Batas y Recuerdos

137 19 0
                                    

El hospital resonaba con la cacofonía de susurros apresurados, pitidos de máquinas y el constante murmullo de la vida médica en pleno movimiento. Jungkook, con la bata de Seokjin en manos, se adentró en el caos organizado del hospital, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

El aroma a desinfectante impregnaba el aire, trayendo consigo recuerdos dolorosos. Aunque había pasado tiempo desde el accidente que se llevó a sus padres, el hospital seguía siendo un lugar de resonancia para Jungkook, donde los ecos de aquella tragedia lo acechaban.

Caminó por los pasillos, evitando las miradas ajetreadas del personal médico que se apresuraba en sus quehaceres diarios. Cada paso resonaba en sus oídos como el eco de aquel día fatídico.

Finalmente, encontró a Seokjin en uno de los pasillos, inmerso en la vorágine de su trabajo como médico cirujano urgenciólogo. El encuentro estaba impregnado de una extraña ironía, ya que Jin, con su bata de médico, representaba la vida y la esperanza en ese lugar que, para Jungkook, seguía siendo una sombra del pasado.

—Jungkook, ¿qué haces aquí? —preguntó Jin, alzando la mirada de su carpeta de historias clínicas.

—Tu mamá me pidió que te trajera la bata que olvidaste en casa —respondió Jungkook, entregándole la prenda.

Jin agradeció y, al notar la tensión en la expresión de Jungkook, decidió invitarlo a almorzar en la cafetería del hospital.

—Vamos a la cafetería, necesitas algo caliente en el estómago —propuso Jin.

Jungkook asintió con indiferencia, siguiendo a Jin por los pasillos del hospital. La cafetería era un remanso de relativa calma en medio del caos médico. Sentados en una mesa, Jin rompió el silencio.

—¿Cómo te va en la facultad de leyes? —preguntó Jin, tratando de abrir un espacio para la conversación.

Jungkook, con la mirada fija en su plato, respondió fríamente.

—Bien. Estoy haciendo prácticas en el bufete de tu padre.

Jin sonrió, animado por la noticia.

—Papá debe estar emocionado de tenerte allí. Siempre hablaba de lo orgulloso que estaba de que estudiaras leyes.

Jungkook asintió levemente, sin dejar de lado su expresión imperturbable. Jin, sintiendo la necesidad de romper el hielo, comenzó a hablar sobre sus propias experiencias en el hospital y cómo enfrentaba cada día de trabajo.

Mientras Jin compartía sus vivencias, Jungkook no podía evitar notar la pasión y dedicación en su voz. Aunque sus palabras eran cálidas, la conexión emocional que una vez compartieron parecía distante.

El tema de la conversación cambió a las prácticas legales de Jungkook. Jin se interesó por los casos en los que estaba trabajando, pero las respuestas de Jungkook seguían siendo monótonas y desinteresadas. La brecha entre ellos parecía ensancharse con cada palabra que no se decía.

El almuerzo llegó a su fin, y Jin acompañó a Jungkook de regreso al área de recepción. Antes de despedirse, Jin expresó con sinceridad:

—Kookie, sé que las cosas han cambiado, pero siempre estaré aquí para ti. No tienes que enfrentar todo solo.

Jungkook, sin mostrar ninguna emoción, simplemente asintió. Se despidieron, y Jin regresó a sus responsabilidades médicas, mientras que Jungkook abandonó el hospital con su habitual indiferencia.

El día continuó, pero la breve reunión entre ellos dejó un rastro de melancolía en Jin. Aunque había intentado recuperar la conexión perdida, la frialdad de Jungkook seguía siendo un muro infranqueable.

Mientras Jungkook se alejaba del hospital, sus pensamientos se perdían en la vorágine de recuerdos que el lugar le provocaba. La bata de Seokjin, entregada como un puente hacia el pasado, no logró derribar las barreras emocionales que Jungkook había construido.

I Need You|| KOOKJIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora