La fiesta... parte 2

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Narra Wendy:
Estaba en la barra sirviéndome un poco de Dr.lemon, pensando de todo un poco hasta que alguien me habló.

-Vaya al parecer tenemos algo en común- dijo alguien a mí derecha.

-Mattheo!- dije con una sonrisa. Mierda, ¿Por qué sonrío?

-¿Qué tal desconocida?- dijo al ver mi cara sorpresa, con una sonrisa hermosa.
*¿Pero qué? Que mierda digo* pensé

-¿Desconocida?- pregunté con cierta confusión.

-Jajaja ¿Olvidaste que no me dijiste tu nombre?- pregunto riendo.

-Oh, cierto- dije con una risa nerviosa.

-¿Viniste sola?- preguntó agarrando la botella de Dr.Lemon.

-Vine con una amiga, está bailando con otra amiga- dije dando un sorbo del vaso.

-Entiendo, ¿Fumamos afuera?- preguntó agarrando su vaso.

Solo asentí y me agarró la mano para que no me pierda entre la gente. Hasta que llegamos al patio trasero pero él seguía agarrando mí mano.

-Este lugar parece tranquilo no?- dice a unos poco metros de distancia de mí cara. Algo que me puso nerviosa.

-Si, este lugar está bien- dije mientras lo miraba a los ojos.
-Necesito que sueltes mí mano-

-¿Te incómoda?- pregunto

-No pero necesito la mano para sacar los cigarrillos- dije mientras me reía un poco.

-Cierto, lo lamento- dijo soltando mí mano.

Empecé a sacar los cigarrillos y el encendedor. Le di uno a él y me metí otro a la boca y los prendí.

-¿Con sabor?- dijo mirando el cigarro.

-Son mejores, tienen gustos más ricos- dije mirando hacia el cielo.

-En el techo fumaste los comunes- dijo.

-¿Siempre eres tan observador?- pregunté mientras reía un poco.

-Observo lo que me interesa. Creo que hay algo que no te dije- me dijo serio.

-¿Que cosa?- dije seria

-Que te ves radiante con ese vestido- dijo mientras me sonreía.

-Oh mmm... Gracias- dije mientras bajaba la mirada, sentía mí mejillas arder... Me estaba sonrojando.

Mattheo agarró mí mentón y me levanto la cara para que conectemos miradas. Y eso hicimos.

-Y te ves más hermosa sonrojada- dijo agarrándome la cintura.

-Ya cállate- dije golpeando levemente su hombro en forma de juego.

-¿Alguna vez compartiste el humo?- preguntó aún sosteniendo nuestras miradas.

-No, nunca lo hice- contesté.

-Siempre hay una primera vez- dijo.

Se empezó a acercar a mis labios agarrando mí cintura, coloqué una de mis manos en sus hombro y la otra en su nuca. Hasta que sentí sus labios en los míos, pasando el humo del cigarrillo, se separó y yo solté el humo que me había pasado él.

-Lo hiciste genial- dijo con una sonrisa de orgullo.

-No te sientas orgulloso, no fue un beso- dije más sonrojada de lo que estaba.

-Quizás no, pero cuando sepa tu nombre y si todavía quieres un beso entonces te lo daré- dijo el aún con la mano en mí cintura.

-¿Quién dijo que yo quiero un beso?- pregunté riéndome.

Siempre fuiste tú. (Niccolo Govender)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora