°•.Otro Año Que Afrontar.•°

°•.Primer Dia de la Excursión.•°

El conductor encendió el motor del autobús.

Las familias buscaban desde fuera donde estaban sentados sus hijos, nietos, sobrinos, etc, y una vez los encontraban, les despedían con la mano, como si no fueran a volver a verlos en años.
Los alumnos se comportaron y se despidieron por la ventana también,  pero en cuanto el autobús arrancó y empezó su camino, la actitud de los alumnos cambió radicalmente.
De repente había gritos, silbidos, palmadas, y todo tipo de celebraciones por la excursión.

-¡Libertaaaad! -gritaron los chavales, quienes se habían sentado en la última fila

Todos los de segundo de bachillerato, incluyendo ambos cursos, se habían sentado en la mitad trasera del autobús, abandonando a los de primero en la parte delantera, cerca de los profesores.

El viaje era largo, así que cada cual se entretuvo a su manera.

Los chavales iban armando jaleo, tenían música de trap y reggaeton puesta en un altavoz (basicamente se habían montado una fiesta en la parte de atrás del autobús). Varias chavalas se habían unido a la fiesta, mientras otras estaban charlando y chismeando.
Mientras tanto, el grupo de Nick, Ben, Claire, Paul, Eva y Emma iba hablando y jugando a juegos online en el teléfono.

Habían pasado cuatro horas.
No habian parado a nada aún, supuestamente en otras tres horas pararian a comer y tendrían una hora libre.
Tras esas cuatro horas los ánimos habían decaído bastante.
La fiesta había parado, algunas personas empezaban a marearse, y el cansancio del viaje empezaba a notarse en todos.
Hasta los "chicos malos" habían dejado la música y la fiesta, y estaban comiendo patatas fritas de bolsa mientras veían una serie, que por el sonido trataba de un asesino en serie.
Eva estaba leyendo en su teléfono una historia que llevaba tiempo queriendo leer. Emma se puso los cascos y se puso a escuchar música.
Eva escuchó una canción que se le hizo familiar a través de los cascos de Emma, así que le dio un toque en el hombro.

Emma se quitó los cascos. -¿Sí?

-¿Qué escuchas? -preguntó.

-Ah, Melanie Martínez. Después de ver tu peluche y que dijeses que era tan buena cantante decidí darle una oportunidad. Ya conocía algunas de sus canciones.

-¡NO PUEDE SER! ¿De verdad?

-Ajá.

-Ayy nunca le habían interesado a nadie mis gustos musicales como para darles una oportunidad.

-Tienes muy buen gusto. ¿Qué canción te gusta más?

Eva apagó su teléfono, con un brillo se emoción en los ojos, dispuesta a hablar sobre sus canciones favoritas y divagar sobre ellas, sugiriéndole un montón de canciones como Sippy Cup, Training Wheels y Dollhouse, que eran sus favoritas. 

Un rato de charla después, Emma guardó los cascos y Eva sacó unos auriculares y cada una se puso uno. Escucharon canciones juntas hasta que Emma empezó a cabezear. La noche anterior apenas había dormido de los nervios, y se despertó muy temprano. Al final se quedó dormida. Eva la vio y la apoyó sobre su hombro. Al final Emma se hizo bolita y se quedó tumbada sobre sus piernas. Eva no la apartó y la dejó dormir cómoda.

Una media hora después, un papel arrugado cayó encima de la cabeza de Emma. La chica se despertó sobresaltada. Lo primero que reconoció fue Carousel, la canción de Melanie Martínez que estaban sonando en los auriculares.

-¿Eh...? -murmuró Emma, medio dormida. Se tomó un momento para ubicarse, aún apartando el sueño que había tenido. -¿Ayla...? -preguntó en voz baja, mirando a Eva. Parpadeó un par de veces hasta recordar donde estaba y distinguir el sueño de la realidad.