La vida de la familia Black no era sencilla en muchísimos aspectos. Si, se tenía el dinero, se vivía en la opulencia de grandes fiestas e impresionantes mansiones y ¿Cómo no hacerlo? Si se trataba de una de las familias más importantes e influyentes en todo el mundo mágico, sin embargo todos estos detalles gloriosos eran fuertemente opacados por la oscuridad que se viva tras la elegante puerta de madera de cedro de la honorable casa Black.
Una familia considerablemente pequeña para algunos era lo que Orión y Walburga Black habían podido concebir, un factor preocupante para muchas personas al salir a relucir el tema de la prevalencia sanguínea y la necesidad imperiosa porque el linage Black continuara. Para fortuna de las personas con aquellas preocupaciones, los dos pequeños que Walburgs pudo cargar en su vientre fueron varones, cosa que garantizaba el paso del apellido y consigo la continuidad de la sangre.
El mayor de los hijos, Sirius había llegado al mundo solo un año después de que el matrimonio Black se hubiese consolidado. Era un niño fuerte y robusto, había demostrado desde sus primeros días de nacido la fortaleza y el carácter que en palabras de Orión representaba a los Black. El segundo hijo vino un año después del primero.
Regulus. Su nacimiento definitivamente no había sido el más afortunado. El pequeño bebé vino en una tarde lluviosa en la que los relámpagos retumbaron por todas las paredes de la casona haciendo eco de los estridentes gritos de Walburga. El parto había durando en definitiva más que el anterior, había sido más doloroso y se había derramado mucha más sangre que la vez previa, aún así, pese a todas las complicaciones que eso implicó cuando el sol volvió a salir en el horizonte una nueva vida se había instalado en el corazón de la casa Black.
El niño era pequeño, mucho más pequeño de lo que había sido su hermano mayor pues el sanador que había supervisado el embarazo de Walburga le informó que había nacido prematuro. Era débil, delgado y no poseía aquel vivido y tenaz carácter que en cambio si tenía su hermano Sirius.
Esas diferencias fueron sumamente notorias con el transcurso de los años. Sirius era fuerte, de carácter decidido y cuerpo atlético, le gustaban los deportes y se interesaba vívidamente por mostrar su fuerza en cualquier oportunidad que se le presentase, en cambio Regulus era delgado, de naturaleza tímida y rasgos finos, no parecía mostrar el menor interés en cosas como los deportes de fuerza o habilidad, el más bien prefería encerrase todos los días en la biblioteca familiar para poder leer o estudiar cómodamente.
Aquello no hubiese tenido nada de malo, sin embargo durante toda su niñez Walburga se encargó de hacer más que notorias estas diferencias haciendo una constante comparativa entre ambos hermanos. Sus días transcurrían en largas y tediosas pláticas donde la mujer se encargaba de exaltar los defectos de cada uno de sus hijos sobre las virtudes del otro, cosa que claramente no era para nada sano en la relación de los dos muchachos, de alguna extraña manera cada uno lo había tomado de una forma distinta.
Regulus quería parecerse más a Sirius, mientras que Sirius hacía todo lo posible por ser completamente diferente a Regulus.
Sus personalidades comenzaron a salir a flote de la manera más desafortunada para la matriarca de los Black quien tuvo que resignarse a mirar como el niño que había crecido como su chiquillo adorado tomaba cada día una postura más liberal que el anterior, la gota que derramó el vaso fue cuando durante su ceremonia de asignación de casa, el pelinegro había sido colocado en la casa escarlata, desafiando así la tradición Black de ser Slytherin.
Las peleas entonces se intensificaron y de alguna manera las expectativas que reposaban sobre Sirius fueron a parar hasta Regulus. El niño se vio entonces asumiendo un rol que nunca le había correspondido, había pasado de ser el hermano debilucho y flaco a convertirse en el hijo modelo, en la expectativa de sus padres.
Un año después de la selección de Sirius, cuando el sombrero seleccionador tocó su cabeza, Regulus fue puesto de inmediato en la casa esmeralda. Los recuerdos de ese día aún permanecían frescos en su mente, recordaba la manera en la que sus ojos habían buscado hacer contacto con los de su hermano y como este de manera deliberada había volteado el rostro para evitar mirarlo, ese fue sin lugar a duda el punto de quiebre en la relación de los hermanos Black y ese en alguna medida fue el momento en el que ambos decidieron su camino.
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"A Dark Soul"||REGULUS BLACK.
Hayran Kurgu"Pídeme lo que quieras y lo tendrás, no importa lo que sea o incluso si tengo que sacrificar una parte de mi alma para conseguirlo. Yo soy tuyo de todas formas, mi alma entera y mi ser te pertenecen, solo ámame hasta la eternidad" La vida en definit...