°•.Otro Año Que Afrontar.•°

Chris

-Venga, no os separeis que hay mucha gente. -dijo Dave, guiando a sus hijos por la calle principal.

Las calles rebosaban de personas, que corrían de un lado a otro para terminar pronto las compras o asuntos que tuvieran pendientes y poder disfrutar el resto de día.

-Venid, hay que ir al centro comercial. Mike, dale la mano a tu hermano que tenemos que cruzar. -le pidió Dave.

Mike le dio la mano a Chris y le sonrió. Chris agarró solo con una mano su peluche de conejito, uno de punto que le hizo su abuela cuando nació. La abuela falleció antes del nacimiento de Abby.

-¡Venga que está verde!- les metió prisa Dave, que ya estaba cruzando.

Mike tiró del brazo de su hermano para cruzar la calle.
Mientras cruzaban, a Chris se le cayó el peluche al suelo, pero no se dio cuenta.
Cuando llegaron a la otra acera, Mike soltó la mano de su hermano.
Entonces Chris se dio cuenta de que no tenía su muñeco en las manos.
Se dio la vuelta y empezó a buscar, hasta que lo vio en medio de la carretera.
El semáforo ya estaba rojo, pero él salió corriendo por el paso de peatones.

Mike se dio cuenta que su hermano no estaba, y se detuvo.

-¿Chris? ¿Dónde estas? -preguntó en voz alta- ¿¡Chris!?

Dave se dio la vuelta. -¿Dónde está tu hermano?

-No lo sé, no le veo. -dijo Mike, entrando en pánico.

De repente se escuchó un golpe y la gente empezó a gritar. El tráfico se habia la detenido, y la gente estaba en corro en la acera, mirando hacia el paso de peatones.
Mike se temió lo peor.

-No... ¿¡Chris!? -Gritó Mike, abriéndose paso a empujones entre la gente.
Cuando finalmente pudo ponerse delante de esa gente, se encontró el cuerpo ensangrentado de su hermano pequeño, tirado un par de metros más adelante del paso de peatones. Tenía la cara pálida y una gran herida en la cabeza, por la que estaba perdiendo sangre. Tenía rotos en la ropa que había generado el choque, donde se veían heridas y raspones en su piel. Mike se quedó sin aliento por unos segundos. -¡¡CHRIS NO!!- Gritó Mike desesperado, mientras corría hacía su hermano. Escuchó atentamente. Aún tenía pulso.

Dave corrió con él, y al notar su pulso, empezó a gritar. -¡Dejad de mirar como retrasados! ¡Llamad a una puta ambulancia!

Una mujer sacó el teléfono y llamó a la ambulancia. Otra mujer salió del coche, disculpándose desesperadamente y llorando al ver el cuerpo del niño.

Llegó la ambulancia y se llevaron a Chris al hospital. Pasó allí tres días inconsciente, y después falleció.

La casa de los Miller había perdido su luz y su alegría.

-¡SOIS UNOS IRRESPONSABLES! -gritó Laura a Mike y Dave, una vez regresaron a casa del funeral de Chris, y mientras Abby se encerraba en su habitación, llorando como no había llorado nunca.- ¡OS DEJO SOLOS UN DÍA CON MI HIJO Y DEJÁIS QUE PASE ESTO! ¡SOIS UNOS IDIOTAS!

-¿¡Perdona!? ¡Ha sido la culpa de Mike! ¡Yo le dije bien claro que no soltase a su hermano! Me doy la vuelta, ¡Y ya le ha soltado y le ha de dejado salir corriendo a la carretera! -se defendió Dave.

-¿Qué-? -murmuró Mike entre lágrimas.

-¡ERES UNA DESGRACIA, TE ODIO CON TODA MI ALMA! -gritó Laura a Mike- ¡LE HAS QUITADO LA VIDA A UN NIÑO PEQUEÑO E INOCENTE! ¡ERES UN ASESINO Y UN DESGRACIADO! ¡NO MERECES QUE TE LLAME MI HIJO! ¡AAAGGHHH! ¡MALDITA LA HORA EN QUE NACISTE, SABÍA QUE TENÍA QUE HABERTE ABORTADO! -gritó, y salió corriendo a su habitación.

-...Papá... ¿¡POR QUÉ COJONES LE HAS DICHO QUE HA SIDO CULPA MÍA!? -gritó Mike, llorando.

-¡Por qué ha sido tú culpa! Sabías que Chris era autista, ¡Y aún así le soltaste y le dejaste solo! -le respondió Dave, sin estar convencido de lo que decía.

-¡PODÍAS HABERME DEFENDIDO! ¿¡TE CREES QUE CONSEGUIR UN CULPABLE VA A TRAER A TU HIJO DE VUELTA!? ¡SOLO ESTÁS CONSIGUIENDO PERDER A TU OTRO HIJO! ¡DAS ASCO, COMO PADRE Y COMO PERSONA! -gritó, y se fue también a su propia habitación, llorando.

Se encerró y pasó semanas sin salir. Sólo salía para usar el baño y ducharse, y la comida empezó a llevársela su padre a la habitación, para evitar que muriese de hambre.