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CAMINE A PASO RÁPIDO HASTA mi apartamento luego de ir a la cafetería donde quedamos de vernos con Dylan, la cena fue ligera y como prometió el pago todo, a modo de disculpa por lo de la otra vez, y se que lo que les interesa es saber que paso con Kang-ho, digamos que tendrá dificultad para tener hijos luego de tremenda patada que le metí por pelotudo. Cuando llegue a mi casa todo estaba tranquilo y Maya se encontraba durmiendo, ya que le pedí favor a Nayeon quela cuidara mientras estaba en el trabajo. Quede constar que Nayeon tiene trabajo pero como su padre es su jefe puede faltar cuando quiera. 

-Descansa linda-deje un beso en la cabeza de Maya-

Me fui  a duchar cuando salí me vestí, y me senté a ver televisión, pero de nuevo mis preocupaciones me abordaron y no pude ver nada ya que mi mente estaba en otro lugar que no era en el presente. Yo reconozco que el hecho que me gusten hombres mayores no es normal, pero vamos todos sabemos que los mayores tienen más experiencia y eso. no se consigue con un novato. Me levante y comencé a dar vueltas reflexionando sobre mi actuar, no podía estar tranquila así que tome mi abrigo y salí en dirección a la casa de Kang-Ho. Cuando llegué a su apartamento el guardia aviso que estaba abajo y sorprendentemente el me dejo pasar, ganándome una mirada divertida y allí caí en cuenta el como iba vestida, solo con una blusa de seda y un gran abrigo. 

Yo hice una reverencia al guardia y camine con dirección a la puerta de aquel apartamento, suspire y levante mi mano dispuesta a tocar el timbre pero me cuestione a mi misma ¿Qué carajo hacia allí? no lo sabia bien pero debía pedir disculpas por esa patada, asi que me arme de valor y toque el timbre, no pasaron ni 2 minutos  y ya tenia a Kang-ho frente a mi

-Eh, yo este hola -dije nerviosa- Yo tengo hablar contigo que -dije al revés-

-Pasa -se movió de la entrada para que yo entrara-

Entre y me senté en el sofá, estaba incomoda y nerviosa pero supongo que puede ser peor, como el hecho de que me despidiera o no lo se, solo quiero saber porque actúa así conmigo, se siente como si tuviera celos pero el tiene novia, y lo sé. lo peor es que me gusta tener su atención y no quiero compartirla pero se que no es mío ni lo será. 

-Siento lo de la patada de esta tarde -murmure con la cabeza gacha- 

-Está bien, no me diste, eres tan baja que me diste arriba de la rodilla -dijo riendo-

-No te burles Kang-ho -yo también reí- en fin, yo quiero decirte algo más

-Soy todo oídos -sonrió viéndome-

-Me gustas -solté sin más- Pero se que tienes novia y por eso mismo mañana presentare mi carta de renuncia , se me hace imposible el soportar tener que trabajar contigo -mis ojos estaban ardiendo, pero no lloraría frente a el-

-Tú también me gustas -lo mire atónita- y sobre mi novia, tengo que contarte mi plan, ya que serás mi cómplice. 

-Espera ¿Yo te gusto? -pregunte con la mandíbula hasta el suelo-

-Si, me gustas mucho Isabella Carter -me sonrío-

Yo no aguante la emoción y me tire a sus brazos, lo abrace tanto, no me sentía tan feliz desde que adopte a Maya, levante mi mirada y lentamente me recompuse y al estar el sentado me acomode en su regazo ganándome una mirada de sorpresa por su parte, mi corazón latía como loco,  y me perdí en sus ojos. 

-¿Puedo besarte? -Pregunte mirándolo a los ojos, mientras mi respiración se cortaba-

El no respondía, solo se inclino hacia mi cara, mientras me sujetaba de la cintura, y me beso, sus labios eran suaves  y con sabor a cereza, eren tan dulces como la miel, y supe que desde ese momento Choi Kang-ho seria mi perdición más hermosa. Nos separamos luego de unos minutos de estar asi, respirábamos entre cortado pero no quería separarme de sus labios, por lo que lo tome de la camisa y lo volví a besar. Mientras lo besaba mordí su labio inferior haciendo que me diera tiempo de introducir mi lengua en su cavidad bucal, y asi fue. 

El me tomo más fuerte, sus manos viajaron de mi cintura a mi trasero, el cual apretó con fuerza haciendo que soltará un quejido por la sorpresa, al escuchar eso me sonrió mientras comenzaba a dejar besos por mi cuello, yo deje caer mi cabeza hacia atrás y pude sentir como sonreía en mi piel, cuando mordió mi oreja solte un suspiro que no pude retener, y el volvía a masajear mis muslos.

Una chica de dieciséis años y un jovén de veintinueve se entregaron en la mezcla de amor más erótico que puede haber, ambos cayeron en las redes del otro, pero el destino siempre tiene otras jugadas para cada uno. 


𝑼𝒏𝒕𝒐𝒖𝒄𝒉𝒂𝒃𝒍𝒆 -𝑪𝒉𝒐𝒊 𝑲𝒂𝒏𝒈 𝑯𝒐-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora