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Narra Wendy:
Era lunes 06:00 am, era día de ir al colegio.
Me desperté, me bañe y me puse el uniforme, baje y encontré a Mamá, era raro que esté tan temprano.

-Hola hija- dijo ella sonriente.

-Hola- dije con cara confundida.

-¿Desayunamos juntas?- dijo aún con su sonrisa.

-No, no puedo- dije distante.

-Falta una hora para que entres al colegio- dijo ella confundida.

-Tengo que hacer algo primero- dije agarrando mí patineta y caminando a la puerta.

-¿Puedes hacerlo después? Hace mucho que no desayunamos juntas y no sé cuándo fue la última vez que tuvimos una charla, ya sabes, madre e hija- dijo en un tono triste.

-Si no te molesta, ¿Cuál es el motivo por el cual estás aquí? Nunca estás en casa- dije seria.
Ella volvió a sonreír.

-Te tengo una sorpresa- dijo ella.

-Odio las sorpresas y lo sabes- dije rodando los ojos mientras suspiraba.
Pareció no importarle porque siguió hablando.

-Acompañame- dijo saliendo de la casa.
-Tapate los ojos- dijo ella y yo solo lo hice.
-Ya!- habló ella y destapé mis ojos.

-Oh mierda!!- dije con los ojos abiertos.

-Lenguaje!!- dijo ella regañandome.

-Lo siento pero... Mamá, ¿por qué? ¿Olvidé algún evento importante?- dije aún sorprendida, frente a mí había un auto negro con unos rayos blanco dibujados en los costados.

-No cariño... Es solo que pensé y  me di cuenta que estoy poco tiempo en casa y quise regalarte algo, ¿te gusta? Es todo tuyo- dijo dándome las llaves del auto.

-¿Por eso me lo diste? ¿Enserio crees que un auto reemplazará todo el tiempo que estuve sin ti?- dije decepcionada.

-Amor todo lo que hago es por ti, al menos un "gracias" no estaría mal ¿sabes?, el auto me costó mucho dinero como para que no estés agradecida- dijo enojada.

-Eso es lo único que te interesa escuchar ¿no? Bien, gracias y que disfrutes tu desayuno- dije para subirme en el auto y empezar a irme.

-WENDY!!!!- Gritó mí madre, pero no me detuve solo me fui.
Manejaba en dirección a casa de Mattheo. Al llegar vi que su casa era grande pero se veía muy solitario.
Baje del auto y toqué timbre.

-Hola buenos días señorita- dijo una mujer joven muy arreglada.

-Hola buenos días, ¿Se encuentra Mattheo?- dije tratando de sonar amable.

-Oh si! Tú eres su novia Wendy ¿cierto?- dijo ella emocionada.
Me quedé sorprendida puesto que no sabia que Mattheo nos consideraba novios.

-Si, si soy yo- dije sonriendo.

-Ven linda, pasa- dijo ella.
-Eres mucho más hermosa de lo que imaginé- dijo sonriendo.

-Muchas gracias, no sabía que Mattheo tenía una hermana- dije pasando a la casa.

-Me halagas linda pero soy su madre, me llamo Ariadna- dijo dando su mano para estrecharla.

-Oh! Lo siento no sabía... Es muy joven- dije nerviosa aceptando su mano.

-No te preocupes linda- dice viéndome con una sonrisa.
-¿Desayunaste?- preguntó ella.

-No, tuve una discusión con mí madre y salí de casa- dije un poco seria.

Siempre fuiste tú. (Niccolo Govender)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora