compañero

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Fred Weasley

Estaban jodidos, realmente jodidos ¿Dónde mierda iban a encontrar un regalo para el Rubio? ¿Porque buscaron al más mimado de los mimados?

Ah si, porque tenía un bonito cabello, unos hermosos ojos plata, su piel hermosamente pálida, sus mejillas hermosas que-...

¿En qué estaba? Ah, si buscando una manera de tener un regalo para ayer.

Me tire al suelo, me estaba rindiendo...
Debían buscar algo especial, era Draco, Draco Malfoy, no era cualquier Omega de la esquina o de la escuela.

Suspire más fuerte y golpee el sueñoz intentando pensar, no podían salir, no podían hacer magia.

En algún punto del campamento deben hacer magia, ¡eso! Debe buscar un punto dónde pueda hacer magia, dónde pueda trasfigurar algo para el rubio.

Me levanté de un salto y corrí a mi habitación, ahí debe estar George, le diría su plan y después harían unos chocolates para Draco, podían preguntarle a sus amigos cuál era el favorito de este.

Una vez llegue a la cabaña mire a los lados hasta encontrar a mi Gemelos en medio de una crisis, lo agarre con fuerza de los hombros y lo comencé a sacudir.

–¡george! Ya se que regalarle a Draco.

–¿Que cosa? Mierda.

–Vamos al bosque, ahora.

Agarre la mano de George para salir corriendo de ahí con el, debían darse prisa el rubio vendría a buscar su regalo mañana y tendrían que hacer también chocolates o comprarlos, no se, no eh pensando tanto.

Solo sabía que debía darse prisa y dejar de hacer estupideces después podían hacer bromas o crear chistes para que el rubio se ría.





***
Draco Malfoy

Suspire calmando mis nervios, estaba en una tina tomando un relajante baño de rosas, gracias madre por no permitirme morir, eres un sol.

Me deje hundir un poco por el agua de rosas la cual me llegaba hasta el cuello, todo olía muy bien, era cálmate muscular para su día más que ajetreado, necesitaba esto desde que llegó de Estados Unidos.

Lo bueno es que tenía agua caliente en su ducha por qué o si no ya estaría muerto y con los poros abiertos.

Y eso si jamás.

Suspire levemente mientras seguia relajándome hasta que el reloj comenzó a donar, así que me tuve que salir de la tibia agua, me coloque mi bata eh quite el tapón de la tina, para dejarla vaciarse, me mire en el espejo y sonreí ampliamente para después darme vuelta, salir del baño, eh irme a mi cama, la cama que había acá antes no era de mi agrado así que mandé a qué trajeran otra.

Que si sea digna para mi cuerpo, pero había un individuo ahí, acostado, en mi cama y no era el sin cerebro de Neville.

A él le había dado permiso, era un mugriento Muggle que estaba acostado en mi maldita cama.

Me acerque a el y lo mire desde arriba.

–¿Que haces ahí? es mi cama.

–No veo tu nombre en ningún lado.

lo mire enojado para después agarrarlo de la mejilla clavando mis uñas en sus flacas mejillas y pegue su cara a el Cabecero de la cama donde decía claramente, Draco.

–Parece que no sabes leer, verdad, yo te enseño, maldita puta. –pegue su nariz a la D– D, Di conmigo maldito.

–Yo-... –Golpee su cara de la letra D– ¡D!

–Bien. –Ahora pase su nariz a la R– R. –Cuando el Omega Muggle dijo la R entre sollozos pase su nariz a la Letra A– A... –Volvio a decir la letra con la Letra con casi lastimero llorosos– C –Dijo la C con lágrimas en sus ojos– O.

Dijo la O ya llorando.

–Po-...

–¿Que dice? –No respondió así que apreté más mis uñas en su mejilla y lo voltee haciendo que mirará– ¿¡Que dice?!

–Draco.

–¡Bien! Ya sabes leer –Lo solté y di pequeñas cachetadas en sus mejillas– Ahora fuera, no quiero ver tu presencia.

El Omega salió corriendo despavorido y yo mire mi cara con asco para después sacar el teléfono que me dió mi padre para hablar con los encargados de el campamento, ser hijo de uno de los dueños tenia sus pros.

Cuando escuché la voz a la otra línea comencé a sollozar hechando me aire en la cama.

–Sñor encargado...Yo –Tuve un hipo y seguí hechando aire– un compañero de mi habitación me estaba molestando y... Y me ha ensuciado horriblemente mi camaz yo no estoy dispuesto a dormir en este lugar con un salvaje como compañero... ¿Enserio? Yo, muchas gracias enserio... ¿Cuando? – Solloce un poco más fuerte y sone mi nariz– ¿Ahora? yo no... ¿Enserio? Muchas gracias.

Colgué la llamada y me eche el cabello hacia atrás para buscar mi ropa, comencé a secarme y colocarme mi ropa, oh sí era un genial actor.

Me limpie mi nariz y mejillas con brusquedad para hacerlas ponerse rojas cuando entro un señor con otros alfas todos comenzaron a sacar mis cosas y yo comencé a dejar una hoja en la cama de Neville.

"Neville amigo mío, después podrás venir a mi nueva habitación, Cuando la tenga decense y no tendremos que convivir con estos Muggles de cuarta.

Con sinceridad.
Draco Malfoy"

Un alfa de más o menos 27 años se acercó a mi para consolarme y yo me deje, debía seguir con el plan de que hecharan a el ignorante y conseguir mi propia cabaña.

–Ya vámonos, joven Malfoy.

Asentí y me pegue a su pecho abrazándolo fingiendo llorar a mares el me abrazo y levantó un poco del suelo, no podía tocarlo pero debía mantener la calma, solo me llevaría a mi nueva habitación.

Su caminata era tranquila hasta que se detuvo de repente así que eleve mi mirada para saber qué pasaba, eran dos gigantes gemelos que miraban al Mestizo con asco y enojo, yo me aleje un poco de el medio mago y sorbi mi nariz, debía dar lastima a los gemelos para que nos dejarán pasar, después lo iba a regañar.

Me acerque a ellos y los abrace para pegarle a sus pechos.

–Un ... Un chico me atacó y me van a llevar a mi nueva habitación, pero no estaba dispuesto a caminar así que...

–¿Por qué no nos llamaste?

–No sabía... Dónde estaban y yo estaba muy asustado.

–Nosotros los encargamos de el, Vamos a llevarte a tu habitación ¿Si?

Asentí levemente y después sentí que mis pies no tocaban el suelo mire hacía arriba y no sabía bien quien era pero por su sonrisa relajada pero mirada de enojo, Ya pude saber quién era, rodee los brazos en su cuello y mis piernas en su cintura.

Era George mire a un lado donde estaba Fred quien me miro después de unos minutos para quitarme el cabello de la cara.

– Tu y nosotros vamos a hablar, no nos creemos ni un poco lo que dices.

Sonrei levemente y lo mire para acomodar mi cabeza en el hombro de George.

–Tienes razón, el estaba en mi nueva cama... Era solo para nosotros –acerque mi mano a la camisa de Fred para acariciar un poco su pecho descubierto– amor... ¿Se van a quedar hoy? Díganme qué si.. sería mi primera noche solo..

–¡Si!

Dijeron a la vez.

ACAMPADOS (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora