Cap-1

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"Dulces Once"

Hoy, al despertar, me encontré con la brillante luz del sol filtrándose por mi ventana, y supe que era un día especial. ¡Es mi cumpleaños número once! Bajé corriendo las escaleras, y allí estaban todos, esperando con sonrisas y un aire de misterio.

La casa está llena de ruidos alegres mientras todos entonan la canción de cumpleaños.

Mamá: ¡Feliz cumpleaños, mi pequeña Megan!

Papá: ¡Qué rápido creces! Te queremos mucho.

Mi hermano Jeffrey sostiene la bandeja con mi pastel favorito, y detrás de él, entre los invitados, está Lydia... Lydia Miller, la mejor amiga de mi hermano.

Jeffrey: ¡Feliz cumpleaños, Meg! Aquí tienes un regalo especial.

Lydia es algo así como un rayo de sol con su pelo dorado y ojos tan azules como el cielo.

Lydia: ¡Feliz cumpleaños, Megan! Espero que este día sea tan especial como tú...

A veces, parece que lleva consigo la esencia de una princesa de cuento de hadas. No entiendo por qué me hace sentir tan extraña. Es como si algo revoloteara dentro de mí cada vez que la veo. Pero soy solo una niña de once años, y esas cosas son complicadas.

La última vez que intenté explicar lo que sentía, todo fue un desastre. Le dije que me parecía bonita, pero Lydia solo sonrió y me dijo que yo también y era como su hermanita pequeña. ¿Cómo puede alguien sentirse tan confundido y emocionado al mismo tiempo?

En la fiesta, mientras todos me rodean cantando, miro a Lydia y me pregunto si ella alguna vez sintió lo que yo siento. Tal vez, cuando yo sea más grande, entenderé estas cosas. Por ahora, simplemente disfrutaré de mis once años y de la magia que este día especial trae consigo.

La canción de cumpleaños termina con un estruendoso aplauso, y pronto estamos todos sentados alrededor de la mesa, disfrutando de la deliciosa torta. Mamá sirve porciones generosas y todos participan en la animada conversación.

Mientras saboreo cada bocado, mis ojos encuentran a Jeffrey y Lydia, quienes están compartiendo una charla distendida. Sus risas se mezclan con el murmullo de la familia. Me pregunto de qué estarán hablando, pero mi atención vuelve a mi pastel cuando alguien menciona lo delicioso que está.

Jeffrey: (ríe) Lydia, ¿recuerdas aquella vez en la universidad cuando...

Lydia, con su sonrisa radiante, asiente y se sumerge en la historia que comparten. Observo sus gestos amigables y la manera en que se complementan. Aunque no entienda completamente lo que dicen, siento una extraña conexión entre ellos.

Entre mordiscos de torta, me sumerjo en mis pensamientos. Mi hermano y Lydia parecen tan cómodos juntos. ¿Qué hace que su relación sea tan especial? ¿Y por qué siento que hay algo más allá de la amistad en sus miradas?

Mientras la torta desaparece y la conversación fluye a mi alrededor, me quedo con la sensación de que hay secretos flotando en el aire, y la curiosidad comienza a brotar en mi interior.

Mis padres y Jeffrey, después de disfrutar de la torta, sugieren dar un paseo por el jardín para disfrutar de la frescura de la tarde. Todos asienten y se levantan de la mesa, dejándonos solas a Lydia y a mí.

El repiqueteo de sus pasos se desvanece mientras se alejan, dejándonos atrás en la tranquila intimidad de la mesa. Lydia y yo nos miramos por un momento, la complicidad del silencio entre nosotras.

Lydia: ¿Cómo te sientes en tu día, Megan?

Megan: Feliz, supongo. ¡La torta estuvo increíble!

Lydia ríe con suavidad, y sus ojos capturan la luz de la habitación. La atmósfera cambia cuando estamos solas, como si el universo conspirara para revelar capas que permanecen ocultas cuando hay más gente alrededor.

my brother's best friend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora