𝗦𝗼𝗺𝗲𝗼𝗻𝗲 𝗢𝗹𝗱𝗲𝗿 || Baby, am I a little secret?
Eighteen, I'm old enough to keep it
Yeah, guys my age just aren't the same
I'm young and that's okay.
Regina Menccina se enamoro del mejor amigo de su hermano, se emborrachó en su fiesta de cu...
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Príncipe azul, princesa rescatada, almas gemelas, novios, boda, amor... a mis dieciocho años solo he experimentado dos de esa lista. No espero casarme, quizá en unos doce años. Tampoco anhelo ser la princesa rescatada. Pero lo demás si lo sueño. Lorenzo tiene pinta de ser mi príncipe azul y mi próximo novio. Pero no quiero que lo sea. Alessa esta en una mesa besándose, casi tragándose, a su novio Adrian. Martina baila con un grupo de chicas, las dos alcoholizadas hasta los dedos de los pies. No es mi primera fiesta, ellas son menores de edad y en mi tiempo lo fui, pero gracias a Adrian logramos divertirnos. O a medias. En momentos.
¿Es normal no sentir aquella diversión? En este momento no logro sentir ni una chispa de la que sentí. Nunca bebí porque Matteo es ágil para notar esos detalles, y hoy tampoco lo hago. Mis amigas apenas pueden caminar y sus parejas ni pueden hablar. Yo veo a todos desde una mesa apartadas y sin soportar el ruido.
Me entristece no tener con quien divertirme así, envidio a Alessa. Martina vive bien sin pareja. Ella tiene a quien quiere. ¿Cómo se hace eso? ¿No soy tan bonita como ellas? Mi celular me saca del trance, la vibración. Observó y casi se me para el corazón. Es Matteo. ¿Estarán en la fiesta? Sigilosamente miró a mi alrededor pero no hay nadie. ¿Debería responder? ¿Y si nota que estoy en un antro? Momento... soy mayor de edad. Sonreí. Estuve a punto de responder pero no lo hice. No.
—¿Regina Menccina? —levanté la mirada —. Soy Hassan Ferro —me extiende la mano —. Soy amigo de Adrian, tu amiga me ha contado sobre vos.
El chico no era mal parecido. Observé a Alessa, la chica me guiño un ojo y se metió más a la gente. No pude evitar sonrojarme y darle la mano.
—¿Ah si? ¿Qué te ha contado? —Hassan se sienta a mí lado.
—Qué eres buena para él fútbol, ¿es cierto?
Torci la boca y asentí con modestia.
—Deberías unirte a mi equipo, somos mixtos.
—Nah, lo juego más en la escuela o... o con mi hermano, pero ese tipo de cosas no.
—Te invitaré al siguiente mundial a casa —bebió de su trago —. ¿Querés ir a bailar?
—¿Por qué no?
Ignoré el vibrar de mi celular, incluso lo apagué. Dejé qué el chico me llevará a donde él quisiera. Todo iba bien, todo iba jodidamente bien. Pude olvidarlo un poco, a todo. Enzo, la escuela, mis padres, Lorenzo, mi cumpleaños. Todo estaba bien. Todo aparentemente. Hasta que el chico me beso, y fue un buen beso. Al separarse de mi noté lo atractivo que me parecía. No tenia alchol, ni nada encima. Tomados de la mano, agitados y extasidados nos acercamos a pedir algo para mi. Soy primeriza en esto del alcohol, pero no importa. Mis amigas están por ahí.
