Confesiones y Encuentros Nocturnos

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La vibrante atmósfera de la fiesta del aniversario del hospital envolvía a Jin, quien, ataviado con su mejor traje, se dejaba llevar por la celebración. Las risas y las conversaciones llenaban el aire, mientras los compañeros de trabajo brindaban por otro año de éxitos. Jin, consciente de su día libre al siguiente, decidió entregarse al disfrute, permitiéndose beber más de lo usual.

La noche avanzaba, y la euforia colectiva se mezclaba con la suavidad del alcohol en la sangre de Jin. Sus colegas, acostumbrados a verlo siempre en control, decidieron que lo mejor sería enviarlo a casa en un taxi. Así, entre risas y despedidas, Jin se embarcó en el trayecto de regreso a casa.

La puerta se abrió, y el destino le deparó un encuentro inesperado: Jungkook, sorprendentemente despierto, lo recibió con una risa que resplandecía en la penumbra de la casa.

—¿Hyung, qué te pasó? —preguntó Jungkook, dejando escapar una ligera risa contagiosa.

Jin, entre risas torpes, agradeció la suerte de tener a Jungkook como testigo de su estado desinhibido.

—No te rías tanto, niño. ¿Nunca has visto a tu hyung así? —preguntó Jin, divertido y sorprendido por la situación.

—Jamás te he visto así, hyung. Es refrescante"—respondió Jungkook con una sonrisa muy apenas perceptible.

Entre risas, Jin se apoyó en Jungkook para llegar al baño, donde el sonido del agua corriendo se mezclaba con la risa y los comentarios burlones de Jin sobre su propia condición.

De vuelta en la habitación, Jungkook ayudó a Jin a cambiar su ropa manchada por el vómito y lo guió hasta el lavabo. La complicidad entre ambos se volvía evidente, y la risa continuaba fluyendo, rompiendo con la seriedad que a veces los envolvía.

—¿Por qué tan callado, Jungkook? Parece que perdiste la lengua —bromeó Jin, mientras ambos se sentaban en la cama.

—Tal vez solo estoy disfrutando del espectáculo, hyung —respondió Jungkook, con su característico tono enigmático.

Con el ambiente cargado de risas y confesiones espontáneas, Jin, envuelto en la alegría momentánea, compartió su nostalgia por la relación que solían tener. Habló de los tiempos en que la complicidad entre ellos era innegable, añorando aquellos días.

—Eso ya pasó, hyung. Ahora somos adultos —afirmó Jungkook, su mirada perdida en el reflejo de la luz de la lámpara.

—Eres un niño en comparación conmigo, Kook—respondió Jin, desafiante.

La tensión entre ellos creció, y la respuesta de Jungkook fue un beso que rompió todas las barreras. Los labios de ambos se encontraron en una danza inesperada, tejiendo un vínculo que parecía haber sido olvidado. Cada beso era una promesa que se deslizaba entre ellos, una conexión intensa que los sumergía en el calor de la noche.

—¿Qué estamos haciendo, Jungkook? —murmuró Jin entre los besos, su aliento entrelazándose con el de Jungkook.

El azabache se detuvo de repente, la realidad los alcanzó, y la conciencia se hizo presente. Separándose de Jin, observó al hombre que yacía rendido por el alcohol.

—Esto no está bien, hyung —dijo Jungkook, su tono ahora más serio.

—Tienes razón, Kook. Esto no está bien —respondió Jin, sus ojos encontrando los de Jungkook.

La conexión eléctrica entre ellos persistía en el aire, pero la conciencia pesaba más. Jungkook se retiró silenciosamente, dejando a Jin sumido en un sueño profundo, mientras la luz de la luna pintaba la habitación con su resplandor plateado.

I Need You|| KOOKJIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora