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AL DIA SIGUIENTE me levanté a medio día de mi cama, y me cambié de ropa, salí corriendo con Maya ya que tenía que llevarla a la guardería canina, porque sería un día muy ajetreado. Cuando iba corriendo choque con alguien pero solo grite perdón y seguí mi camino, ya que si llegaba tarde mi jefe me despedirá porque el incidente se habría repetido dos veces.

Odio trabajar en ese bar, los clientes son lo peor del mundo, y al tener de uniforme una falda corta no ayudaba a bajar el acoso que recibía. Pero era el único lugar donde pude conseguir empleo a mis 16 años. Al bachiller  iba los fines de semana y a veces entre semana en clases nocturnas ya que solo en ese horario tenía tiempo libre. Aparte del bar paseaba a los perros de los inquilinos de mi edificio y tambien hacia despensa de algunos residentes, pero la paga no era mucho, ya que me negaba a cobrarles demasiado.

Gran parte de mi sueldo iba para refugios de perros, ya que de uno salve a Maya de ser sacrificada al ser una pastor Alemán que nadie quería adoptar. De mi sueldo quedaba solo lo justo para mis estudios de Arte, la comida de Maya y mía, servicios, y ropa.

Cuando llegue al trabajo, mi jefe me tiró el mandil y me ordeno limpiar las mesas de al fondo. Eso hice me encargue de limpiar las mesas y el piso, mientras limpiaba unos sujetos entraron así que me tocó ir a despacharlos con una sonrisa totalmente fingida. Cuando llegue eran 4 sujetos pero estos no se veían que eran con malas mañas como los demás que entraban aquí.

-Buenas tardes -Les dije con una frustración inminente- ¿Que van a querer?  -Les pregunté mirando a los cuatro sujetos.

El primero tenía lentes y era muy apuesto, el segundo era algo robusto de cabello negro, el tercero igual que el segundo pero menos robusto y su cabello era rubio, y el cuarto válgame dios era un dios griego, su piel casi morena, su cabello negro que resaltaba sus ojos, y esos ojos que parecían estrellas.

-¿Que nos recomiendas? -Me pregunto el segundo chico con un poco de burla en su voz-

-Que se vayan de este lugar -Hable seca- lo único peor que los clientes aquí es la comida que es una mierda -Les sonreí por sobre la libreta- Así que les recomiendo que se larguen.

-¿Esa es tu definición de servicio al cliente? -Me dijo el tercer chico-

Iba a responder pero en eso entro el bastardo que me acosa más que cualquier cliente. Sin duda la peor basura de ser humano.

ISABELLA MI AMOR! ¡TANTO SIN VERTE, YA DEJA DE EVITARME Y TRAE TU LINDO TRASERO AQUI CONMIGO! -Grtio el idiota-

-Otra vez no... -Susurre harta de la situación- Si me disculpan tengo cosas que hacer, en eso usen sus cabezas huecas que tienen y ordenen de una puta vez -les dije frustrada y me largué de su mesa-

-Hasta que vienes preciosa, ya me estaba aburriendo sin ti -Me dijo esa asquerosidad de hombre-

-Si claro, ¿Que vas a querer? -le dije enojada-

-Tú número -Me dijo mientras intentaba darme una nalgada pero me movil-

-Ya basta de tu maldito acoso -Le dije levantando la voz- Cada vez que vienes siempre es la misma mierda y ya estoy harta -Le dije mientras me quitaba el estupido mandil-

-La pequeña perra se reveló -Dijo mientras se paraba de la silla donde estaba sentado y me agarraba la mejilla con fuerza-

-Exacto -Sin más que decir le di una patada en la entrepierna y ese cayó al piso retorciéndose de dolor- La pequeña perra si se reveló -Le pase sobre las piernas-

-Jeff -Le grite al dueño del bar- Renuncio a esta mierda que llamas bar ya no voy a seguir aguantando el acoso de tus clientes depravados de mierda -Le grite mientras caminaba a la puerta- Ah y por cierto tienes clientes que atender. -Sin más me largué del lugar-

𝑼𝒏𝒕𝒐𝒖𝒄𝒉𝒂𝒃𝒍𝒆 -𝑪𝒉𝒐𝒊 𝑲𝒂𝒏𝒈 𝑯𝒐-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora