Cena de Cumpleaños

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La mansión de los Kim estaba envuelta en una atmósfera de celebración. La cena por el cumpleaños del padre de Jin reunía a la familia en torno a una mesa lujosamente decorada con comida de un elegante restaurante. Sin embargo, lo que prometía ser una velada agradable tomó un giro inesperado.

Los padres de Jin expresaban su felicidad y gratitud por la vida que habían construido, elogiando el arduo trabajo de su hijo en el hospital y destacando las notables mejoras académicas de Jungkook como practicante. La conversación fluía con alegría hasta que, en un momento aparentemente inocente, el padre de Jin hizo una observación que resonó incómodamente en la mesa.

—Jin y Jungkook son como hermanos, ¿verdad? Siempre es reconfortante ver ese fuerte vínculo entre ellos. Espero que esa conexión de hermandad siga creciendo—comentó el padre de Jin a su esposa, su sonrisa reflejando la alegría de la familia.

Jin, sintiéndose repentinamente incómodo, desvió la mirada hacia su plato. El término "hermanos" resonaba en su mente de manera discordante, recordándole la complejidad de la relación que compartía con Jungkook.

Jungkook, por otro lado, mantuvo su habitual expresión fría, ignorando el comentario de manera deliberada. Sin embargo, su mano se deslizaba debajo de la mesa para acariciar sutilmente la pierna de Jin, un gesto destinado a calmar la tensión creciente.

La cena continuó, pero la atmósfera distendida se había transformado. Jin, aunque agradecido por la celebración, se sentía atrapado en las expectativas y las palabras no dichas. Mientras sus padres compartían anécdotas y risas, Jin se perdió en sus pensamientos, preguntándose cómo explicar la naturaleza compleja de su relación con Jungkook.

La velada llegó a su fin con brindis y buenos deseos, pero la sombra de las palabras del padre de Jin persistía. Jungkook, inmutable en su exterior, continuó su juego discreto de caricias bajo la mesa, una conexión silenciosa que contradecía las expectativas familiares.

Jin y Jungkook, tras despedirse de la cena familiar, se dirigieron hacia la parte superior de la casa en busca de un espacio más privado. El cuarto de Jungkook se convirtió en el refugio donde podrían abordar las tensiones que se habían acumulado durante la noche.

Una vez dentro, la puerta cerrada ofrecía cierta privacidad, aunque Jin no podía evitar sentirse intranquilo. Sus pensamientos giraban en torno a la conversación en la mesa, preocupado por lo que sus padres podrían pensar si descubrían la verdadera naturaleza de su relación con Jungkook.

—¿Qué vamos a hacer, Kook? Mis padres piensan que somos como hermanos, y no creo que les guste enterarse de lo que realmente sucede entre nosotros —expresó Jin, su mirada reflejando la preocupación.

Jungkook, sin inmutarse ante la ansiedad de Jin, se acercó con la misma actitud tranquila de siempre. —Hyung, sus opiniones no definen nuestra relación. No deberíamos dejar que eso nos afecte"—respondió Jungkook, su tono firme pero relajado.

La respuesta de Jungkook no hizo más que aumentar la inquietud de Jin. Sin embargo, antes de que pudiera expresar sus preocupaciones, Jungkook lo acorraló suavemente contra la pared, sus ojos oscuros revelando una determinación que no había mostrado durante la cena.

—Hyung, a veces preocuparse demasiado por lo que piensan los demás nos impide vivir. No deberíamos dejar que sus opiniones dicten nuestras decisiones—añadió Jungkook, mientras sus manos exploraban sutilmente los contornos del cuerpo de Jin.

Aunque la razón de Jin le advertía sobre las consecuencias, su resistencia se desvanecía ante la presencia magnética de Jungkook. El azabache, con su actitud segura y sus caricias seductoras, provocaba suspiros necesitados de Jin, quien luchaba por contener la explosión de emociones en la penumbra del cuarto.

La conexión entre ellos, aunque marcada por la complejidad, se manifestaba con una intensidad palpable.

La penumbra del cuarto de Jungkook se convertía en cómplice de las emociones intensas que fluían entre Jin y él. Las palabras y preocupaciones quedaban suspendidas en el aire, eclipsadas por la magnetismo de su conexión.

—Kook, entiendo lo que dices, pero las expectativas de mis padres... No quiero lastimarlos ni que piensen mal de nosotros—musitó Jin, su voz entrecortada por la dualidad de sus emociones.

Jungkook, aún acorralándolo suavemente, sostenía la mirada de Jin con una expresión serena. —Hyung, a veces, preocuparnos demasiado por los demás nos impide ser felices. No deberíamos dejar que sus opiniones dicten nuestras decisiones —reiteró, sus dedos trazando líneas reconfortantes en la piel de Jin.

El azabache, sin esperar respuesta, se inclinó, sellando la penumbra con un beso que encendió la chispa entre ellos. Jin, momentáneamente abrumado por la intensidad del momento, se dejó llevar por la pasión compartida.

El tiempo pareció detenerse mientras exploraban el territorio familiar de sus cuerpos, la penumbra proporcionando un velo de discreción que contrarrestaba las preocupaciones de Jin. Cada suspiro y cada roce narraban la historia de una conexión que desafiaba las normas establecidas.

La tensión acumulada durante la cena se disolvía en la penumbra, dejando lugar a una expresión más íntima de su relación. Jin, aunque luchaba con sus propios conflictos internos, encontró consuelo en la complicidad silenciosa que compartía con Jungkook.
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I Need You|| KOOKJIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora