Heartbeat (Greed-ler x Once-ler)

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   Su cigarro caía el suelo nevado apagándose por completo pero ya no le importaba, tenia algo mas en que entrar en calor un cálido y delicado beso, sus labios se sentían tan frágiles y suaves como el tacto de algodón, como una fina capa de hielo destruida en un delicado beso, se separo de él esperando su respuesta pero solo lo miro desconcertado, queria hablar pero no sabria que decir.

  —Te espero mañana en el trabajo —Greed sacudió el pelo de su amado alborotando ese sedoso y negro cabello de un lado hacia el otro conservando una cálida sonrisa en su rostro gélido.

   Se dio media vuelta y de dispuso a caminar, con una mano alzada moviendola de lado a lado desapareciendo en la obscuridad. Atónito, Once-ler se dejó caer de rodillas el frío suelo mirando la luna refulgente pensando y preguntando, las respuestas lo evaden cuando más las necesitaba miró por última vez el escaparate antes de que la luz que emanaba de este se apagara por completo dejándolo en el frío, solo, otra vez más, su mente lo engañaba y jugaba con el pero solo podía sentir su corazón latiendo en su pecho un calor radia de este haciéndolo sentir cálido, queria sentirse así, amado y protegido.

***

   Así, la fría nieve se derritió ante los rayos de luz del sol, desvaneciendo la oscuridad y el frío o tal vez solo era su mente jugando con el nuevamente, ya no sentía esa calidez en su pecho, solo era frío; su corazón ya no latia con esa intensidad de aquella noche con luna refulgente.

   Se levantó para asistir al trabajo, odiaba dejar su cama tan temprano, cálida y blanda cama repleta de sábanas y llantos congelados. Que prepararía hoy para desayunar; un café con leche y un par de waffles, se volvió a poner la ropa de ayer, era cálida, pero no lo suficiente para su corazón  «Te espero mañana en el trabajo...» se quedó pensando en aquellas palabras sosteniendo el pomo de la puerta temblando hasta que porfin se dispuso a abrir dichosa puerta, los rayos del sol lo golpeaban en su cara, por las mañanas el solo se ve, pero a partir de las 12 del mediodía este se esconde dejando a la nieve cubrir las calles de Thneedville por completo.

  —Hola... —Once-ler saludo a la recepcionista una vez llegó.

  —Bienvenido, joven "amo" —La recepcionista no apartó su mirada del ordenador—. El jefe lo espera en su oficina —confesó.

   Once-ler no protesto y miró a la recepcionista confundido hasta llegar al ascensor y subir hasta la oficina del jefe, caminando por el largo pasillo alfombrado con terciopelo rojo, un pasillo demasiado largo lo suficiente para hacer perder la cordura a las personas que optarán por atravesarlo hasta la oficina del superior, tenían tiempo de sobra para decidir si lo que tenían que decir era realmente importante.

  —Jefe, estoy de vuelta —Once tocó suavemente la puerta de la oficina de Greed-ler.

  —¡Once? pensé que no vendrías —Greed abrió la puerta y abrazó a su invitado.

   Once-ler le devolvió el abrazo posicionando ambas manos en la espalda de su jefe apretando un poco su agarre, después de un momento, Greed-ler se alejó e invitó a Once a pasar dentro de su oficina. El joven se sentó en aquel sofá terciopelo rojo y suave sintiéndose cómodo.

    —Te gusta, no? todo esto puede ser tuyo —Greed paso su brazo por los hombros de su compañero.

   Once-ler no se sentía del todo cómodo a su lado, a pesar de sentirse protegido junto a él, aun así no queria estar cerca suyo, se sentía incómodo con su presencia como un aura espesa difícil de digerir, tal vez sentía algo por el pero se sentiría avergonzado confesarlo.

  —Tal vez te de una oportunidad... —dijo—. Pero no te aseguro nada.

   Greed-ler lo abrazo con felicidad, era el primer paso hacia la escalera del amor, la primera señal para el, una luz de esperanza que irradia una fuerte luz que emana de su corazón.

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Si os gusto pueden dejarme una hermosa estrellita, eso me motiva mucho.

Gracias, os amo.

chaoo