-¿No crees que de joven habrías tenido muchas cosas que hacer aquí detrás con una chica que estuviera loca por ti?.Una llamarada de excitación la recorrió por dentro haciéndole sonreír a Lena como una tonta.
-¿Me estás ofreciendo cumplir una fantasía de adolescente?
-Eso mismo- respondió kara y le hizo un gesto con el dedo para que se acercara- ¿Te importa acompañarme?.
Incapaz de resistirse a una propuesta tan tentadora, Lena se deslizó en el asiento trasero y cerró la puerta tras ella, envolviéndose con el calor del vehículo, la embriagadora fragancia de la rubia y la promesa de seducción que ardía en sus ojos cafés.
Kara tenía a Lena justo donde quería. De acuerdo tal vez el asiento trasero de un auto no fuera tan cómodo como una cama, pero de momento era perfecto para lo que tenía pensado.
Le puso una mano en el pecho y la empujó hacía atrás, de modo que estuviera declinada contra el lateral del vehículo.
Entonces se sentó a horcajadas sobre su cintura y apoyó su trasero sobre sus muslos.
-Nunca había echo esto en el asiento trasero de un auto-dijo Kara con voz sensual, y se movió hasta que el bulto endurecido de lo pantalones estuvo firmemente presionando contra la unión de sus muslos-¿Te importaría guiarme un poco?
Lena llevo las manos a su cintura y metió sus dedos bajo el borde de el corset separando de la cintura del jeans para poder acariciar su piel.
-Sinceramente, también es la primera vez para mí, pero creó que podré darte algunos consejos.
Kara se estremeció cuando los dedos de Lena le recorrieron las costillas, y decidió que sí aquella iba a ser la primera vez que Lena hiciera algo en su Cámaro nada menos, quería que la experiencia fuera memorable para la pelinegra. Un recuerdo que la hiciera sonreír siempre que mirará por el espejo retrovisor.
-En realidad, me preguntaba si...¿te importaría que está vez llevara yo la iniciativa y tú te limitaras a seguirme?- le preguntó.
Lena sonrió con indulgencia, haciendo aparecer su encantador hoyuelo.
-Por Díos kara, esa es una petición que pocos hombres podrían rechazar.
Ella tiró de su camiseta y Lena la ayudó a que se la quitara por encima de la cabeza.
-¿Tú incluida?- le preguntó con cierta inseguridad en la voz.
Muy pocos hombres, por no decir ninguno, la habían encontrado sexualmente irresistible.
Lena se puso repentinamente seria como la pregunta que ella acababa de formularle, y kara se maravilló de que conectará tan bien con sus sentimientos.-Sobre todo yo, cariño-murmuró, y le pasó un dedo por el escote, dejando una sensación de hormigueo tras su tacto-resistirse a ti es casi imposible.
-Estupendo-dijo kara. Aquello era todo lo que importaba para el último día y la última noche que pasaría con ella.
Extendió las palmas sobre su pecho desnudo y se inclinó hacía adelante para besarla.
Sus labios se encontraron y se acoplaron a la perfección, kara introdujo la lengua en su boca para explorar cada rincón de su boca.
Las manos de Lena volvieron a deslizarse por el corset, está esta vez para moverse con celebridad por su espalda y luego a sus pechos. Encontró el cierre y lo bajo un poco, sólo lo suficiente para acceder a sus pezones, que al llegar a ellos los pellizco suavemente dándole placer y al mismo tiempo permitiendole a kara llevar el ritmo de la seducción.
La rígida longitud de su erección de presionó duramente contra su sexo, kara movió las caderas creando una deleitosa fricción que la hizo gemir desde lo más profundo de su pecho y que avivó el beso aún más.
Sabiendo lo que Lena deseaba, lo que más ansiaba, desplazó la boca a su mandíbula y le rozó el cuello con la nariz mientras descendía con los labios y la lengua. Le lamió ávidamente sus senos y Lena entrelazo los dedos en su cabello cuando sus dientes llegaron al vientre y empezó a lamerle el ombligo, Lena se movió hacía atrás y kara encontró una postura relativamente comida entre sus piernas, desde la que consiguió desabrocharle el botón del pantalón y bajarle lentamente la cremallera. Intentando no ceder a la impaciencia por tocarla de aquel modo tan íntimo, de aprender la forma, la textura y él sabor de su cuerpo.
Lena la agarró de la muñeca antes de que pudiera seguir avanzando, y cuando kara la miró a los ojos vio que tenía el rostro en tensión por el deseó y la necesidad más acuciante.-¿Estás completamente segura?
-Sí, completamente- respondió kara pellizcándole a través de los calzoncillos de algodón y contemplando fascinada como se estiraba su hermosa erección- quiero poner en práctica lo que me enseñaste anoche sobre sexo oral. Y no me refiero a la bebida.
La respuesta de Lena fue un estremecimiento que le recorrió todo el cuerpo. Le soltó las manos y le permitió empezar. Kara le agarró la cintura del pantalón y calzoncillo, la pelinegra levantó las caderas para que pudiera bajárselos hasta los muslos, liberando su sexo erguido. Kara se humedeció los labios con la lengua y le tocó la punta del pene, maravillándose de la suavidad aterciopelada del glande, que contrataba fuertemente con la dureza abrazadora del tejido eréctil.
La imagen de su virilidad y excitación hizo que un torrente de calor y humedad la anegara, pero aquella tarde era para Lena. Ella ya tendría lo suyo más tarde, por la noche.
Le rodeo el grosor con los dedos y con la otra mano le acarició los testículos. La respiración de Lena se aceleró y sus músculos se tensaron cuando la castaña separó los labios y se metió su sexo en la boca.Había algo poderosamente estimulante en tener la parte más masculina de Lena llenándose la boca y en ejercer un control completo de su placer. Y había algo maravillosamente provocativo en los empujones que daba la pelinegra con la parte más vulnerable de su anatomía. Se sentía increíblemente sexual y desinhibida, el pulso se le aceleró en un ritmo frenético de excitación. Su máximo deseó era llevarla al orgasmo.
Recordando las técnicas que la mayor le había enseñado la noche anterior, combinó los labios y la lengua lamiendo ritmicamente en círculos y finalmente añadió una succión constante que provocó una violenta sacudida de sus caderas y un gemido ronco de su garganta.Los dedos de Lena se aferraron a su cabellos, tirando de ella y luego intentando separarla a medida que se aproximaba el clímax.
-Kaa... Kara!?- susurró con voz temblorosa intentando avisarle.
Kara ignoro su advertencia y siguió poniendo todo su empeño en la tarea, lamiendo y succionando el miembro en toda su longitud. Y entonces, con un rugido que se elevó desde su pecho y con todos los músculos en tensión infinita, Lena cedió al torrente de placer que expulsó su cuerpo. La rubia no se apartó hasta que los últimos temblores cedieron, Lena se desplomó contra el asiento con los ojos cerrados y jadeante, como si acabara de correr una maratón. Parecía total y deliciosamente consumido y eso satisfacio a kara más que un orgasmo propio, ya que había sido ella, la responsable de aquella expresión aturdida. Se colocó a su lado y se fijó en que las ventanas estaban empañadas por el calor que habían generado.
Sintió el impulsó infantil de escribir algo íntimo en el cristal, como "Quiero a Lena" algo que lo reclamará para ella sola.
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Sexual attraction (Supercorp Lena G!P)
FanfictionKara siente que sus fantasías y apetitos sexuales no están satisfechos...no se siente lo suficientemente sexy y quiere serlo, quiere que esa mujer salvaje florezca, el problema es que necesita averiguarlo en tan solo 48 hs. Lena recibe la propuesta...