerlo?- la malcriada nos miró de arriba a bajo con asco, Dios, espero que se le caigan los ojos en el proceso.
-Rebeca.
Su madre le habló en un tono demandante, ella rodó los ojos y se fué caminando, claro nosotros teníamos que seguirla.
-Bien, eh...disfruten la noche- dijo William y empezamos a seguir a la serpiente.
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