Capítulo 9

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Fue el primero en despertarse, pero no se levantó. Se encontraba muy a gusto con Bill dormido entre sus brazos, dándole el apoyo incondicional que necesitaba en esos momentos pero que solo podía hacerlo en la intimidad.

Le escuchó suspirar y bajó la cara sonriendo al verle a él hacerlo en sueños. Le estrechó con más fuerza y no pudo resistirse a acercarse a su mejilla y dejarle en ella un beso.

Sintió que le besaban y arrugó la frente. Pestañeó y lentamente abrió los ojos hasta que logró enfocar la vista en la persona que le abrazaba con fuerza.

—¿Qué haces?—preguntó Bill con voz ronca.

Tom solo se encogió de hombros por respuesta. ¿Qué le iba a decir? ¿Qué estaba disfrutando de su compañía ahora que por fin le había perdonado? Porque eso era lo que él creía, que una vez que habían llegado a casa y su padre se había marchado bien lejos, las cosas entre él y su hermano volvían a ser las de antes.

Pero...que equivocado estaba....

Bill vio la expresión que llevaba en la cara y se movió alejándose de su contacto. Se escabulló de entre sus brazos y se levantó de la cama dándole la espalda.

—No lo vuelvas a hacer—le pidió sin girarse.

—¿El qué?—preguntó Tom sin entender.

—Aprovecharte de un momento de debilidad—respondió Bill con voz dura—No me vuelvas a abrazar porque me veas necesitarlo, todo esto es culpa tuya, si tienes remordimientos te los guardas bien dentro.

—Pero...yo creía que ya....—tartamudeó Tom incorporándose.

—¿Qué te había perdonado?—terminó Bill por él la frase girándose—Tom, gracias a ti he vivido un infierno, y aún sigo en el. Papá me ha pegado de nuevo, no has hecho nada por defenderme y el mundo se va a enterar de lo ocurrido aunque es todo mentira. La noticia se filtrará a la prensa y todos me señalarán con el dedo asintiendo, diciendo que los rumores eran ciertos y que todo lo que me ha pasado me lo tengo bien merecido.

—No te lo mereces, y yo....yo lo siento—trató Tom de disculparse en vano.

—Ya es tarde—dijo Bill con dureza—Debiste ser fuerte, negarte cuando te expuse el plan, no haber sido el primero en sugerirlo. Por culpa de tus actos, ya no somos hermanos, solo dos desconocidos.

Tras decir esas duras palabras, se encerró en el baño dando rienda suelta al contenido llanto. Era verdad, ya no conocía a su hermano en absoluto. Nunca pudo sospechar cuales eran sus más íntimos sentimientos, que mientras que todo el mundo creía que él era el hermano raro, resultaba que estaban muy equivocados.






Viéndole entrar en el baño dándole la espalda, Tom no pudo hacer otra cosa que levantarse y dejarle a solas. Salió de la habitación y bajó a la cocina, en donde su madre hablaba en voz baja con su padrastro, callándose cuando le vio parado en la puerta.

—Tom, ¿ya se ha levantado tu hermano?—preguntó cambiando de tema.

—Si, está en el baño—contestó Tom entrando del todo.

Se sentó al lado de su padrastro y mientras su madre le preparaba el desayuno se recogió las rastas con la goma que llevaba en una de sus muñecas.

—¿Ha pasado buena noche? ¿Te ha dicho algo?—le interrogó Simone.

I will sacrificeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora