Revelaciones Difíciles

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La ciudad acogía a Jin y Jungkook con sus bullicios y luces parpadeantes, pero la tensión flotaba en el aire mientras se dirigían a la casa de los padres de Jin. La decisión de revelar su relación a la familia era un paso crucial y ambos sabían que enfrentarían reacciones variadas.

Al entrar en la sala de estar, los padres de Jin notaron de inmediato la seriedad que los envolvía. Jin, con los ojos llenos de nerviosismo, buscó las palabras correctas para compartir la verdad que ambos guardaban. Los padres de Jin, expectantes pero confiados en la integridad de su hijo, esperaron a escuchar.

—Mamá, papá, hay algo que queremos decirles—anunció Jin, su voz titubeando ligeramente.

Las miradas de los padres de Jin se volvieron interrogantes mientras aguardaban la revelación. Sin embargo, la realidad que iban a enfrentar superó sus expectativas. Jin, con el corazón pesado, confesó que él y Jungkook habían decidido ser más que amigos, eran pareja.

El padre de Jin, inicialmente consternado, explotó en indignación. —¡¿Cómo pudiste hacerle esto a Jungkook, Jin?! ¿Lo manipulaste desde joven para que se enamorara de ti?—gritó, su enfado teñido de desaprobación.

La madre de Jin, horrorizada, se unió a la confrontación. —¿Entiendes las consecuencias de tus actos, Jin? Esto es inmoral y peligroso—expresó, su rostro reflejando la sorpresa y la decepción.

Jin, con lágrimas en los ojos, negó con la cabeza. —"
Mis sentimientos hacia Jungkook son recientes. No lo forcé a sentir nada. Solo estamos siendo honestos sobre lo que somos el uno para el otro —aclaró, su voz temblando ante la reacción de sus padres.

Cuando llegó el turno de Jungkook, su tono frío y directo resonó en la habitación. —Desde hace tiempo estoy enamorado de Jin. No pienso dejarlo, con o sin su permiso —sentenció, su actitud desafiante y firme.

La discusión en la sala alcanzó un punto álgido cuando Jungkook, en su característico tono frío pero cargado de lógica, compartió un argumento que logró calmar momentáneamente la tensión en la habitación. —Si realmente creen en el amor y la felicidad, deberían apoyarnos. No podemos cambiar lo que somos, pero podemos elegir ser felices juntos—expresó, sus palabras resonando en el silencio que siguió.

Aunque las miradas de decepción persistían en los ojos de los padres de Jin, el razonamiento de Jungkook dejó una pausa incómoda. Sin embargo, la tensión era palpable, y la familia estaba dividida entre la aceptación y el rechazo.

Jin, sintiendo la presión y la mirada de desaprobación, decidió retirarse de la discusión. Salió de la casa seguido de cerca por Jungkook, quien lo alcanzó justo cuando Jin ingresaba al automóvil. Antes de que pudiera decir una palabra, Jin sintió los labios de Jungkook sobre los suyos en un beso apasionado y tranquilizador.

—No dejes que esto te afecte, Jin. Estamos juntos, y eso es lo que importa —susurró Jungkook, sus ojos oscuros transmitiendo seguridad y determinación.

Bajo la intensidad de la situación, cedieron una vez más a las garras del deseo, sumiéndose en un encuentro apasionado dentro del auto. La conexión entre ellos se volvía un refugio, una manera de escapar temporalmente de las miradas críticas y las expectativas a su alrededor.

La noche envolvía la ciudad con su manto oscuro, y en el interior del automóvil, Jin y Jungkook se perdían en un rincón secreto donde las miradas críticas y las voces de desaprobación quedaban suspendidas temporalmente.

Los labios de Jungkook exploraban cada rincón de la boca de Jin, mientras sus manos se aventuraban por territorios conocidos pero siempre ansiosos. La tensión emocional de la discusión se disolvía en la ardiente conexión que compartían, una mezcla de deseo y consuelo en medio del caos que los rodeaba.

Las manos fuertes de Jungkook deslizaban la chaqueta de Jin con urgencia, como si el acto físico pudiera aliviar la carga emocional que llevaban. Jin, entregándose al momento, dejó que la pasión ardiente les guiara, dejando atrás por un instante la realidad que se desplegaba frente a ellos.

El sonido apasionado de sus besos resonaba en el interior del automóvil, creando una sinfonía efímera que marcaba la resistencia de su amor frente a las adversidades. Las manos de Jin, deslizándose por la espalda desnuda de Jungkook, buscaban un anclaje, un recordatorio tangible de que, a pesar de todo, estaban juntos.

Los suspiros compartidos resonaban en el habitáculo, una mezcla de liberación y complicidad. Bajo el manto de la pasión, Jin y Jungkook se refugiaban, encontrando consuelo en la conexión física que parecía eclipsar las miradas de decepción y los juicios que enfrentaban afuera.

Cuando el fervor de su encuentro se calmó, Jin y Jungkook se miraron con ojos que reflejaban la complicidad de dos almas que, contra viento y marea, elegían enfrentar el mundo juntas. Sin decir una palabra, compartieron una sonrisa, una promesa silenciosa de que su amor resistiría, incluso bajo el escrutinio de aquellos que no podían comprenderlo.

I Need You|| KOOKJIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora