Capitulo 7

1.4K 135 33
                                    


Miro a las otras parejas que disfrutaban de la música y de repente quiso estar en medio de todo.

-Vamos a bailar-dijo con entusiasmo y Lena no se negó.

El tiempo pasaba muy rápidamente y kara no recordaba habérselo pasado nunca mejor que en aquella discoteca, provocando a lena y bailando con ella. La vibrante tensión sexual crecía entre ellas a cada rose de sus cuerpos, con cada mirada, con cada insinuación...
Aquella era la seducción que tanto había anhelado.

Kara sedienta por el baile, pidió un Garganta Profunda, un pinchito de Vodka, Kahula y nata montada. Siguió el consejo del barman y lo apuró de un solo trago.

Lena la contemplaba divertida y kara pensó por un momento en lo horrorizado que se quedaría Mike si la viera.

Dejo el vaso y besó a Lena en los labios, ajena a todo salvo el tiempo que tenía para estar juntas. Se negaba a permitir que los pensamientos sobre Mike arruinaran aquella noche tan fabulosa.

Una hora más tarde, tuvo que ir al baño. Al regresar no vio a su pelinegra donde la había dejado, junto a la barra, y la busco por todas partes, sin éxito. Sentía curiosidad por la última bebida que le había recomendado la camarera, así que volvió al bar y pidió un Sexo Oral, sin poder reprimir una risita nerviosa al formular una petición tan atrevida en voz alta. La deliciosa mezcla de Vodka, licor de café y nata se deslizó por su garganta, estimulando aún más su desinhibición.

Cuándo un tipo de aspecto agradable la invitó a bailar se sintió halagada por el interés que reflejaban su mirada y se preguntó que daño haría disfrutar de la compañía de otro hombre por un minuto...solo hasta que volviera su compañera.

Lo siguió hasta la pista de baile, donde la gente daba vueltas al ritmo que retumbaba por los altavoces. Las copas que había consumido relataban su cuerpo y su mente, permitiéndole disfrutar del momento y moverse al ritmo
provocativo de la música.

Lena, miró una vez más hacia los baños de damas, convencida de que no había visto salir a kara mientras otra mujer intentaba convencerla para pasar un buen rato.

Había olvidado lo implacable que podían ser los ligones en una discoteca, y eso hizo que se preocupara por su castaña.

A pesar de lo desenvuelve y desvergonzada que se había mostrado con ella en las últimas horas, no tenía experiencia para enfrentarse a esos buitres desalmados que podían ver a la mujer insegura he ingenua que se ocultaba bajo el provocativo vestido. Si ha eso se le añadían una cuantas copas, kara era el blanco perfecto para que cualquiera se aprovechará de ella.

Se le hizo un nudo en el estomago y supo que nunca se perdonaría si algo le ocurriera. Ni tampoco lo perdonaría su hermano, pensó con una mueca, si Liam descubría que había introducido a su hermana en la indecencia y la obscenidad, no sólo se llevaría una gran decepción, sino que se pondría loco de furia y le propinaría una buena paliza.

Lena continuó buscándola por la discoteca y finalmente se enteró por el barman de que se había tomado un Sexo Oral y que se había ido a bailar con un hombre. Aunque el barman se lo dijo en tono jocoso, a Lena no le hicieron ninguna gracia las connotaciones sexuales y desde luego no le gusto nada que kara se hubiera marchado tan fácilmente con otro.
Minutos más tarde, mientras una canción daba lugar a otra encontró finalmente a kara en medio de la pista.

Tenía el rostro encendido y los ojos brillantes, una ligera capa de sudor delicia en su pecho y en su cuello, los mechones mojados se le pegaban a las sienes y estaba riendo con un tipo atractivo que parecía completamente enloquecido por ella, bastaba ver como la devoraba con la mirada.

Lena no estaba preparada para la punzada de celos que la traspasó, pero no se molestó en reprimir esa ola abrazadora y posesiva que la inundó mientras avanzaba hacia kara y su ligue temporal. Se colocó entre ellos y la sonrisa de ella de ensancho nada más verla.

-Lena!!- grito- Me preguntaba donde te habías metido.

-Eso mismo me preguntaba Yo, mi amor-repuso Lena acentuando en lo último y miró a su acompañante, que no parecía en absoluto sorprendido por su intromisión- lo siento,amigo, pero está conmigo.

Una sonrisa irónica curvo los labios del hombre.

-Si, me dijo Que había venido con otra persona, pero tenía la esperanza de que te olvidadas de ella y me tocará un golpe de buena suerte.

Lena apretó la mandíbula, aunque no podía culpar a aquel tipo por admitir su interés por kara.

-No lo sueñes...es mía y No la comparto con nadie.

El hombre se retiró cortésmente y abandonó la pista de baile en busca de otra mujer disponible. Kara siguió contoneándose provocativamente al ritmo de la música que tanto le gustaba y se acercó a Lena para susurrar a su oído.

-Me gusta que seas así de territorial.

Lena respondió con un gruñido. Nunca en toda su vida se había comportado de esa forma delante de una mujer.

Pero entonces soltó un gemido, cuando kara se dio la vuelta y le rozó la ingle con el trasero. Tuvo una erección instantánea y antes de que kara pudiera girarse de nuevo, le rodeo la cintura con un brazo y extendió la palma sobre su vientre, apretándola contra ella hasta que su apetecible trasero se alineó con su pecho, estómago y muslos.

Inmersa en la manera humana que ondulaba en la pista de baile, siguió los movimientos de kara y pegó las caderas a las suyas haciéndole sentir hasta el último centímetro de su erección.

Tener el pene erecto apretado contra su trasero era una tortura deliciosa.

Kara la miró por arriba del hombro, los ojos le rebosaban de una energía sexual que casi podía tocarse. Con el brazo rodeandole firmemente la cintura, Lena podía sentir su respiración acelerada, como crecía la necesidad en su interior, tan fuerte he innegable como lo música que los rodeaba.

La rubia le agarró la mano libre y lentamente, llevo la palma hasta su muslo desnudo, bajo el borde del vestido, hasta que los dedos tocaron la tela empapada de sus bragas.

Una llamarada de fuego líquido le abrazó las puntas de los dedos.

Kara estaba tan excitada como ella, quien instintivamente aumentó la presión, deslizando la seda entre los labios hinchados de su sexo.
Kara echo la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados y la boca entreabierta, mientras su cuerpo se estremecía pegado al de ella. Su orgasmo era inminente y el movimiento giratorio de sus caderas lo impedían a que le concediera la liberación definitiva.

Pero entonces la locura del momento lo impactó con fuerza y la devolvió de golpe a la realidad. Por lo visto el alcohol había barrido las inhibiciones de kara, y aunque ella no deseaba otra cosa que darle lo que su cuerpo pedía, no estaba dispuesta a que tuviera su primer orgasmo en un lugar público.

Aquella era una fantasías que no tenía intención de compartir con nadie.

Mascullo en voz baja y la agarró de la muñeca.
-Vayámonos de aquí- gruño, y tiró de kara hacía la salida sin darle oportunidad a negarse.
Aunque no creía que kara fuera a protestar. Un vistazo fugaz a su sonrisa le dijo que estaba tan ansiosa como ella por estar a solas y culminar la seducción que flotaba tácticamente entre ellas.

El camino de regreso al departamento de kara fue tan enloquecedor como el baile erótico en la discoteca.

Kara no podía mantener quietas las manos ni la boca, mientras Lena aferraba fuertemente el volante, kara se inclinó hacía ella y le lamió y mordisqueo el cuello de la forma más tentadora posible.

Lena sintió su cálido y dulce aliento cuando le dio un beso húmedo en la comisura de sus labios, mientras sus dedos intentaban desabrocharle la camisa.

Una vez que lo consiguió deslizó su mano y le acarició el pecho desnudo, bajando la palma hacia el abdomen. Los músculos de Lena se contrajeron y soltó un áspero gemido.

Sexual attraction (Supercorp Lena G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora